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Unidas Podemos exige a la Junta de Andalucía que paralice “el despropósito” que suponen los proyectos de macroplantas fotovoltaicas en la provincia y que apueste por un modelo sostenible y respetuoso con el medioambiente
Ahumada: “La apuesta por las renovables es una apuesta que hoy por hoy se está diseñando desde la especulación”
García: “La Junta de Andalucía y otras administraciones no pueden hacer oídos sordos ante lo que se ha convertido en un clamor”
(Nota de prensa IU y Podemos) La confluencia de Izquierda Unida y Podemos ha participado esta mañana en la concentración impulsada por la Plataforma Sierra de las Nieves y Valle del Guadalhorce en protesta por los proyectos de construcción de diferentes megaplantas fotovoltaicas en la provincia de Málaga y que “responden a un interés especulativo y no de protección medioambiental”.
El parlamentario andaluz y coordinador provincial de Izquierda Unida, Guzmán Ahumada, ha denunciado que “la apuesta por las renovables es una apuesta que hoy por hoy se está diseñando desde la especulación”, con este argumento ha apuntado “que pedimos a la Junta de Andalucía que en primer lugar termine la instrucción para planificar y ordenar los megaparques fotovoltaicos que actualmente están diseñados y que atacan al medioambiente a todos y cada uno de los puntos de la provincia de Málaga donde se pretenden instalar; igualmente, los ayuntamientos necesitan de ayudas públicas para hacer frente a estas aberraciones a nuestro paisaje, a nuestro medio ambiente. La Junta tiene que apostar por las renovables sí, pero de una manera sostenible, rentable económica, social y medioambientalmente y para ello hay otro modelo en el que las grandes especuladoras, las grandes empresas no diseñen nuestro futuro”.
Ahumada ha incidido en que “la apuesta por las renovables no es una opción, es una obligación para democratizar el sector, para abaratar los precios, para combatir la emergencia climática, pero el modelo no puede pasar por agredir nuestro ecosistema. La alternativa a las megaplantas pasa por situar las placas fotovoltaicas en las cubiertas de edificios, por el autoconsumo o por la creación de comunidades energéticas. Las macroinstalaciones fotovoltaicas son insostenibles y atacan a la economía local.”
Por su parte, Laureano García, concejal de la confluencia de Izquierda Unida y Podemos en Coín, ha subrayado que “la Junta de Andalucía y otras administraciones no pueden hacer oídos sordos ante lo que se ha convertido en un clamor”.
García ha remarcado que “nuestra posición no es contra las fotovoltaicas, muy al contrario, en lo que estamos totalmente en desacuerdo es en la forma de implantación que está teniendo en el territorio, que con una superficie de más de 1000 hectáreas en el Valle del Guadalhorce implica unos cambios en el territorio que tendrá consecuencias ya, desde el corto plazo”.
El concejal ha recordado que “en distintos municipios ya se han presentado mociones en contra de este modelo, así como en la Diputación, apoyando la moratoria frente a este despropósito que se plantea como una carrera sin sentido para lograr los mejores puestos en el posicionamiento de las placas fotovoltaicas” quien ha abundado en que “no podemos dejar este debate sin hablar de las alternativas y que pasan por el autoconsumo”.
En la concentración han participado otros cargos públicos e institucionales de Izquierda Unidas y Podemos, como la alcaldesa de Monda, María Fernández, la portavoz del Grupo Municipal de Adelante en el Ayuntamiento de Málaga, Paqui Macías, o la diputada provincial, Teresa Sánchez, así como concejales y concejalas de diferentes municipios del Guadalhorce.
Según datos de la Consejería de Hacienda en Andalucía se contabilizan unos 500 proyectos fotovoltaicos con un negocio que ronda los 20.000 millones de euros. En Málaga existen tres ejemplos recientes, la pretensión de instalación de un “macronegocio” en la Vega de Antequera, junto a El Torcal, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; otro en la Vega del Guadalhorce, en un entorno rico en producción hortofrutícola, y un tercero en la Vega de Cañete la Real. “Todos ellos sin control alguno, sin saber si la ubicación es la más idónea, atentando contra nuestro paisaje y situados en espacios que ya generan economía”.