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Dentro de las actividades llevadas a cabo por el Colegio de Arquitectos de Málaga, en el marco de la “Semana de la Arquitectura”, la tarde del pasado miércoles visitaron la Biblioteca Municipal y la plaza Escalonada de la localidad.
La cita comenzó en la Biblioteca Municipal y contó con la presencia, entre otros, de Joaquín Villanova, alcalde del municipio; Prudencio Ruiz, primer teniente alcalde; Francisco Sarabia Nieto, decano del Colegio de Arquitectos; Carmen Baeza, tesorera del Colegio, los arquitectos municipales Jorge Castro y Marisol Valenzuela, y arquitectos colaboradores del ayuntamiento, entre ellos, Francisco Ruíz del Estudio de Arquitectura Fran Ruiz Arquitectos.
Villanova explicó que, en su apuesta por un modelo de “ciudad en extensión, en lugar de altura”, tiene un proyecto de ciudad abierta al servicio del ciudadano, que disponga de espacios de calidad. Además, informó que se siguen proyectando y licitando obras de edificios públicos que generen los servicios que la población demanda.
Por su parte, los responsables del Colegio de Arquitectos agradecieron la incorporación de Alhaurín de la Torre a los actos de la Semana de la Arquitectura que cada año lleva a cabo el Colegio. En las jornadas se visitan los edificios públicos o espacios de la ciudad y que cuentan con la explicaciones de los técnicos redactores de los proyectos y las vicisitudes que se generan durante la ejecución. Además, invitaron a “continuar otro año, ya que se ha constatado que existen multitud de edificios y actuaciones en espacios públicos dignos de ser explorados”.
La arquitecta municipal Marisol Valenzuela y Francisco Ruíz, del Estudio de Arquitectura Fran Ruiz Arquitectos contaron, previo a la visita por el edificio, que finalizó en la terraza mirador de la cubierta, la idea del proyecto y ejecución de la obra de la Biblioteca.
A continuación se desplazaron a la Plaza Escalonada, aún no inaugurada oficialmente, conformada por una plaza en tres niveles con “unas vistas impresionantes sobre el Valle” y cuya explicación corrió a cargo del arquitecto municipal Jorge Castro, acompañado de los arquitectos del Estudio de Arquitectura Arquisurlauro, redactores del proyecto. Se trata de un elemento de conexión y continuidad del pueblo sobre una zona considerada de borde con fuertes desniveles del terreno donde se quiere realizar una futura peatonalización de la zona desplazando los aparcamientos a la zona de la Huertecilla.
