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Por supuesto, Esperanza, hoy no es ayer. Es un nuevo día por el que hay que luchar con uñas y dientes, y poner la mejor sonrisa para no caer en el pesimismo, ese que mata los sueños…Y yo no quiero dejar de soñar, ni quiero vivir amargada por cosas por las que, si no tienen arreglo, para qué preocuparse.
Ahora, si puedes hacer algo, no lo dudes ni un momento, porque la vida es demasiado hermosa como para desperdiciarla ¿No lo crees? Cada día empieza una nueva lucha, y con esta maldita pandemia todo está patas arriba. Nada es igual, estamos supeditados a la mascarilla diaria y, lo que es peor, incómoda. Nuestras costumbres han tenido que cambiar; las familias casi no se ven, pero es necesario porque es mejor prevenir que lamentar.
Por eso yo no entiendo la sinrazón de la gente, que se cree que no pasa nada, y alegremente van por la calle como si no fuera con ellos. ¡Cuánta irresponsabilidad! A ver si hay un poco mas de cordura y pensamos no solo en nosotros, sino también en los demás.
Ya sé que hoy no es ayer, y mañana será otro día.
Hay que tenerlo muy presente y procurar que ese nuevo día podamos estar vivos, que es lo importante.
Prudencia y responsabilidad es lo que os pido de todo corazón.