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Ana María Jiménez Gómez, (Estudiante de Periodismo en la UMA) ¿Qué estabas haciendo ayer a las cuatro de la tarde? La respuesta, si eres Paz Vega, Javier Rey o Macarena Astorga, es: grabando las últimas imágenes de La Casa del Caracol. Algo más de 24 horas después, el auditorio del Museo Picasso resume, en dos minutos de tráiler y una hora de conversación con ellos tres, una de las obras más esperadas en esta edición del Festival.
Macarena Astorga, que se inaugura como directora de largometraje, confiesa pequeños detalles de la película como su preocupación por la grabación de secuencias como la de la verbena (por la cantidad de personajes en la escena), los pequeños homenajes e inspiraciones en paisajes o diálogos a Stephen King y El Resplandor, o la cantidad de TikToks que grabaron las miembros más jóvenes del reparto, Ava Salazar y Luna Fulgencio, durante el rodaje.
El día se ha vestido de largo, al menos en la duración de las obras presentadas en el teatro Cervantes, ya que el protagonismo de la mañana ha recaído en Back Beach, que invita a reflexionar al espectador sobre la percepción socioeconómica de África, y Un mundo normal, que presenta unas situaciones, unos personajes y una trama que de normal no tienen nada.
Entrada la tarde, el cine Albéniz sonríe y tararea con los medio malagueños/ medio gaditanos de Mi gran despedida, de Antonio Hens y Antonio Álamo, aunque es más bien de ellas tres: Puri, Milagri y Sara. Eso sí, el protagonista oficial del día ha sido Carlos Márquez – Marcet, galardonado con el Premio Málaga Talent por su talento y breve pero intensa trayectoria en el mundo del cine.
Denuncia social, risas, excentricismo, terror, suspense, talento. En definitiva: 3º jornada del Festival de Cine de Málaga.