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(Prensa Ayto Cártama) El municipio de Cártama ha prorrogado el convenio de cooperación que mantiene con la Junta de Andalucía para el desarrollo del Programa de Tratamiento a Familias con Menores en situación de riesgo o desprotección. La delegada territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, María Dolores Fernández, ha renovado el convenio de colaboración con la Diputación Provincial y 16 ayuntamientos, entre ellos el de Cártama, para atender a 1.867 menores en los equipos de tratamiento familiar en la provincia.
La prórroga de la vigencia de este convenio en Cártama, que será por un año, conlleva una aportación económica por parte de la Junta de Andalucía que asciende a la cantidad de 88.806 euros, mientras que la aportación del Consistorio cartameño será de 14.415 euros.
La delegada territorial destacó la labor del Programa de Tratamiento Familiar para “proteger a los niños y niñas en situación de vulnerabilidad”. “Se trata de un recurso que constituye un pilar fundamental de la prevención y atención a la ciudadanía para el logro de unas mejores condiciones de vida, dado que se orienta a la preservación familiar, para que los niñas y niñas puedan continuar con sus familias abordándose situaciones de riesgo y desprotección”, subrayó. Asimismo, Fernández quiso agradecer también el esfuerzo y dedicación de los ETF a pesar del confinamiento y la pandemia.
Los programas de tratamiento familiar cumplen un doble objetivo: por un lado eliminan y cortan la conducta de maltrato, y por otro persiguen instaurar y potenciar conductas positivas de relación familiar. El tratamiento a realizar tiene como finalidad promover un funcionamiento autónomo e independiente de la familia, dotándola de suficientes competencias para que alcance su plena autonomía en la solución de problemas de cara al futuro.
Las acciones contempladas en este programa se desarrollan a través de los Equipos de Tratamiento Familiar (ETF), cada uno de ellos compuestos por trabajadores sociales, educadores y psicólogos, que atienden principalmente a familias con carencias y dificultades en la cobertura de las necesidades básicas, cuya detección han realizado previamente los Servicios Sociales Comunitarios. Asimismo, trabajan ante la aparición de indicadores de riesgo que requieren tratamientos específicos.