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Ni la resurrección de Don Pelayo, ni un Mr. Marshall del s. XXI, ha de ser el COVID19 quien nos muestre el camino para la refundación de una parte esencial de nuestra identidad nacional e individual, soporte de nuestras raíces personales y colectivas: Nuestros Pueblos, Nuestra querida y desatendida ESPAÑA VACIADA.
Es innegable el daño que la pandemia del COVID-19 está produciendo y producirá en el entramado socio-económico de nuestra población.
La contracción económica, la interrupción prácticamente total de las cadenas de producción, el corte abrupto de todo el comercio minorista a excepción del de artículos de primera necesidad y, muy especialmente, el cierre total del sector servicios con la consecuente pérdida de miles y miles de fuentes de trabajo, nos deja un panorama con dos lecturas posibles: Recuperación o Refundación.
Escuchamos hoy a nuestros dirigentes nacionales de todos los partidos profundamente preocupados y ocupados en que esta crisis pase lo más pronto posible y podamos volver, a la brevedad posible, al estado anterior a esta locura que nos toca vivir. Y se intentará que todo quede como si nada de esto hubiese pasado. Loable, muy loable.
Una solución, que requerirá un esfuerzo enorme por parte de todos y que sin duda alguna se conseguirá. Pero si nos quedamos sólo en esto, habremos perdido una oportunidad única y, seguramente, cometido una terrible injusticia.
De todo el arco político se escuchan voces proclamando, o reclamando según sea el caso, que Nadie debe quedar atrás en esta crisis. Y muy cierto y justo es. Pero de ninguna manera podemos olvidar que previo a esta crisis ya había mucha gente que estaba “atrás”, muy atrás.
Reconstruir no debe significar restaurar al estado anterior, cual si de una pieza arqueológica se tratara. Es prácticamente una obligación moral, transformar esta reconstrucción en una Redefinición de los objetivos que nos planteamos como sociedad, en la corrección de los errores o desviaciones que llevaron a buena parte de nuestra sociedad a un ostracismo injusto y vergonzante.
COVID-19 debe tomarse como la oportunidad que nos brinda la historia para barajar y dar de nuevo, corregir los errores, reparar agravios, retornar a sendas que las diferentes coyunturas obligaron a abandonar.
De este modo, volver a implicar a los pueblos de nuestra España vaciada como protagonistas indispensables de este proceso, mediante estrategias de reactivación económica y dinamización social adecuadas, y direccionando los recursos y políticas, revitalizando a la vez sus economías y realidades demográficas aprovechando no solo la asignación de recursos sino también las oportunidades que bien sabe tomar nuestra población, siempre emprendedora, solidaria, y valiente.
Asegurando para todos nosotros, y las próximas generaciones, una recuperación más sólida, sostenible, un resurgimiento al que llegaremos, sin lugar a dudas, fortalecidos y socialmente cohesionados.
M.C.O. Advisor Consultoría & Estrategia