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La innovación social es la creación, implementación y difusión de nuevas prácticas sociales en áreas muy diferentes de la sociedad. El Plan Fermenta lo ha aplicado como alternativa laboral para las personas con diversidad funcional de forma efectiva, eficiente, sustentable y justa, apoyándose en la filosofía de considerar la sociedad como un todo, en lugar como una mera suma de individuos.
Hoy en el salón de actos del Grupo de Desarrollo Rural Valle del Guadalhorce, ha tenido lugar el acto de entrega de diplomas del proyecto de inserción social Plan Fermenta. Tras la clausura telemática del proyecto, debida al COVID 19, este acto presencial ha estado cargado de emoción, tanto por el reencuentro de los participantes y queserías colaboradoras, como por la entrega de diplomas y diversos recuerdos conmemorativos.
En este acto de entrega de diplomas del proyecto han estado presentes, la presidenta de Quesos de Málaga, Lourdes Rivero Cotos y la presidenta de la Asociación de Colores, María Fuensanta Solano Jiménez, los participantes en el proyecto y Josefa Burgos y José Antonio Gallardo de las queserías El Pastor del Valle y El Pinsapo.
El Plan Fermenta se ha llevado a cabo por la Asociación de Quesos de Málaga junto con la Asociación Decolores y se ha puesto en práctica gracias a Obra Social de La Caixa, la Diputación de Málaga y La Noria.
Plan Fermenta ha sido un proyecto de inserción social en el sector de las queserías, ya que este es un ámbito laboral rural de alta proyección en el Valle del Guadalhorce, y ha contado con Patricia Solis, como terapeuta ocupacional y cinco participantes que han desarrollado sus funciones en las queserías artesanas de El Pastor de Valle, La Hortelana y El Pinsapo. El proyecto ha tenido una duración de ocho meses y ha sido un programa que se ha inspirado en la transformación (como la fermentación al queso) para intentar cambiar la visión que tiene la sociedad sobre las personas con diversidad funcional mediante la innovación social.
En este sentido, los resultados de la experiencia han sido más que satisfactorios. Las queserías han comprobado cómo los participantes, no solo se adaptaban perfectamente a los puestos de trabajo, sino que incluso aportaban soluciones innovadoras o sugerencias de formas alternativas de producción y las personas participantes han ganado tanto en seguridad personal, como en experiencia, al comprobar que pueden desenvolverse en un ambiente laboral.
