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Laura Fernández participa en la Comisión de Reconstrucción y avisa de que ignorar el impacto de género en esta crisis agravará las desigualdades
(Prensa Junta Andalucía) La directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Laura Fernández, ha participado esta mañana en la subcomisión de Políticas Sociales y demás servicios esenciales de la Comisión de estudio sobre la recuperación económica y social de Andalucía a causa de la pandemia del COVID-19, constituida en el Parlamento autonómico, y ha abogado por una reconstrucción de Andalucía con perspectiva de género: “Ignorar el impacto de género en las consecuencias económicas y sociales del COVID, agravará las desigualdades, no podemos tomar medidas de reconstrucción sin tenerlas en cuenta”. Además, ha avanzado que durante este periodo el Teléfono de Atención a las Mujeres (900 200 999) lleva dos meses consecutivos, abril y mayo, superando sus volúmenes históricos de llamadas.
Fernández ha dado “la visión de esta crisis desde el Instituto Andaluz de la Mujer” y ha defendido “los planteamientos para que en la reconstrucción de Andalucía no se olvide la perspectiva de género, que se tenga en cuenta cómo afecta a las mujeres las decisiones que se adopten para la reconstrucción”. En este sentido, ha detallado la reorganización y adaptación de los recursos del IAM tras declarar el Gobierno andaluz, mediante la Orden de 15 de marzo, la atención a las mujeres víctimas de violencia de género como servicio esencial.
Así, ha explicado que desde el primer momento de esta crisis “el Instituto Andaluz de la Mujer garantizó la atención a las mujeres víctimas de violencia de género a través del funcionamiento de la línea 900 200 999 y de los recursos de acogida”. No en vano, la directora del IAM ha avanzado que el Teléfono de Atención a las Mujeres, que estableció un protocolo actualizado casi diariamente en atención a las llamadas y preguntas más frecuentes ante la nueva situación, lleva dos meses consecutivos batiendo su récord histórico de llamadas: con 3.910 en mayo y 3.815 en abril.
Desde el 14 de marzo al 14 de junio, se han producido 10.200 llamadas en la línea 900, de las que 7.049 están relacionadas con violencia de género lo que supone el 69,10% del total. “Las consultas sobre violencia de género han ido aumentando a lo largo de los días de confinamiento: de un 23% durante los primeros días del estado de alarma hasta situarse ahora en el 69%”, ha destacado Laura Fernández, quien ha subrayado un dato fundamental en cuanto a la implicación de la ciudadanía en la lucha contra la violencia machista: “En mayo las consultas realizadas por allegados, familiares y vecinos de las mujeres víctimas de violencia de género se han multiplicado por cuatro, pasando de 75 en 2019 a 341 en 2020”.
La directora del IAM también ha señalado que el Servicio Integral de Atención y Acogida a Mujeres Víctimas de Violencia de Género y personas dependientes a su cargo, formado por los centros de emergencia, casas de acogida y pisos tutelados, ha seguido funcionando con normalidad. No obstante, siguiendo las recomendaciones sanitarias, se han elaborado protocolos de prevención, para evitar que el COVID-19 pudiera propagarse en los centros de acogida; de contención por si alguna usuaria se viera afectada por el virus y de ampliación en el caso de que fueran necesarias contar con más plazas ante un aumento de la demanda. “En el periodo que va del 14 de marzo al 14 de junio se han producido en los centros de acogida un total de 316 ingresos: 181 son mujeres (57,27%) y 135 menores de edad (42,72%). Son 69 ingresos menos que en el mismo periodo del pasado año”, ha informado Laura Fernández.
Asimismo, ha recordado que se han mantenido vía telemática la atención psicológica, jurídica y social con estas mujeres a través de los Centros Provinciales de la Mujer y de los programas de apoyo psicológico dirigidas a menores víctimas de violencia de género y a las hijas y hijos de mujeres que han sufrido violencia machista. También se han habilitado dos correos electrónicos para las víctimas de violencia de género y de agresiones sexuales con el objetivo de facilitar la comunicación de estos hechos. Y, en este sentido, ha destacado la coordinación y colaboración con el resto de administraciones: con los ayuntamientos, mediante de los Centros Municipales de Información a la Mujer, y con el Gobierno de España a través del Ministerio de Igualdad.
Además, Fernández ha puesto en valor que durante la declaración del estado de alarma el IAM ha lanzado dos campañas -Mascarilla 19 en colaboración con las farmacias andaluzas para que las mujeres pudieran denunciar su situación y ‘Si escuchas una situación de violencia de género, actúa y denuncia. No la dejes sola’ con las comunidades de vecinos- y dos guías: una sobre los recursos ante el COVID-19, que la Dirección General de Personas con Discapacidad e Inclusión adaptó a lectura fácil, y otra sobre conciliación.
En este punto, ha agradecido “el gran trabajo del personal funcionario, laboral, y externo del IAM, que pese a la incertidumbre y la falta de experiencia previa en una situación de este calibre, no dudaron en trabajar a contrarreloj, para adaptar todos los recursos para seguir atendiendo a las mujeres andaluzas y que lo han hecho con gran profesionalidad, dedicación, esfuerzo y cariño durante todo este tiempo y siguen haciéndolo a día de hoy”.
La directora del IAM ha concluido su intervención llamando la atención en que “las mujeres han sufrido de manera diferente el impacto de esta pandemia, así como las consecuencias de la misma, tanto económicas como sociales y familiares. Por lo tanto, consideramos desde el IAM que es imprescindible aplicar la perspectiva de género en la respuesta a la crisis”. A este respecto, ha destacado la sobrecarga del trabajo sanitario y de servicios esenciales. “En España, según la Encuesta de Población Activa (EPA), las mujeres representan el 66% del personal sanitario: en concreto, son el 51% en medicina, el 84% en enfermería, el 72% en farmacia, el 82% en psicología y el 84% del personal de residencias para mayores y personas dependientes”.
Asimismo, ha subrayado la responsabilidad de las tareas de cuidados: “El rol tradicional de cuidadoras asignado a las mujeres les otorga un grado de presencia en la respuesta a la enfermedad que debe ser tenido en cuenta en el abordaje de la crisis. En el ámbito privado, las mujeres asumen la mayor parte del trabajo doméstico y el 70% de las tareas de cuidados”. Así como la mayor pobreza y precariedad laboral que sufren las mujeres y ha advertido de que “la feminización de la crisis exige respuestas con perspectiva de género. Las mujeres están situadas en peor situación para afrontar una nueva crisis”.
Además, ha llamado a “no olvidar a las mujeres que tienen doble discriminación, por ser mujeres y por tener alguna discapacidad, por ser lesbianas, trans, por pertenecer a diversas etnias, por ser migrantes, por ser mujeres mayores, niñas, por vivir en el mundo rural…”.