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Las actuaciones asumidas por Desarrollo Sostenible, con una dotación de 7,6M ya se han iniciado, e incluyen un nuevo parque forestal y la retirada de más de 3.500 toneladas de residuos del cauce
La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, han firmado hoy en la capital de la Costa del Sol un «histórico» protocolo de colaboración que permitirá «transformar» el Guadalmedina y «hacerlo más seguro, sostenible y lleno de vida». «Una gran alianza entre ambas administraciones que afrontamos con el reto de convertir el río en un elemento que una a la ciudad, en lugar de dividirla, como ha venido sucediendo históricamente», ha señalado Crespo.
La consejera ha explicado que una gran ciudad como Málaga necesita grandes proyectos y ha destacado que el Ayuntamiento está aplicando una extraordinaria transformación a la ciudad en los últimos años. «El río no puede seguir siendo una barrera para los malagueños. El alcalde llevaba más de 20 años luchando por la transformación del espacio fluvial y por su aprovechamiento social», ha agregado la consejera, que ha precisado que, merced al acuerdo firmado, la administración local actuará en el tramo más urbano, desde Armiñán hasta la desembocadura en el mar; y la Junta lo hará desde dicho puente hasta la presa del Limonero.
Las obras de las actuaciones que corresponden a la Junta, con una inversión de 7,6 millones de euros, ya se han iniciado; han sido consensuadas y encajan a la perfección con el Plan Especial del Guadalmedina que elabora el Ayuntamiento. «Un plan que, gracias a esta colaboración estrecha, supondrá un nuevo hito en la relación de la ciudad con su río», ha señalado Crespo. «Vamos a incorporar parte de los 300.000 m2 de espacios verdes del cauce del río a la vida de los malagueños y, a la vez, reforzar su seguridad. Estamos dando los primeros pasos para la transformación del Guadalmedina en un espacio fluvial integrado en la ciudad de Málaga», ha valorado.
La colaboración y la participación, señas de identidad del Gobierno andaluz, ha permitido añadir las valiosas aportaciones al proyecto de la sociedad civil, de asociaciones ecologistas y muy especialmente de la Fundación Ciedes.
El primer edil malagueño ha destacado que «tenemos una Administración autonómica con la cual hoy sí se puede hablar» y ha insistido en que «la ciudadanía aplaude la colaboración». El Ayuntamiento de Málaga llevará a cabo las actuaciones necesarias entre el puente de Armiñán y la desembocadura del río para lograr la integración urbana entre los márgenes del río y ganar espacio ciudadano garantizado el riego y la iluminación. «Vamos a invertir 800.000 euros en un antiguo sueño, facilitar un acceso al Jardín Botánico a través de una pasarela», ha añadido De la Torre.
El acto, celebrado en la Delegación del Gobierno de Málaga, ha contado también con la presencia de Elías Bendodo, consejero de la Presidencia, Administración Pública y Exterior, quien ha señalado que hoy es un día histórico para Málaga porque la firma del referido protocolo supone el paso definitivo para actuar en el cauce del río y es un ejemplo claro de que la colaboración entre instituciones da sus frutos. «A Málaga le va bien con el Gobierno del cambio porque somos un Gobierno que escucha y dialoga», ha agregado.
Así, ha explicado que el Gobierno andaluz quiere que los vecinos de Málaga sientan el proyecto para el río Guadalmedina como algo suyo, como un elemento vertebrador e integrador de la ciudad, todo antes de apuntar que «en Málaga la gran Revolución Verde del Gobierno andaluz tiene nombre y apellidos: el plan Guadalmedina» y recalcar que el compromiso del Ejecutivo autonómico con la ciudad «es total».
El primer objetivo es incrementar la seguridad y, para ello, se reforzará el papel de defensa frente a inundaciones de la presa del Limonero, modificando sus normas de explotación y disminuyendo el nivel máximo de embalse para disponer de mayor volumen libre capaz de almacenar agua en situaciones de avenida y que el caudal que llegue al tramo urbano del Guadalmedina sea menor. Además, se incrementarán los caudales mínimos desaguados para favorecer la restauración ambiental del espacio fluvial.
Un nuevo pulmón verde en el que plantar 105.000 árboles
En segundo lugar, se da continuidad a las actuaciones de reforestación llevadas a cabo en la cuenca del Guadalmedina. El primer paso, con una inversión de 5 millones de euros, permitirá crear un espacio forestal aguas abajo del Embalse de El Limonero, en la parte alta de la margen derecha del río. «Sobre una extensión equivalente a 350 campos de fútbol, se va a llevar a cabo el proyecto de Restauración hidrológico-forestal en los arroyos tributarios del tramo urbano del río Guadalmedina. Queremos que poco a poco el Parque Forestal se convierta en un nuevo pulmón verde, un atractivo más para la ciudad y sus visitantes», ha añadido la consejera.
Las principales actuaciones que se van a realizar son: tratamientos selvícolas en 98 has para la disminución del riesgo de incendios y diversificar el sotobosque; la plantación de 105.000 plantas a lo largo de los caminos y sendas de tránsito, con ejemplares de gran porte que permitan generar sombra y mejora del paisaje, y en la zona de mayor superficie, 238 hectáreas, se llevarán a cabo repoblaciones forestales clásicas con especies arbóreas y arbustivas; obras de corrección hidrológica: construcción de 4 diques y 10 albarradas; y, para la adecuación ciudadana, se realizará una red de 27 kilómetros caminos y sendas, con recorridos circulares e intermedios señalizados, áreas de descanso y dos miradores.
5 kilómetros de paseo fluvial entre el Limonero y Armiñán
Y simultáneamente, se ejecutará una restauración hidromorfológica del tramo de 5,1 kilómetros comprendido entre la presa del Limonero y el puente de Armiñán, con 2,6M€ de inversión con el objetivo de aprovechar el potencial natural del tramo urbano del río posee y conectarlo con la ciudadanía.
Este proyecto permitirá la retirada de especies invasoras y residuos a lo largo de 150.000 m², la recogida de 3.500 toneladas de residuos a vertedero, la plantación de 5.200 plantas autóctonas a lo largo del paseo fluvial entre ambas márgenes (30.000 m2) y adecuar la ribera para un tránsito seguro de la ciudadanía. «Queremos que el Guadalmedina poco a poco se transforme en un espacio fluvial que sea disfrutado con seguridad por la ciudadanía interconectando la ciudad con el mar, el río y la montaña. En definitiva, proyectamos una mejora ambiental y paisajística compatible con las funciones de protección frente al riesgo de avenidas», ha concluido al respecto Crespo.