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En los tiempos que corren, nunca ha estado tanto en boca de la gente el concepto de consumo local. Hoy vamos a conocer un poco más algunos proyectos que llevan por bandera la producción local, el cuidado al medioambiente, y la revitalización de los servicios que se están viendo dañados por este contexto en el que nos encontramos.
Empecemos por conocer Sabor a Málaga, un proyecto que bajo el nombre de esta marca, tiene como objetivo unificar los productos de mayor calidad de la provincia. Este proyecto surgido en 2011 trabaja con productores, comercios, y restaurantes para traer a las neveras de todos los productos autóctonos de huerta como es el gran conocido aguacate malagueño, productos ganaderos y de mar, así como el aceite, el producto estrella del sur. Este proyecto apuesta por la producción y el consumo de la dieta mediterránea, que es una de las mejores dietas a seguir según recomiendan los especialistas. Y es que una buena dieta es imprescindible para todos los seres humanos. Aquellos que pasan largas horas sentados como son los jugadores de profesionales de esport o poker deben tener unos buenos consejos alimentarios para una dieta equilibrada. Así, esta marca compendia una gran variedad de productos autóctonos, además de promover una alimentación variada y de calidad, además de sostenible. Para darse a conocer, Sabor a Málaga ha promovido un vídeo en el que nos invita a consumir estos productos de cercanía y a hacer uso de los servicios a domicilio de empresas malagueñas.
Pero esta no es la única marca que se ha subido al carro de la producción local y ecológica. Tierra de Sabor es otra marca ubicada en Castilla y león, que defiende la importancia de la producción de alimentos de la comunidad con una clara orientación hacia la calidad, ya que incluso poseen la etiqueta de denominación de origen. Aúnan bajo el nombre de la marca producciones de ganadería vacuna, ovina, y porcina, así como producciones de frutas y hortalizas, legumbres, y derivados lácteos y de cereales. También han creado una guía de restaurantes de la comunidad, y ofrecen al mercado, a los profesionales y a los consumidores, una innovadora propuesta en torno a esta marca.
Tanto Tierra de Sabor como Sabor a Málaga tienen un objetivo común que es la defensa del patrimonio gastronómico autóctono de cada zona, en contraposición a la red de consumo global y a las grandes superficies, donde se disipa el origen del producto en pro a unos precios que no pueden competir con la producción local. Por eso, estas marcas tienen el objetivo de acercarnos a los productos de la zona. Cada vez más personas prefieren ir a comprar a un supermercado en el que tienen todos los productos en un mismo lugar, que ir a comprar a las diferentes tiendas de los vecinos y vecinas del barrio, ya que eso supone más tiempo. Es por esto que este tipo de marcas ponen en jaque la idea de economizar el tiempo consumiendo en una gran superficie, defendiendo la calidad del producto y la red de consumo local, que muchas veces, es más económico que un supermercado.
La situación que nos acontece además, nos brinda la oportunidad de hacer una reflexión sobre la necesidad de un cambio en nuestro modus operandi de consumo. Necesitamos de la producción y del consumo local, para un cambio global. Esta es la base no solo para revitalizar nuestra economía, sino también para toda propuesta basada en la sostenibilidad, que a estas alturas, ya no es una cuestión opcional, si no más bien de obligado cumplimiento.
En definitiva, gracias a este tipo de marcas cada vez se nos acerca más el producto local y es más conocido que aquellos productos de supermercado. Puede que estemos viendo el fin de una era, y el comienzo de un nueva en la que la sostenibilidad y la red de consumo local sean puestas en el centro del debate y por fin podamos movernos hacia un futuro más sostenible en el que no solo las grandes empresas tengan éxito, sino también los vecinos y las vecinas con sus pequeños comercios y producciones. Agenda 2030, ¡allá vamos!