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En algún momento de la vida, todas las personas viajan. Ya sea en su país, o traspasando las fronteras nacionales. Con la familia o amigos. De escapada fin de semana, circuito o crucero entre otras muchas formas. Sea como sea, lo importante es ir en buena compañía porque se contemplará el sol de siempre, pero desde un lugar diferente.
La gente que viaja sabe que es como decir que sí a algo nuevo. Desconectas y creces como persona. Nuevas experiencias y lugares a conocer: ¿Nueva York, París, Río de Janeiro, Marrakech, Roma, Madrid, Londres? Todo irá encaminado en función de los gustos y presupuesto de quienes realicen dicho viaje.
Nos encontramos en España. ¿Por qué no conocer sus pueblos, ciudades, playas, bosques, parques y legado monumental que existe a lo largo de todo el territorio español? Se puede partir del epicentro, la capital española, descubrir su historia, lugares e idiosincrasia. Pernoctar en hoteles en Madrid y seguir después la ruta por las diferentes comunidades autónomas españolas.
El abanico de opciones es amplio. Y viajar es como enamorarse a cada paso. La mejor terapia para personas tolerantes y de mente abierta. Por ello, ante el universo digital en el que se encuentra la sociedad, es recomendable ir a veces a pueblos remotos o islas exóticas donde se esté ajeno a cualquier bullicio y dispositivo electrónico. Y así cargar las pilas, relajarnos y decir adiós al estrés.
Otro tipo de ruta interesante es recorrer El Camino de Santiago. Una caminata de largo recorrido realizando a su vez algo tan saludable como andar. Senderismo en estado puro acompañado de sus múltiples beneficios: recarga de energía mental, mejorar la autoestima y la creatividad. Y es que, sin duda, la vida es corta y el mundo enorme. Por lo que se hace imprescindible este tipo de recorridos.
Más formas de viaje. En este caso el voluntariado, cada día más en auge. De forma segura por las distintas webs para tal fin y aprobadas por viajeros de confianza. Sin necesidad de grandes ahorros se visitan ciudades y países mientras se lleva a cabo una noble labor y satisfacción de ayudar a tanta gente que no dispone de recursos tan elementales como ropa, comida o agua.
Rutas etnológicas por España. Donde las personas se reunirán en torno a una mesa. Se disfruta de los conocidos beneficios del vino, con diversas catas y su correspondiente maridaje. Se conocen nuevos lugares, te impregnas del sitio y tipos de gente, puesto que no hay nada mejor que una mesa compartida con conocidos o extraños que quizás se conviertan en nuevos amigos.
En definitiva, como afirmaba Dalai Lama: “Una vez al año ve a algún lugar en el que nunca hayas estado antes”. Explora, sube montañas, siente el mar, descubre culturas y tradiciones. Conoce el rico patrimonio monumental. La historia. Y todo ello con tus seres queridos o en solitario. De la forma que más te apetezca, pero siempre en la mejor compañía y viviendo el momento con la mayor intensidad.