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Entre los meses de octubre y enero, el Consorcio Provincial de Residuos Sólidos Urbanos, dependiente del ente provincial, ha impartido 90 talleres en 37 municipios malagueños
Los talleres, que en años anteriores se han impartido durante la visita de los escolares al Centro de Interpretación de Residuos de Valsequillo, se han realizado este año en los centros educativos, a los que los monitores han acudido tras realizarse una prueba PCR
(Prensa Diputación) Alrededor de 1.500 escolares de toda la provincia han participado en los talleres de educación ambiental promovidos por la Diputación. A través del Consorcio Provincial de Residuos Sólidos Urbanos, que gestiona el Complejo Medioambiental Valsequillo.
En total, entre octubre y enero se han impartido 90 talleres en 37 municipios de todas las comarcas de la provincia. Según ha detallado el diputado responsable del Consorcio de RSU, Juan Álvarez. Quien ha explicado que estos talleres, valorados de forma muy positiva por el profesorado. Se realizan con el objetivo de que los escolares adquieran desde una edad temprana hábitos y costumbres. Unidos con la correcta gestión de los residuos, convirtiéndolos en parte de su vida cotidiana. «Se trata de fomentar una educación más sostenible sobre la sociedad. Donde un pequeño esfuerzo diario se convierte en una gran contribución en la mejora del medio ambiente. Y por tanto, en una mejor calidad de vida», ha destacado.
Los talleres, bajo el título de ‘R3DÚCLATE’, incluyen una serie de actividades para inculcar a los más pequeños los valores de la sostenibilidad. Y mostrarles que la gestión de los residuos sólidos es trabajo de todos. A través de charlas, juegos, teatro y manualidades, se enseña a los escolares la adecuada separación de los envases. También el ciclo de cada material y los problemas derivados de no reciclar o de hacerlo de forma incorrecta.
El Complejo Medioambiental de Valsequillo está situado en Antequera. Se compone del vertedero, plantas para la clasificación de envases ligeros, tratamiento de escombros y compostaje. Y una instalación de aprovechamiento energético de biogás. Cuenta también con un Centro de Interpretación de Residuos (CIR). Ahí cada año organiza estos talleres para la educación ambiental en el marco de las visitas escolares al centro. Pero este curso, debido a la pandemia, los talleres se han trasladado a las aulas. A las que los monitores acuden tras realizarse una prueba PCR.