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Según ha publicado el diario El País -basándose en fuentes gubernamentales, pero sin identificar- España no participará en las maniobras militares African Lion 2021 en las que Marruecos tiene un papel relevante y ejerce de “huésped” de las tropas de EEUU y de otros países. Las maniobras van a ser, por su magnitud, las más importantes desarrolladas hasta ahora en África, y se extenderán desde el 7 al 18 de junio en el país alauita.
El ministerio de Defensa español habría declinado la invitación recibida del Mando de EEUU para África (Africom) argumentando la existencia de ajustes presupuestarios que lo impedirían. Según El País, la verdadera razón sería que parte de los ejercicios militares se van llevar a cabo en territorio ocupado -por Marruecos- del Sáhara Occidental. La presencia de tropas españolas en esa área constituiría -por la vía de los hechos consumados- reconocer la soberanía marroquí sobre esa tierra saharaui.
La decisión gubernamental tiene importancia porque España participa anualmente en tales maniobras. Pero este año no estará ni como país observador.
El propio presidente del Gobierno marroquí, Saadedín Otmani, señaló en un tuit, que una parte de las maniobras militares se llevará a cabo “por primera vez en el Sáhara Occidental”, en la localidad saharaui de Mahbes, a unos amenazantes 100 kilómetros de los campamentos de Tinduf (Argelia), sede de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y del Frente Polisario. Otmani añadió, en el tuit, que era “la culminación del reconocimiento estadounidense de la marroquinidad del Sáhara”.
La decisión del gobierno de España de no participar en dichas maniobras es justa. Con ella el gobierno rechaza y no entra en el siniestro juego de la monarquía alauita -exultante con el apoyo estadounidense, iniciado por Trump- de su proyecto anexionista del Sáhara Occidental. El gobierno no acepta ni la vía de los hechos consumados ni la vía del chantaje utilizando a inmigrantes como recientemente en Ceuta.
Esto último sí lo ha denunciado la ministra de Defensa Margarita Robles en declaraciones oficiales a TVE. La ministra condenó que Marruecos “utilizara” menores de edad para “burlar las fronteras territoriales de España” en Ceuta y afirmó que es algo que “no se puede aceptar desde el punto de vista del derecho internacional y del derecho humanitario”. Y “un país, en clave de buena vecindad, no puede utilizar a los menores como lo ha hecho” Marruecos.
Pero el gobierno y la ciudadanía española debemos ser conscientes que el apoyo estadounidense a la monarquía alauita ha quedado aún más patente con el cambio de actitud de Washington en la crisis de Ceuta. Si, por ejemplo, en 2002, con la toma del islote de Perejil, EEUU no apoyó a Marruecos, ahora la administración Biden ha mantenido una falsa equidistancia, debido al creciente papel geopolítico de país vecino en la estrategia hegemonista estadounidense.
No son patriotas, son vendepatrias
Que España está sufriendo un ataque por parte de Marruecos es una obviedad para todos nosotros. Y debería serlo para los políticos de toda estirpe y de toda calaña. Y también la reacción. Como Lorca dice: “Esqueleto en vilo sobre la lluvia, con sensibilidad descubierta de molusco, para recogerse en un centro a la menor invasión de otro mundo, y volver a manar, fuera de peligro, la viejísima y compleja sustancia de España”.
Sin embargo, nos encontramos con individuos como Casado -que alardea a cada instante de patriota ejemplar- pero ¡ay!, ante la crisis migratoria sin precedentes que Marruecos ha provocado -lanzando al mar a 8.000 inmigrantes para inundar Ceuta, como un mezquino e inhumano instrumento de chantaje a nuestro país- el susodicho individuo no solo no ha cerrado filas, sino que ha aprovechado para atacar al gobierno de la nación.
Lo que ha llevado a que el presidente Sánchez le haya preguntado: “¿Usted apoya al Gobierno de España o no apoya al Gobierno de España? Por la mañana tenemos una conversación privada y usted dice que apoya y hoy aquí [en el Congreso] hace todo lo contrario”. Y ha añadido: “Utilizan cualquier calamidad, como la de la pandemia, o ahora con la crisis de Marruecos, inédita estos últimos años, para intentar derribar al Gobierno de España”.
Hay veces que las comparaciones son encantadoramente odiosas. En el Congreso Casado ha atacado a Sánchez aprovechando la crisis de Ceuta creada por Marruecos. Ha espetado a Sánchez que “el gobierno le viene grande” y que “el responsable de la crisis es su gobierno”. Recordemos el conflicto de Perejil en julio del año 2002.
Zapatero era entonces el líder socialista y de la oposición. Y unos días después de que 12 militares marroquíes invadieran el islote de Perejil y que España tuviera que intervenir para echarlos, Zapatero en el Congreso respaldó las decisiones del gobierno de Aznar, afirmando que “cuenta con nosotros para defender los intereses de nuestro país ante la crisis en la relación con Marruecos (…) Lo sabía ya el Gobierno y lo sabe ahora la Cámara y el país”.
Sin embargo, Casado ya se había reunido con Nizar Baraka, el secretario general de Istiqlal, un partido marroquí que fervientemente reivindica la anexión de Ceuta y Melilla a Marruecos, una semana antes del inicio de la crisis de Ceuta, cuando la ofensiva diplomática alauita contra el gobierno español -con la excusa de la urgente atención sanitaria en La Rioja al líder del Frente Polisario saharaui- estaba ya en su apogeo.
Lo grave de la conducta política de Casado es que sistemáticamente aprovecha todos los ataques internacionales -sean de la superpotencia estadounidense o sean del crecido peón marroquí-, aprovecha todas las actuaciones extranjeras para degradar políticamente a España como país y como pueblo, para desunirnos y debilitarnos.
Realmente Casado y todos los de su calaña son falsos patriotas, son auténticos vendepatrias.
Eduardo Madroñal Pedraza