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La huidiza retirada de EEUU de Afganistán nos ha dejado también la retransmisión diaria de la labor española de evacuación en el aeropuerto de Kabul. Un contraste informativo absoluto con los 20 años de silencio mediático y político sobre la intervención militar española en Afganistán. Y una visión muy distinta del desempeño de España en territorio afgano y del papel de nuestras bases militares a entera disposición de Washington durante dos décadas. La Casa Blanca consiguió con Aznar y Zapatero “utilización sin condiciones” y “acceso pleno” a las bases militares en España como plataforma para intervenir en Afganistán.
Ha sido la misión más larga del Ejército español. Casi 20 años de un silencio atronador. Toda una generación de militares españoles, desde tropa, hasta suboficiales y oficiales han intervenido en Afganistán. Un total de 27.100 militares españoles. Los primeros 350 militares españoles llegaron a Kabul en 2002. España inicia sobre el terreno su apoyo militar a la invasión norteamericana de Afganistán conocida como “Operación Libertad Duradera”. Un total de 19 años y 4 meses de intervención militar de España en la guerra de Afganistán liderada por EEUU.
El primer contingente español llegó a los cuatro meses de los atentados de las Torres Gemelas y la declaración de guerra contra el «terrorismo global» por parte EEUU. La importancia estratégica de las bases de Morón y Rota se destaca en documentos del Departamento de Estado de EEUU. La Casa Blanca consigue “acceso sin condiciones” y “utilización plena” con el beneplácito de Aznar y Zapatero. Hasta 4.000 aviones militares y 120 buques de guerra de EEUU transitaron anualmente por las bases españolas.
Al servicio de Washington
Como dolorosa consecuencia han perdido la vida 102 hombres y mujeres: 96 militares, 2 guardias civiles, 2 policías nacionales y 2 intérpretes. Afganistán es la operación que más vidas ha costado a las Fuerzas Armadas españolas. Una generación de militares españoles, desde tropa, hasta suboficiales y oficiales que han participado en la constante intervención en Afganistán, que suma 27.100 militares españoles desde 2002 a 2021, y que han llegado a ser 1.549 efectivos en el momento de mayor despliegue en 2010. Las tropas españolas han sufrido al menos 79 ataques e incidentes armados.
Ha intervenido el Ejército de Tierra, la Armada en la seguridad del gobierno provisional afgano, el Ejército del Aire con mando de la base aérea de Herat y la Unidad Médica de Apoyo al Despliegue, así como la Guardia Civil formando y coordinando a la policía afgana. Se han llevado a cabo más de 28.000 patrullas, más de 1.400 misiones de desactivación de explosivos y se ha adiestrado a más de 13.000 militares afganos. Con un gasto de 4.000 millones de euros, además de otros 500 millones destinados a programas de cooperación, España formó parte de tres misiones distintas. Libertad Duradera, ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad) y Resolute Support (Apoyo Decisivo), las dos últimas bajo el mando de la OTAN.
Tras la llegada de los primeros soldados españoles en 2002, la OTAN asumió el mando de la misión ISAF en agosto de 2003. Dos años después, España lidera al oeste del país la base de Herat y el equipo de reconstrucción provincial en Qala-i-Naw. En sus inicios controlaban la seguridad de la capital, posteriormente extendieron su presencia por todo el país para acabar con la insurgencia, formar a las Fuerzas de Seguridad afganas y apoyar la reconstrucción de infraestructuras.
En 2011 la OTAN comienza a traspasar la seguridad del país a las fuerzas afganas. El repliegue del grueso de las tropas se produjo entre 2012 y 2013, cuando España transfirió a las autoridades afganas la seguridad de la provincia de Badghis y la base “Ruy González de Clavijo”. En octubre de 2015 permanecían todavía 95 militares, hasta reducirse a 24 durante 2020 con la pandemia.
El gran tabú
Desde su inicio hasta su fin, nuestra intervención militar en Afganistán ha sido por mandato de EEUU y bajo su bastón de mando. Los primeros 350 militares españoles de 2002 llegaron tras los ataques del 11-S contra Washington y Nueva York. Entramos en Afganistán para defender los intereses de la superpotencia y nos retiramos cuando EEUU lo ha dispuesto, no por una decisión soberana de España. La participación de España se aprobó en el Consejo de ministros del 27 de diciembre de 2001, con un máximo de 485 militares y por un periodo que iba a ser de tres meses.
Una intervención militar que ha sido continuadamente incrementada y prorrogada, y ha sido persistentemente ocultada por los sucesivos gobiernos: desde Aznar, pasando por Zapatero y Rajoy, hasta Pedro Sánchez. Un conveniente y constante silencio que se repite cada vez que Washington impone a nuestro país una nueva participación en sus actividades bélicas por todo el planeta.
Las actuales 16 sumisiones militares de España a EEUU
España sigue participando sumisamente en 16 misiones bélicas. Mando OTAN: Rumanía: “Policía Aérea Reforzada”. Países Bálticos: “Policía Aérea del Báltico”. Irak: “Apoyo a Irak”. Turquía: “Apoyo a Turquía”. Varias zonas: “Grupos navales permanentes de la OTAN”. Varias zonas: “Sea Guardian”. Letonia: “Presencia Avanzada Reforzada-Letonia”.
Misiones U.E.: República Centroafricana: “EUTM RCA”. Somalia: “EUTM-Somalia”. Malí: EUTM-Malí”. Senegal: “Destacamento Marfil”. Océano Índico: “Atalanta”. Bosnia-Herzegovina: “EUFOR Althea BiH”. Misiones ONU: Líbano: “Líbano (FINUL)”. Colombia: “ONU-Acuerdo de paz”. Misiones España: Golfo de Guinea: “Diplomacia de la Defensa cooperativa”.