Labores de reforestación con especies autóctonas en el entorno de la torre nazarí de Torrealquería  

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La empresa malagueña Ecoherencia realiza esta repoblación forestal, de árboles y arbustos, en una parcela de titularidad municipal como medida de compensación de emisiones, por encargo de las compañías Acciona y Flashtoflash

(Prensa Ayto Alh Torre) En la jornada de ayer tuvo lugar una importante acción de reforestación en una parcela municipal situada en el entorno de la torre nazarí de la barriada rural de Torrealquería. Concretamente, se llevó a cabo la siembra de 50 plantones de árboles y arbustos autóctonos, una labor que realizó la empresa malagueña Ecoherencia, especializada en repoblaciones forestales, por encargo de dos compañías, Acciona y Flashtoflash, como medida de compensación de emisiones.

Según comentó la concejala de Medio Ambiente, Jéssica Trujillo, los técnicos de Ecoherencia contactaron recientemente con el Ayuntamiento para ofrecer dicho cultivo, consistente en 50 plantas de una o dos savias, a las que se dotó de protector y tutor, además de riego de implantación, hasta en tres ocasiones. Las 50 plantas utilizadas para la reforestación corresponden a bosque mediterráneo, en un porcentaje aproximado de 70% de árboles y un 30 % de arbustos. Se han plantado algarrobos (Ceratonia siliqua), encinas (Quercus rotundifolia), pinos piñoneros (Pinus pinea) y pinos de Alepo (Pinus halepensis), entre otros. De entre los arbustos, destacan lentiscos (Pistacia lentiscus) coscojas (Quercus coccifera), retamas de olor (Genista juncea), tarajes (Tamarix gallica), entre otros.

Tanto el suelo público como las especies sembradas han sido propuestos por el personal técnico de la Concejalía de Medio Ambiente. Jéssica Trujillo ha argumentado que cualquier reforestación en un suelo degradado se considera una acción favorable no solo para dicho terreno, sino también para su entorno, aumento de la biodiversidad, creación de microclima, etc., máxime cuando se trata de una reforestación profesional sobre suelo forestal.

Para garantizar el éxito de la reforestación, se exigen tres riegos mínimos. Un riego de implantación, otro al inicio del verano, dependiendo de la pluviosidad que traiga la primavera, y el último riego a mediados del verano, lo cual podría variar en función del índice de precipitaciones que se registre.