El Plan Málaga se centra en transferencias a los ayuntamientos, inversiones en obras y equipamientos, ayudas a los principales sectores productivos y apoyo a las familias y colectivos vulnerables
Se trata del plan más ambicioso en la historia de la Diputación de Málaga, y que está dotado de 233 millones de euros. El mismo contiene una partida que define la esencia del Plan Málaga: la inyección de 70 millones de euros a los ayuntamientos, para que dediquen su mayoría a lo que necesiten.
Entre la cuantía que se ejecutará a través de los ayuntamientos y las acciones propias de la Diputación, el Plan Málaga pone encima de la mesa, también una cuantía para obra pública de 65 millones de euros. Entre esas actuaciones destacan el plan de infraestructuras hidráulicas para la comarca de Antequera, la Senda Litoral o el PFEA. Además de las propias obras que programen los consistorios con la única condición de crear empleo.
El Plan Málaga también está destinado a la reactivación y recuperación del tejido productivo, por lo que 20 millones de euros van dirigidos a los sectores productivos de la provincia, para que puedan recuperar el terreno perdido y seguir contribuyendo a la creación de empleo y dinamización de la economía.
En cuanto a la industria turística, a través de Turismo Costa del Sol se invertirán 10,87 millones de euros en acciones promocionales. Una de las acciones será la bonificación con cien euros hasta 25.000 estancias hoteleras en la provincia a profesionales sanitarios de toda España.
Por último, destacan los 20,6 millones para políticas sociales que va a permitir, entre otras cuestiones, seguir reforzando los servicios y centros sociales de la institución provincial, además de articular numerosas ayudas para las familias, atendiendo a los más vulnerables.