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El pasado mes de marzo se aprobaba el estado de alarma en España. El coronavirus, una pandemia mundial sin precedentes, penetraba en nuestro país. Miles de fallecidos y contagios en un escenario muy incierto. Ante este panorama, lo mejor, cumplir estrictamente todas las normas explicadas por las autoridades sanitarias. Así se podrá llevar el confinamiento de un modo responsable y correcto.
En este periodo de tiempo, si hay una red que ha experimentado gran demanda y aumento de usuarios, es sin duda alguna, internet. Tanto para trabajo como ocio. De hecho, desde la alerta por el Covid-19 ha subido el número de compras on-line en distintas plataformas tales como Amazon. El internauta adquiere en estos portales, básicamente todo tipo de productos: alimentación, ropa, electrónica, libros, música, etc.
Asimismo, en los servicios streaming se palpa el crecimiento. Desde Netflix a Youtube o HBO han seducido a millones de usuarios dispuestos a consumir experiencias virtuales que los lleva al máximo disfrute de documentales, series y películas. Y todo ello con el atractivo de no disponer de cortes publicitarios. Si no se puede o no se desea ver más por hoy, se sigue el día siguiente o en cualquier otro momento.
El feedback e Interactividad de las nuevas tecnologías es latente también en los videojuegos. Ya sean deportivos, de acción o juegos de mesa. Desde casa frente a otros jugadores conectados ubicados en cualquier otra parte del planeta. Se puede disputar diferentes partidas en las que mostrar estrategia, tácticas y audacia y al mismo tiempo entretenerse.
Un sector que ha contribuido con responsabilidad a quedarse en casa es el del deporte. Aunque es cierto que se organizaron sesiones online de gimnasia, ejercicios, educación física, se suspendieron todo tipo de competiciones deportivas al aire libre. Y lógicamente los casinos en línea, puesto que a las personas que le gusta apostar en lo deportes no pueden hacerlo por el momento.
Las nuevas tecnologías se han implantado en todos los sectores de nuestra vida. De hecho, hemos podido estar conectados con familia y amigos gracias a las videollamadas desde el móvil, tablet u ordenador. Al otro lado de la pantalla, la otra persona nos veía y oía. Se han cantado cumpleaños, santos, día del padre, día de la madre y tantas otras celebraciones.
Gracias a las tecnologías de la información muchos sectores han podido trabajar desde casa. El denominado teletrabajo es una realidad. Sin necesidad de desplazamientos, el día a día de tu empresa desde el ordenador en casa. Pudiendo guardar así la distancia social que nos piden y reduciendo la posibilidad de contagio.
La educación también se ha reinventado. Implantando clases online a través de plataformas tales como Zoom o Meet. Se han usado campus virtuales para subir ejercicios grupales y practicas individuales. Y las clases magistrales online se han impartido con toda normalidad.
La formación es fundamental. Y de manera online se han realizado visitas virtuales a exposiciones y museos. Hay recursos para aprender tales como los cursos de idiomas y mejora de competencias y habilidades digitales.
En definitiva, la tecnología tras la crisis del COVID-19 se implantará aún más si cabe y en nosotros está el usarla correctamente y adecuarla con el correspondiente ocio, actividad física y social.