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Con la participación del conjunto de la comunidad educativa, las instrucciones que la Consejería ha enviado a los centros permiten continuar la actividad docente en el contexto actual combinando flexibilidad y rigor en la práctica educativa
(Prensa Junta Andalucía) La Consejería de Educación y Deporte ha enviado unas instrucciones para adaptar el final del curso 2019-20 a la situación excepcional provocada por el cierre de los centros educativos a partir de la declaración del estado de alarma por el Covid-19, incorporando las consideraciones más relevantes y repetidas que han aportado los representantes de la comunidad educativa, tras mantener una comunicación activa y fluida en el proceso de elaboración.
Estas instrucciones persiguen el objetivo de aportar seguridad jurídica y claridad, remitiendo al marco normativo vigente tanto para la promoción como para la titulación, aplicándolo con la flexibilidad en la evaluación que las circunstancias excepcionales de este curso requiere.
En este tercer trimestre, los docentes podrán adaptar contenidos y ajustarse a las necesidades y circunstancias de sus alumnos, de tal manera que podrán avanzar materia o dedicar este periodo a reforzar o recuperar el trabajo desarrollado en la parte del curso que ha tenido lugar de forma presencial.
La evaluación final del curso tendrá en cuenta sobre todo los dos primeros trimestres, dado su carácter presencial, mientras que el trabajo llevado a cabo en el tercero, por las circunstancias diferentes del alumnado a la hora de afrontar el proceso de enseñanza aprendizaje, servirá para aportar un valor añadido.
Igualmente, y con el objetivo de que los docentes puedan centrar sus esfuerzos en la atención al alumnado, las instrucciones plantean, con las garantías suficientes, que la adaptación del final de curso a las circunstancias no conlleve más carga burocrática para los centros ni para la inspección educativa.
El consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, ha explicado que “estas instrucciones que hemos enviado a los centros para clarificar este final de curso se apoyan en cuatro pilares: autonomía de los centros, garantía jurídica, diálogo con la comunidad y simplificación de la burocracia en los procesos”.
“Por garantía jurídica, tenemos claro que la promoción y la titulación deben regirse por la normativa vigente. Y también que los docentes son los mejor cualificados para determinar qué alumno puede avanzar materia y cuál tendrá que reforzar o recuperar. Valoramos el enorme esfuerzo del profesorado, del alumnado y sus familias, y rechazamos el aprobado general, pero tampoco queremos que ningún estudiante se quede atrás”, ha insistido.
El consejero ha recordado que “para la elaboración de estas instrucciones hemos mantenido una comunicación activa y fluida con la comunidad educativa y hemos tenido en cuenta las peticiones más relevantes y repetidas por todos”.
“Además, no vamos a cargar a los docentes, los equipos directivos ni a la inspección con más tareas y burocracia. El objetivo es la plena dedicación a los alumnos. Una vez más, quiero que quede constancia del agradecimiento de toda la Consejería al enorme esfuerzo de los equipos docentes y las familias durante este final de curso”, ha concluido.