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Manuel Porras Alcántara, Málaga, 1928-2019, fue un escritor, poeta, columnista. Se trasladó a Madrid con sus padres, pero después volvió a Andalucía. Publicó, quince libros de poesía, Se considera que escribió y publicó treinta mil columnas o artículos.
– Además de recibir más de una decena de los grandes premios como articulista de nuestra sociedad, también una treintena de otros premios literarios y, galardones otorgados por la sociedad cultural.
Diría, que a Manuel Alcántara, sin negar todo esos galardones y premios que antes hemos indicado, que en cierto modo le ha sucedido «el síndrome de provincias». Es un adagio, antiguo, en el mundo de las letras, que se indica «si quieres triunfar tienes que ir a la villa y corte». Cierto, es que Manuel Alcántara, fue y le llevaron sus padres, y en la primera postguerra residió y empezó a estudiar en la capital, por razones que desconozco volvió a Andalucía. Y, cierto es, que aunque llegó a escribir, primero en periódicos provinciales, desde los treinta años, y, empezar a publicar libros de poemas, al final, en grandes periódicos nacionales y en grandes conglomerados mediáticos.
A mi, modo de ver, es una pluma y persona y perfil que debería ser y estar más valorado. Quizás, en la «corte y cortes de Madrid», me refiero al mundo de las letras, deberían empezar a pensar, que se pueda vivir y existir en provincias y ocupar un lugar correcto en el mundo de las Musas Literarias y de las Artes y del Saber, igual que los que respiran las aceras y alquitranes de «la corte y villa o cortes y villa».
He indicado, muchas veces, que en mi modesto entender y comprender, el artículo o la columna y todas sus maneras y formas, dentro de la prosa, dentro de la subrama del ensayo, es un género especial, y que un día merecería que a algún autor, aunque yo no lo vea, se mereciese un Premio Nobel de Literatura, por su obra, aunque su producción haya sido, en gran parte en esta diversidad de géneros hibrido entre literatura y periodismo e información, y ya cada voz-pluma, combine con más cultura o con menos, con más actualidad o con menos, con más poesía o con menos, con más imagen visual y plástica o mental o metáfora o con menos.
Indicar, que este género y similares se merece el Premio Nobel, que alguna vez, espero que ustedes vean este galardón a alguna figura mundial, no quiere indicar, que todos los artículos, miles se publican en España cada día, docenas de miles en el mundo cada mañana, docenas de miles de plumas-articulistas-literatos existen en la Piel de Toro, y existen en Europa, y existen en el globo. No quiere indicar que todos tengan el mismo grado de esencialidad y profundidad, igual que no la tienen todos los panaderos. Solo indicar, que «quizás el molde no sea lo importante», que con teatro o poesía o novela o artículos periodísticos se puede llegar a lo más profundo y esencial del ser humano, del hecho-acontecimiento, de la historia del pasado relacionada con el presente, y del presente más real con la esencialidad y el movimiento de la historia.
En estos momentos, de dolor patrio, por diversos motivos, y de dolor mundial, por la pandemía, quizás haya que poner un poco de perspectiva y distancia, recordar, a este gran columnista, en la gran tradición española, también al prolífico Umbral, que según algunas voces, está pasando un purgatorio del escritor, demasiado largo, y recordar toda esa nómina de grandes columnistas que esta Celtiberia ha ido dando, y que ponemos algunos nombres Camba, Azorin, Cavía, Ruano, casi todos los escritores literarios en nuestro suelo han sido columnistas, y sin olvidar a las mujeres escritoras y periodistas.
– Manuel Alcántara, si he entendido bien, en una entrevista indicaba, más o menos, «que con la escritura no se cambia el mundo, solo se puede aspirar a crear estados de conciencia, a hacerle pensar a las personas sobre un tema».
Modestamente, como articulista y pensador y escritor, yo solo aspiro, a lo sumo, a una mezcla de entretenimiento y que otra persona, quizás se haga otras preguntas, que quizás, nunca se haya hecho, o quizás, en su conciencia sea consciente que existe un hecho o un algo un objeto histórico o una realidad, que no sabía que existía, por ejemplo El Beato Facundo, una de las grandes obras artísticas de la humanidad, y que está depositada en la Biblioteca Nacional de España.
Me refiero a mi mismo, para expresar no mi pensamiento y sentimiento, por vanidad o soberbia, que esto no importa, sino para expresar claramente, que igual que las personas, tenemos un núcleo que es el mismo para y en todos, un núcleo biológico pero también social y ambiental y cultural, también, tenemos un perfil único, en el cual, cada uno es independiente y diferente de todos los demás. De los demás de antes y después. Dicen que jamás habrá otra persona igual que usted, en millones de años…
El ser humano además de su entidad esencial biológica-psicológica-alma, vive-existe en la mar de la sociedad-cultura. Lo que un articulista hace, entre otros muchos fines y modos y maneras, y también Alcántara, es explicarnos algo de ese enorme océano-galaxia en el que somos, en esa sociedad y en esas enormes olas de cultura, cultura como modos de ser y de estar y de sentir y de pensar y de hacer y de no hacer, o no sentir o no pensar…
Para terminar, reivindico con esta modesta columna a Alcántara, invito a releerlo, pero también, como no vale ninguna frase, que no intente curar algún mal humano, como decían los viejos griegos, sugiero, que esta Fundación, en una de sus pestañas, realice y construya un directorio de articulistas de esta tierra, tan cansada y tan vieja y tan nueva, de esta Hispania, y en ella, con una pequeña entrada, vaya incluyendo a docenas de miles de articulistas que han existido en estos tres siglos. Sean de más categoría, sean de la villa y corte, o solo de una provincia o un pueblo, sea primera espada como Alcántara o de quinta. Paz y bien y salud, que tanto necesitamos.
https://www.youtube.com/channel/UCP1qKD3iC1dhkOschAftOAQ © jmm caminero (28 mz-02 abr 20 cr).
Fin artículo 2.059º: «Fundación Manuel Alcántara».