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Se trata de los dos primeros casos llevados a cabo en Andalucía
(Prensa Junta Andalucía) Profesionales del Hospital Materno Infantil de Málaga han realizado con éxito la extracción de tejido ovárico y posterior conservación para preservar la fertilidad de dos menores con cáncer. Se trata de los dos primeros casos que se llevan a cabo en Andalucía desde la puesta en marcha del Banco de Criopreservación de tejido ovárico andaluz.
Desde el pasado mes de octubre, el Hospital Regional Universitario de Málaga cuenta con la autorización para la extracción, conservación y reimplante de este tejido. Las extracciones se llevan a cabo en los quirófanos de pediatría del Hospital Materno Infantil, centro perteneciente al Hospital Regional Universitario de Málaga.
La técnica consiste en extraer de una porción de uno de los ovarios de las pacientes mediante técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas. Posteriormente se inicia el procedimiento de criopreservación de forma inmediata en el Área de Fertilidad de Ginecología, donde se obtienen pequeñas muestras de tejido ovárico.
Una pequeña parte es enviada para su estudio anatomopatológico y el resto se introduce en una sustancia que inicia la preparación de las muestras para la posterior preservación por congelación al Centro de Transfusiones, Tejidos y Células de Málaga (CTTC), donde se finaliza el procesamiento que prepara al tejido extraído para su conservación definitiva a baja temperatura en contenedores de nitrógeno líquido.
La primera intervención se realizó el pasado 26 de mayo a una menor de 14 años con una neoplasia maligna cuyo tratamiento implicaba alto riesgo para un fallo ovárico precoz. Actualmente la paciente está recibiendo tratamiento quimioterápico de la enfermedad y no presenta complicaciones relacionadas con la cirugía. La segunda intervención se realizó el día 4 de junio. Una menor de 15 años diagnosticada de tumoración maligna de órbita que debía iniciar de forma inmediata tratamiento quimioterápico, que ponía en riesgo su fertilidad en el futuro, fue intervenida también sin incidencias. El resultado de los estudios anatomopatológicos del tejido ovárico de ambas indica presencia de folículos en cantidad normal y no afectación por la enfermedad de base.
Este proyecto, en el que se ha trabajado durante más de cuatro años, surgió tras la necesidad detectada por profesionales del Hospital Materno Infantil de Málaga de implementar en Andalucía uno de estos bancos, puesto que una de las secuelas de los tratamientos oncológicos es la infertilidad. Hasta octubre, se había ofertado la posibilidad de preservar la fertilidad en centros de otras comunidades autónomas, si bien pocas pacientes lo habían hecho a consecuencia de los retrasos en el inicio de los tratamientos y por el traslado. Tras una reunión del Grupo Español de Cirugía Oncológica Pediátrica (GRECOP), el cirujano pediátrico del Hospital Materno Infantil de Málaga, Rafael Parrado, comenzó a trabajar con distintos profesionales para implementar este banco en la provincia , con el objeto de que fuera el referente para toda Andalucía.
Los casos propuestos se evalúan por un comité que determina su idoneidad y en el que están presentes profesionales de los servicios de Anatomía Patológica (Dr. Weil), de Cirugía Pediátrica (Dr. Parrado), del CTTC (Dra. Ponce), de Unidad de Reproducción (Dr. Reche y Dra. Ruiz), de Hematología y Hemoterapia Pediátrica (Dra. Rodríguez), de Oncología Pediátrica (Dra. Gutiérrez) y de Radiología Pediátrica (Dra. Bravo y Dra. Martínez).
«Las pacientes diana para este tipo de procedimientos son aquellas niñas prepúberes que requieran un tratamiento que implique un riesgo elevado de provocar un fallo ovárico precoz, esto significa que podrían presentar una menopausia precoz y por lo tanto se podrían ver limitadas sus posibilidades de descendencia, así como alteraciones endocrinológicas derivadas de la misma», explica Parrado.
Para ello, las pacientes con un diagnóstico oncológico declaradas idóneas por el comité, se someten a una intervención mínimamente invasiva mediante laparoscopia en la que los cirujanos pediátricos extraen una porción de tejido ovárico.
Según explica Rafael Parrado, el cáncer puede dañar los ovarios por afectación directa, bien porque se desarrolle a partir del ovario o por cercanía, o bien por implantación de células cancerígenas que el tumor envía a través de la sangre. «No se conocen completamente los mecanismos que ocasionan la lesión de los ovarios tras un tratamiento quimioterápico en las niñas y existen muchos factores implicados, como el grado de toxicidad del fármaco, las dosis y la edad del paciente. La radioterapia, tanto ovárica como corporal, es un tratamiento que se asocia con un riesgo elevado de desarrollar infertilidad posteriormente», explica el cirujano.
La preservación
En este sentido, la responsable de tejido ovárico del CTTC en Málaga, Laura Ponce, señala que, «una vez se añade la solución crioprotectora y se introduce en congelador biológico programable, obtenemos el tejido óptimo para almacenar en nitrógeno líquido a menos 196ºC. Con todo el proceso se consigue una viabilidad de manera indefinida», y comentó que al tiempo que apunta que, además del uso autólogo reproductivo, también puede obtenerse un uso endocrino como terapia hormonal sustitutiva, lo que ofrece más posibilidades asistenciales.
El implante
La reimplantación del tejido ovárico, tanto en el abdomen como en la piel, permite obtener folículos válidos que podrían tener como finalidad la concepción, y retrasar o revertir la menopausia precoz. En este sentido, Rafael Parrado señala que, en la actualidad, el implante puede hacerse, bien en el interior del abdomen -cerca de la zona de extracción- o bien debajo de la piel. «En el primer caso sería posible la ovulación y la concepción sin necesidad de ningún otro procedimiento. Si se implanta debajo de la piel, sería necesario extraer los óvulos y realizar técnicas de inseminación in vitro. Ambas cirugías son rápidas y con un bajo índice de complicaciones «, apunta el cirujano pediátrico.
La creación de este banco en Málaga como centro de referencia para la realización de esta técnica en Andalucía requirió de la autorización de la Secretaría General de Investigación, Desarrollo e Innovación en Salud de la Consejería de Salud y Familias, de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida, del Comité Ético y Dirección Gerencia del Hospital Regional Universitario de Málaga, así como de la Comisión Nacional de trasplantes.