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En el 2011 a iniciativa de Fernando G. Garreta se creó el Museo Municipal del mismo nombre, en honor del escritor y artista Lorenzo Goñi en Beas de Segura.
Se considera el cómic, y pienso que por extensión la viñeta, el humor gráfico, la historieta, el chiste dibujado como el noveno arte. No olvidemos que los otros serían la arquitectura, la danza, la escultura, música, pintura, literatura. Algunos dirían la poesía, el teatro. Modernamente se han añadido, el cine, la fotografía, el cómic, yo amplificaría el cómic y la viñeta y el humor gráfico como el noveno arte.
Se puede considerar como precedente de la viñeta, las pinturas miniadas en los códices medievales, donde se narraban historias, de diverso carácter y temática. Y algunos, lo preceden a la columna de Adriano en Roma, que todavía por los destinos buenos de la historia, todavía sigue existiendo.
Si consideramos al binomio cómic y viñeta o humor gráfico como uno de las grandes artes, tenemos que ser conscientes, de plantearnos multitud de problemas y cuestiones del arte-artes, de la estética-estéticas, y desde luego del humor gráfico, en concreto, que es aquí lo que nos atañe.
Debo indicar que hace casi cuarenta años, que empecé a diseñar-pensar-ilustrar-realizar-publicar algunas viñetas de humor gráfico. Entonces se me planteó, un problema, que he tardado quizás lustros en resolver, cómo hacer un chiste, que no ofenda a nadie, pero que nos indique algo de lo que somos, y ese algo que somos, es o tiene claridades y obscuridades, negruras y blancuras. Esa duda y, otras circunstancias, me llevó a estar durante décadas en silencio del chiste real, pero no del pensar el humor gráfico…
O dicho de otro modo, unir el arte o la estética con la ética, incluso con la espiritualidad. Cómo relacionar de forma correcta que la belleza y el arte-estética vayan de la mano de una correcta moralidad y espiritualidad. Porque somos carne, somos mente, somos sociedad, somos cultura, pero somos también alma-espíritu. O, al menos, eso es lo que cree durante milenios, todavía, la inmensa población de la humanidad.
Lo expresaré de otro modo, fui consciente desde el principio, pongamos un ejemplo muy imaginario, que si construyo un chiste, sobre los que tienen siete dedos en la mano, todo el mundo estará propenso para la sonrisa y el sarcasmo incluso, menos los que padecen el cambio genético de los siete dedos, si se conocen de seis dedos, no sé si existirán con siete dedos en cada mano. Pero si realizo chistes gráficos sobre los que tienen tres orejas, todos se reirán de esa realidad, incluso los que tienen siete dedos en cada mano, menos los que tienen tres orejas.
Puede parecer esta cuestión baladí y sin importancia, pero si recordamos acontecimientos, no ya del pasado, sino incluso recientes de hace unos años, sin dejar de mirar a décadas del pasado. Nos encontramos con ese mismo guión-historia.
Por otro lado, el humor gráfico, no solo tiene muchos estilos, muchas temáticas, sino diversidad de intenciones. Ciertamente, yo me he ido situando, o la vida o las circunstancias, en un humor que se parece más al humor metafísico o filosófico combinando, o intentado combinar filosofía-literatura-metafísica-arte-noveno arte. Es decir, un humor de la esencia, al estilo de Saul Steinberg.
Por los avatares del destino y la iniciativa del señor Garreta, en un pueblo, Beas de Segura, por donde anduvieron-caminaron-sufrieron-extasiaron los dos grandes místicos de la Piel de Toro, Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, haya surgido un museo de humor gráfico es un pequeño gran acontecimiento. Al final, quizás el gran humor, sea esa realidad que nos supera, que no terminamos de encerrar, como toda actividad creativa, en un círculo o en un cuadrado, sino que es, una sombra que se va proyectando en otras sombras…
Desde hace años he pensado, que en estos fríos-calores-sequías que está atravesando la Península Ibérica, necesitamos el humor, el famoso «humor inteligente». A veces, me digo, para la salud psicológica y moral de una sociedad-pueblo, el humor puede ser esencial, a veces, pienso sobre mi sociedad coetánea, necesitaría, que cada noche, en todas las grandes cadenas de televisión, dedicasen cinco minutos a viñetas, pequeñas historietas de humor. Un humor no demasiado doloroso, no demasiado sarcástico, no demasiado crítico, que de alguna manera, antes de empezar la famosa parrilla de la noche, «a millones de hogares, en diversidad de televisiones diversas, les llegara una sonrisa». Recuerdo aquel acontecimiento, que un pueblo esquimal, le prohibieron cazar, y a los pocos meses, se pusieron tristes y entristecidos, melancólicos y depresivos.
Pienso que este país denominado Celtiberia, Iberia, Hispania, Piel de Toro, España, necesita hoy tanto como el aire, tanto como el comer, tanto como el trabajo, necesita el humor, todo tipo de humor con buena intención, y también el humor gráfico…
Bien haríamos, los que habitamos estos suelos y estos aires, empezar a visitar estos pequeños museos existentes en este territorio, en señal y signo de terapia individual y colectiva, éste de Beas de Segura, el de Fene, el de Casasimarro, el del Toboso… ¡Paz y bien y humor…!
http://personal.cim.es/filosofia/ © jmm caminero (19-25 enero 2020 cr).
Fin artículo 1.962º: «Museo del Humor Gráfico Fernando G. Garreta de Beas de Segura».