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Las palabras son dulces como la miel o son crueles como la espada. Así pensaba el de Portoplano aquella tarde. Ese es el dilema o el trilema, intentar que las palabras sean verídicas-verdaderas-buenas-bondadosas-racionales-útiles-prudentes y armoniosas con la realidad y con los corazones humanos. Que sean verdad, en la mayor proporción posible, pero también intenten armonizar con la realidad y con la bondad.
– Todo el mundo debe dedicarse a un arte, aunque no se sea profesional, porque es una manera de expresar muchas emociones e ideas y vivencias y conceptos. Expresados más claramente o menos. Sea utilizando la escritura, la pintura, la fotografía, etc.
– La historia ha mostrado, demasiadas veces, que en determinadas situaciones, que pueden ser de muchos tipos, una vida humana no importa nada o casi nada.
¿La cuestión es analizar, qué situaciones propician esa realidad, cómo se llega a esas situaciones, que principios culturales defienden esas actuaciones, aunque sea en ideologías o sistemas ideológicos diferentes?
Es necesaria, crear una subrama del saber, que recoja conceptos y datos de todos los saberes, y estudien la realidad histórica, que de vez en cuando se produce, que casi siempre empezando por convulsiones sociales y económicas, acaban en políticas, y amparándose en unos sistemas ideológicos u otros, con unos principios concretos, se termina acabando, gratuitamente, sin razones, sin causas, con seres humanos, sean una docena, cientos, miles, cientos de miles, millones…
– ¿Existen sociedades más pacíficas que otras, existen ideologías o sistemas ideológicos más pacíficos que otros…?
¿Tendríamos que realizar una tabla o test de sociedades o entidades o individuos, para intentar valorar en una escala que realidades individuales o sociales son más pacíficas y cuales menos?
– ¿Existen sociedades más erotizadas que otras? ¿Tendríamos que buscar una escala de niveles de erotización de individuos, colectivos, pueblos, sociedades, incluso Estados, en el sentido si existen Estados más proclives de utilizar la erotización de individuos y colectivos para gestionar o manipular más a las sociedades a individuos, colectivos, entidades sociales…?
– Un mismo concepto o idea o hecho o dato o argumentación puede tener causas diferentes, motivos diversos y fines o metas también contrarios o contradictorios o diversos o diferentes según el individuo o colectivo que los utiliza.
– Existen tradicionalmente siete errores morales graves: avaricia-codicia, soberbia, envidia, lujuria, gula, pereza, ira-cólera.
Es decir, hábitos negativos o desvirtudes o vicios.
Durante siglos se enunciaban como pecados capitales. Ciertamente, el concepto de pecado mortal y de pecado capital, es un concepto religioso, propiamente cristiano, pero también en otras tradiciones religiosas. Pero si alguien no acepta lo religioso, si puede y debe aceptar lo filosófico y racional de la moralidad y de la ética.
Es un enorme error moral y ético, no se enseñen en la enseñanza pautada, los siete errores morales graves, y es un error, que cada vez más personas, no conciban realidades o hábitos son negativos y perniciosos. Es más, corren tiempos actuales, que a los vicios morales, se les llaman virtudes morales, o al menos necesidades de la sociedad actual o competitividad económica…
– La lujuria es un mal o lacra social. Que se expresa de muchos modos y maneras. Intentar realizar menos chistes de tipo sexual, será quizás, en determinados ambientes una obligación moral y ética.
– ¿España, Europa, Occidente ha caído en un pansexualismo, toda es sexualidad, para todo se utiliza la sexualidad, incluso para anunciar corbatas…?
– ¿Cómo hacer desaparecer la crueldad humana, al menos, cómo reducirla, cómo sancionarla, como castigarla…?
– Con los traductores informáticos automáticos pueden las personas entenderse en los miles de idiomas existentes. No hay que reducir los idiomas a diez solo en el mundo.
– Los libros de arte y en general otras materias, incluido los periódicos en papel, la letra es demasiado pequeña para las personas que suelen leer…
– No tiene que ilustrarse un libro del Quijote, con cientos de dibujos del molino y el Quijote, puede recrearse de otra manera o de otra forma, incluso que no tenga la imagen de esas figuras.
– La ilustración o una nueva ilustración, sin renegar de las clásicas, que utilizan diversos estilos, pueden ser «una recreación», es decir, una interpretación de los textos, llevándolos a otras formas y conceptos e ideas. Es decir, una nueva ilustración que sería una «reinterpretación», no solo de estilos, sino de contenidos. La imagen del molino, puede reinterpretarse como el problema del consciente e inconsciente, de la enfermedad y la salud…
El de Portoplano pensaba que las palabras, aunque representen distintos modos de sentir o pensar o hacer o construir, pueden ser más erróneas o menos, más bondadosas o menos, pero el hablar es intentar encontrar razones nuevas, argumentos propios y del otro. Es el trasvase de verdad y bondad y belleza con imágenes o palabras o sonidos o gestos…
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Fin artículo 1.951º: «Trazos I de Juan de Portoplano».