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Primero, doy todo mi apoyo a las medidas aprobadas por unanimidad por el Gobierno y las autonomías frente al Covid-19.
Segundo, rechazo vehementemente la convocatoria de la manifestación contra las medidas frente a la persistencia de la pandemia causada por el Covid-19.
He estado -como pueden leer en los artículos publicados por la gentileza de este digital- desde el inicio y durante toda la primera oleada de la pandemia de acuerdo con la línea defendida por Unificación Comunista de España. Posición que defiendo -y defiende-, como premisa básica para poder vencer la emergencia sanitaria a la que nos enfrentamos, la unidad y el apoyo cerrado a todas las medidas aprobadas por las autoridades para contener el avance del coronavirus.
Por eso he respaldado, firmado y difundido, los seis manifiestos publicados e impulsados por Recortes Cero bajo el título “Para ganar a la Covid-19: Unidad y Solidaridad”. Lo que ha incluido las recomendaciones sanitarias de gobiernos de diferente signo -algunos de ellos, como la Xunta de Galicia, presidida por el PP- muy alejados de nuestro posicionamiento político. Porque mi posición línea ha sido, y va a seguir siendo, que ante la pandemia es necesario unidad, unidad y unidad, por encima de las lógicas diferencias políticas.
Hace escasos días el Gobierno de España, con el acuerdo unánime de todas las comunidades autónomas, ha aprobado 11 medidas de obligado cumplimiento en todo el territorio nacional, en un momento especialmente delicado, en el que es imprescindible y urgente contener los nuevos brotes que afectan a numerosos territorios. Por eso respaldo todas y cada una de esas 11 medidas. Y animo a toda la población a unirse para defender la salud frente a la Covid-19.
Y por ello rechazo sin ninguna vacilación la convocatoria de la manifestación contra las medidas aprobadas para contener el coronavirus, celebrada en la plaza de Colón de Madrid el pasado domingo.
No solo me opongo a las consignas anticomunistas que allí se corearon, entre ellas la de calificar al coronavirus de “virus comunista”. Rechazo con la misma contundencia todas las consignas “negacionistas”, que contra toda evidencia afirman que no existe ninguna pandemia y atacan los medios más eficaces de que disponemos para protegernos, como el uso de la mascarilla o el respeto a la distancia social.
El negacionismo es reaccionario, por los turbios intereses que lo impulsan y promueven, y sobre todo porque ataca la salud de todos. Porque esta es una de esas cuestiones que van mucho más allá de cualquier idea política, y de las normales diferencias del debate democrático. La salud es lo primero. Y defenderla exige unidad, unidad y unidad.
Reservo para otro momento -con la amplitud y rigor sobre los que baso siempre mis artículos- el análisis sobre quién, y por qué, impulsa hoy el negacionismo, las fuerzas que lo alientan y los intereses que defienden. Pero sin dilación expreso mi más firme condena a quienes pretenden dividir a la sociedad y atacan la salud de toda la población.
Eduardo Madroñal Pedraza