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La delegada de Empleo Carmen Sánchez modera una mesa con expertos en política comunitaria aplicada al mundo rural y en economía social
(Prensa Junta Andalucía) La delegada territorial en Málaga de las Consejerías de Empleo y Transformación Económica de la Junta de Andalucía, Carmen Sánchez Sierra, ha sido la encargada de moderar la tercera sesión del I Congreso Europeo de Innovación Social frente al reto del Despoblamiento que se organiza desde el área de Innovación Social y Despoblamiento de la Diputación Provincial con la colaboración de la entidad Rural Crowdfunding hasta el 20 de noviembre de forma online.
En esta tercera jornada, la temática ha girado en torno a la situación de los jóvenes y las mujeres en el medio rural despoblado y el papel relevante de las empresas sociales.
Para poner a los panelistas y participantes en contexto, Sánchez Sierra ha hecho un diagnóstico de la situación del despoblamiento en el ámbito rural malagueño basado en los datos del Observatorio Argos destacando que “la tasa de paro de las mujeres en el mundo rural llega a superar el 60% frente a las grandes ciudades que se sitúa en el 58% por su papel tradicional atribuido a sus competencias asociadas al ámbito familiar que muchas veces les ha obligado a sacrificar sus aspiraciones de incorporación al mercado laboral”. A esto, ha añadido que en el caso de los jóvenes, que ocupan una tasa de paro del 20% “se ven obligados a marcharse a poblaciones mayores para su formación, no retornando a sus lugares de origen”.
Por ello, la delegada Carmen Sánchez, ha apostado por “un crecimiento inteligente, sostenible e integrador que facilite el desarrollo del emprendimiento, mejore la conectividad y los servicios públicos y favorezca a las empresas de economía social para que colectivos de jóvenes, mujeres y aquellas personas en riesgo de exclusión social puedan establecerse en los pueblos como medidas eficaces para afrontar los problemas de la pérdida de población en el territorio rural”.
En este sentido, Sánchez Sierra ha puesto sobre la mesa los positivos datos de la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas de Trabajo, FAECTA, “en 2020 y plena pandemia se han creado en Andalucía 419 empresas de economía social que han generado más de 7000 puestos de trabajo. Lo que se traduce que tenemos en nuestra comunidad autónoma más de 24.700 cooperativas y 17.600 sociedades laborales, que nos da una idea de la resiliencia y de la importancia de apostar por este modelo empresarial”.
El primero de los ponentes ha sido Jean-Louis Everaerts, gerente de Programas de la Comisión Europea en la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural; quien ha definido el Programa de Desarrollo Rural, PDR, de la UE como “la caja de herramientas de la ingeniería administrativa que nos permite poner en marcha estrategias para la política agroalimentaria comunitaria, soluciones para el ámbito medioambiental a través del Pacto Verde de la PAC y para el enfoque territorial de futuro”.
Everaerts ha informado que la UE tiene en marcha hasta 60 medidas dentro de los Fondos Leader de ayuda que se destinan a España para “dar oportunidades de empleo a jóvenes y mujeres que elijan el ámbito rural para desarrollar su futuro laboral”.
El experto de la Comisión Europea ha explicado que “hasta el segundo trimestre de 2021 estamos inmersos en un proceso de consulta a través de una encuesta europea para que los ciudadanos decidan el modelo de futuro que quiere para su territorio. El reto es tener una visión integradora que implique a los colectivos sociales en los modelos a aplicar para mejorar el futuro de su entidad territorial”.
Por su parte, el segundo ponente en intervenir ha sido Víctor Meseguer, director de Social Economy Europe, quien ha expuesto los diversos modelos de empresas de economía social que “en Europa representan el 30% del mercado de los seguros y que en España es una opción muy importante para dar respuesta a las demandas colectivas del medio rural ya que democratizan el modelo de gobernanza, generan empleo y emprendimiento a través de cooperativas o sociedades de trabajo asociado y reinvierten los beneficios en los propios territorios para el futuro de jóvenes, mujeres y colectivos en riesgo de exclusión social”
Meseguer ha puesto como ejemplos de emprendimiento muy positivos a las cooperativas de energías renovables, las de economía digital y las empresas de economía circular “que dan una segunda oportunidad a lo que nosotros vemos como desechos ya que en la UE se genera anualmente 9 mil millones de toneladas de basuras reciclables”.
El tercer panelista ha sido Rob Clarke, jefe de Política en las Highlands and Island Enterprise de Escocia, quien ha explicado que su territorio se sitúa en un área geográfica muy compleja agrupando a 94 islas habitables, que cuentan con 2 vuelos para llegar a la península y con una población muy dispersa con 12 habitantes por m2 en las tierras altas de las islas británicas.
Clarke ha destacado dos ejemplos de cómo la creación de empresas comunitarias generan oportunidades de empleo para colectivos sociales y fijan a la población gracias a políticas de mejora de servicios de transporte, de la educación, de la sanidad, de la conectividad y del fomento del teletrabajo para el acceso al mundo laboral.
La jornada la ha cerrado la experiencia expuesta por Patricia García, emprendedora rural, experta en gestión y desarrollo turístico y presidenta de la Asociación de Coworking y Coliving Rurales de Castilla y León, que fomenta la generación de centros de trabajo colaborativo en las zonas rurales.