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Entre las obras más importantes de la literatura española una de las destacadas es sin duda la historia de Lazarillo de Tormes. Se trata de una novela que entra en el género de la picaresca y nos va relatando la vida de un joven de Salamanca que por su humilde origen tiene que trabajar para otros como sirviente o criado.
Mientras lleva a cabo sus labores el mismo hace uso de la picaresca y el ingenio para poder saciar su apetito y sobrevivir. Sin embargo su forma de vida cambió considerablemente debido a algunos de sus amos, entre los cuales están el clérigo, el ciego o el escudero. A lo largo de toda la novela podemos seguir la vida de un joven que crece con diferentes amos.
De igual forma vamos a ver a lo largo de la historia como el tema de la piscaresas están presente y forman parte de la actitud de joven. No obstante, esta faceta la va adquiriendo el protagonista mientras la historia transcurre, de modo que empieza a aprender de la vida y a entender que si quiere salvarse tiene que hacer uso de todo su ingenio y picardía.
De este modo mientras los hechos ocurren, vemos como el protagonista va adquiriendo una educación “picara” las cuales comienzan tras el engaño del ciego. Este joven con un origen humilde y bondadoso, ve quebrantado estos principios por las experiencias que va adquiriendo con su trabajo y las relaciones que establece con el resto de personajes de la novela.
Bajo estos principios va transcurriendo la historia que fue escrita en el Renacimiento durante la primera mitad del siglo XVI. Todo en medio de una situación político complicada, ya que se puede decir que en el siglo XVI, había dos gobiernos 1517-1556, reinaba Carlo I, el cual de hecho se nombra en el libro. Mientras que el otro es de 1556 a 1598, donde estuvo Felipe II, hijo de Carlos I.
Con esto en mente el contexto literario que representa toda la historia se puede ver en el contexto real de cómo era la sociedad en el siglo XVII. Hay que mencionar que el género de esta novela fue rechazado por la crítica más conservadora, debido a que el tema principal de la novela era la moral. Recordemos que, si bien los personajes que se muestran en la historia están bien considerados en la sociedad, la realidad es que presentan un falso sentido del honor.
De hecho, en términos generales, podríamos decir que los personajes son el rotundo reflejo de la hipocresía por lo que la dignidad de todos ellos aparece malparada. Como tal la obra transmite un fuerte mensaje sobre lo duro de la vida y cómo ante estas situaciones cada uno mira por sus propios intereses.
Mientras la historia transcurre dicho mensaje se hace cada vez más fuerte, de tal modo que se denuncia en la sociedad, que la gente que parece “virtuosa” solamente es eso una apariencia. Dando a entender, que da igual como seas pero actúa como ello, y así aunque no lo seas lo parecerás.
Obviamente la visión que nos da del mundo y de la sociedad en el Lazarillo de Tormes va rumbo a una realidad desencantada. Este mensaje era tan claro y evidente que la Inquisición prohibió esta obra y la colocó en la famosa lista de los “libros prohibidos”. Pese a esto su influjo fue imparable y gracias al Lazarillo y su tendencia picaresca, se marcó un antes y un después en la historia de la literatura.
Esta obra es que está escrita en un lenguaje natural, simple y a veces en modo de conversación. De este modo, que se presenta como una parodia de la prosa idealista, con un estilo plano, con giros y palabras populares, todo en un tono bastante humorístico.
De igual forma, la función del lenguaje que domina esta novela es informativo, debido a que en varias ocasiones se hablan de hechos. Al mismo tiempo, es cotidiano, porque los personajes principales del trabajo son personas de clase sociales bajas y sin procesar. A pesar del hecho de que, el autor del libro fue cultivado, este solo pudo escribirlo en el lenguaje lingüístico.