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El aforo del recinto público roza ahora las 1.000 plazas, lo que permite ofrecer más localidades a la venta en los distintos espectáculos, siempre y cuando se agote el graderío principal
La normativa anti-Covid autoriza, por el momento, ocupar el 75% de la capacidad total
(Prensa Ayto Alh Torre) El Auditorio al aire libre de la Finca Municipal El Portón de Alhaurín de la Torre acaba de incorporar una grade telescópica portátil y provisional que supone la ampliación del aforo en 96 butacas más y aumenta la capacidad hasta rozar las 1.000 plazas. El nuevo espacio, habilitado por las Concejalías de Obras e Infraestructuras y Servicios Operativos, como parte de las importantes mejoras que se vienen emprendiendo en todo el entorno de El Portón, permite poner a la venta más localidades en aquellos espectáculos que hayan puesto el cartel de ‘No hay billetes’ previamente, como es el caso del Festival Flamenco Torre del Cante 17 y 18 de junio); la noche de homenaje al Carnaval de Cádiz (11 de julio). O el concierto de Tony Zenet del Portón del Jazz (23 de julio). Hay que recordar que, en estos momentos, la normativa sanitaria anti-Covid en la provincia de Málaga autoriza el 75% de la ocupación del aforo total, es decir, casi 750 butacas.
Al tratarse de unas localidades de reciente creación y estar instaladas en un sector esquinado, sobre el pabellón de los aseos, cuenta con visibilidad reducida, por lo que el Área de Cultura, cuando saque estas entradas a la venta, lo hará con importantes descuentos en el precio final.
La nueva grada supletoria es una de las mejoras que se están llevando a cabo en todo el recinto municipal de El Portón en los últimos tiempos. Actualmente, los operarios trabajan en el acondicionamiento y arreglo de distintas áreas ajardinadas y en breve acometerán la instalación de un fondo opaco tras las barras del final del escenario, a fin de ocultar las vistas al aparcamiento y que moleste la normal visibilidad de los espectadores a causa de los faros de los coches o la iluminación de dicha explanada.
El concejal de Cultura, Andrés García, subraya que todas estas actuaciones tienen por objetivo hacer más accesible, amplio, cómodo, atractivo y funcional una instalación que goza de un enorme prestigio y cuyo uso se ha incrementado en los últimos meses como consecuencia de la pandemia y el endurecimiento de las medidas de seguridad en recintos cerrados. A su juicio, “hemos convertido una circunstancia en principio negativa en una auténtica oportunidad: potenciar los espacios abiertos para seguir ofreciendo cultura segura, a precios asequibles, cuidando a la industria cultural y artística, lo que nos convierte, por tanto, en un municipio modélico”. La primera de las decisiones fue la de instalar, el pasado mes de octubre, una carpa que sirviera de protección para los días más frescos y de lluvia suave, y eso posibilitó organizar eventos en otoño, invierno y la primera parte de la primavera.