Alhaurín el Grande se adhiere a la “Red Espacios sin Barreras” de Málaga

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De esta forma se impulsará la creación de entornos accesibles para personas con autismo y otras necesidades cognitivas

El Ayuntamiento de Alhaurín el Grande se ha sumado a la “Red Espacios sin Barreras” impulsada por la Diputación de Málaga en colaboración con instituciones, Asociaciones de Autismo de la provincia, grandes superficies comerciales y museos provinciales con el objetivo de crear espacios accesibles destinados a personas con autismo y otras necesidades cognitivas.

La teniente de alcalde y concejala de Salud Belén Vera ha firmado en la Diputación Provincial el documento de adhesión al programa donde, junto a Alhaurín el Grande, participan una docena de ayuntamientos de la provincia, además de museos tan importantes como el Pompidou, el Carmen Thyssen, el museo Ruso o la Casa Natal de Picasso. La edil ha valorado muy positivamente esta iniciativa “somos de los primeros municipios que han firmado este protocolo ya que éste es un equipo de gobierno comprometido con la accesibilidad y la integración de las personas con diversidad funcional física o intelectual, con lo que de ahora en adelante los edificios tendrán una placa identificativa y un código QR que remitirá al visitante a la web www.redesespaciossinbarreras.es donde encontrará el protocolo, con una información clara y accesible que les facilite a estas personas su vida y su interacción con el entorno.

Acerca de “Red Espacios sin Barreras”

“Red Espacios sin Barreras” es una iniciativa de la Diputación Provincial de Málaga que pretende impulsar acciones que permitan la inclusión de las personas con diferentes necesidades cognitivas en el entorno, facilitando una mejor calidad de vida de las mismas y de sus familias. Además, sensibilizará y formará al personal, mejorará la accesibilidad, incorporará medidas de reducción de la estimulación sensorial y mejora de las instalaciones para atender a estas personas.

La Diputación ha elaborado un decálogo de buenas prácticas en el que se invita al personal y los asistentes a usar un tono de voz calmado, lenguaje sencillo y claro, frases cortas, comunicación directa, reducir los gestos y expresiones faciales, evitar la ironía, los dobles sentidos y las prisas, comprobar que la persona ha entendido la información y utilizar apoyos visuales.

El protocolo incluye la identificación clara de ascensores, mostradores, o cajas; proporcionar espacios de espera señalizados, disponer de pictogramas y fotografías que aporten información sobre los productos en venta en el caso de los supermercados, modificar los niveles de estimulación sensorial reduciendo la intensidad del ruido ambiental o la reserva de horas silenciosas, acondicionar salas de espera a modo de refugio sensorial o poner cajas preferentes sin espera.