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Los cinco sentidos del ser humano son: oído, tacto, olfato, gusto y vista. Éstos se experimentan por distintas partes del cuerpo tales como oídos, nariz u ojos. Sin embargo, el ojo es el más importante, puesto que un alto porcentaje de los estímulos que percibimos llegan gracias a la vista. Por tanto, es un elemento fundamental y vertebrador.
En muchas ocasiones y por diversas razones, sobre todo a partir de los 40 años, con la aparición de la presbicia, son muchas las personas que comienzan a ver mal de cerca. De hecho, la lectura de una noticia en un periódico o la del prospecto de un medicamento se vuelve una misión imposible. Contra la fatiga visual, nada como unas buenas gafas de lectura para que la lectura sea un placer y no un calvario.
Los problemas de visión, afectan también de manera considerable al público infantil. Desde un descenso en el rendimiento educativo a una visión borrosa. Además, son muy comunes los dolores de cabeza, fatiga visual y salirse de los espacios mientras colorea un dibujo. Otro elemento revelador es la nula atención y concentración en las distintas actividades de ocio o educativas.
Pero si el problema va más allá y se necesitan lentes con graduación, se debe buscar la flexibilidad y comodidad para solucionar los trastornos visuales. Desde la miopía, al astigmatismo o la vista cansada para lectura. Sin duda, en estos tiempos que nos toca vivir debido al COVID-19 y en los que el uso de mascarilla es obligatorio en todo el territorio español, es más que aconsejable unas lentes de contacto 365, ya que estas no se empañan como las gafas de cristal, ni se ensucian constantemente. Asimismo, las lentes permiten usar gafas de sol y otros tipos, ganando en comodidad y sin cambiar el aspecto.
Sin embargo, las lentes de contacto presentan algunas desventajas frente a las gafas. Sobre todo, a la hora de ponerlas y quitarlas, que es donde mayor tiempo se puede tardar. En un mundo donde se exige tanta inmediatez y rapidez, es cierto que unas gafas siempre tardarán menos tiempo en ser quitadas que unas lentes. Después, la correcta higiene de cada lentilla para así evitar infecciones tales como conjuntivitis, ojos rojos o sequedad ocular.
En definitiva, cada cual elegirá que le viene mejor. Una vez vistos los pros y contras tanto de las gafas como de las lentes de contacto cada persona optará por el elemento visual que le sea más óptimo en función de sus necesidades y gustos.