Cómo hacer un huerto

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Si alguna lección nos ha dejado la pandemia de Covid-19, ha sido precisamente ratificar que la alimentación saludable es fundamental para el sistema inmune, el guerrero que combate enfermedades de todo tipo.

Por eso, hoy más que nunca tener un huerto en casa, empezando desde cero es una experiencia única que regala muchas satisfacciones.

Lo primero de esta experiencia es llenarse de paciencia y mucho amor, porque las plantas no se desarrollan bien en ambientes hostiles.

Hay claves sencillas que podemos aplicar en la huerta familiar, la cual nos permitirá tener el privilegio de llevar a la mesa muchas hortalizas, verduras y frutas que son la base de una   nutrición saludable. Por eso anotarse en la onda orgánica es fácil si se siguen estas fáciles recomendaciones.

Es muy importante entender que:

  • Una buena luz natural es primordial, así que toca escoger un lugar de cultivo privilegiado en cuanto a exposición solar.
  • El riego es otra fuente de vida, así que debe contarse con un sistema que permita acceso a un suministro constante de agua.
  • Cultivos que prosperen en el clima predominante, los que mejor se adapten a las condiciones climatológicas de la zona, permitirá alcanzar una buena variedad de especies en el huerto.
  • El huerto tiene amigos y enemigos naturales. Hay que conocerlos para evitar el ataque de bichos indeseados que arruinen los cultivos.

Así las cosas, es prudente conocer lo siguiente:

Exposición solar

La exposición a la luz natural es uno de los factores de éxito más importantes a la hora de asumir como propia la aventura de cuidar y mantener un huerto familiar.

Sin luz solar adecuada, no habrá un emplazamiento ni desarrollo idóneo de semillas y plantones seleccionados tras reconocer cuál es el clima predominante en la región donde vivimos.

Y es que hay especies que ameritan como mínimo 6 horas continuas de buena luz solar. Tal es el caso de hortalizas tan comerciales como los tomates, berenjenas o pimientos.

Caso contrario sucede con las cebollas, las lechugas o el ajo, así que toca distribuir los cultivos muy bien en el terreno.

Sitio de siembra

Siempre es bueno ir de menos a más, cuando se trata de principiantes. Si ese es tu caso entonces toca buscar un lugar en el jardín de sustrato suelto, ni muy grande ni muy chico.

Lo fundamental es que el terreno sea fértil y expandible en el mediano plazo, claro que todo depende de nuestras expectativas.

Para empezar, una mesa de cultivo es ideal, siempre que sea ubicada en un espacio donde la luz natural llegue con uniformidad.

Riego

Otro de los factores fundamentales a la hora de cultivar cualquier especie es el riego, porque la cantidad de agua que reciben las plantas será tan determinante para que gocen de buena salud, como el sustrato que aporta nutrientes y la luz natural que estimula la fotosíntesis.

Eso sí, el sistema de riego dependerá de las dimensiones y características de las especies.

En todo caso, es prudente buscar la recomendación de un experto, para saber cuál sistema de riego será más óptimo.

A todo evento, el agua (tesoro que no debe malgastarse) siempre rendirá más si distribuimos o agrupamos los cultivos según la cantidad de riego que ameriten.

Selección de cultivos

No es prudente elegir los cultivos con el corazón, caprichosamente. Hay que documentarse bien para conocer qué demandas tiene cada especie, ya que unas son más delicadas que otras.

Y es vital saber cuál época del año es más recomendable, por ejemplo para sembrar hortalizas y verduras. De lo contrario, fracasaremos.

¡No vale improvisar!

La infografía adjunta de Sembrar100, ayuda mucho a cualquier aficionado, porque permite ubicar rápidamente cuál fecha es ideal para sembrar, cultivar y cosechar cultivos tan saludables como berenjenas, pimientos, ajos, cebollas, tomates, lechugas, patatas, batatas, entre otras guías vitales para saber cuáles requieren mucha o poca agua y luz natural.

Por ejemplo, el ajo precisa menos agua que la zanahoria o la cebolla, mientras que la zanahoria y la lechuga, aunque necesitan mucha agua distribuida racionalmente, demandan menos luz solar.

Las fechas idóneas de cultivos, son igualmente indispensables, si es que no queremos fracasar en la fase de siembra. La infografía también precisa los mejores periodos para la siembra de verduras, hortalizas y plantas frutales.

Amigos y enemigos del huerto

A medida que el huerto va creciendo, también se van presentando dificultades. Una de las más frecuentes es la visita de bichos indeseables. Los pulgones, por ejemplo son una fija que puede convertirse en una plaga indestructible.

Por eso es imprescindible conocer cuáles son los amigos naturales del huerto. Se trata de insectos y plantas que pueden ayudarnos a mantener a raya a ciertas plagas persistentes.

Para ello, es conveniente conocer cuáles son esos aliados vegetales que además de espantar insectos molestos, pueden atraer otros beneficiadores del huerto, como lo son las abejas polinizadoras.

También es muy recomendable evitar el uso de insecticidas contaminantes de suelos y alimentos. Formulas naturales como el aceite de Neem, el jabón potásico y el ajo usado como champú para bañar a la planta enferma, son geniales.

Asociaciones recomendables

En la infografía de Siembra100 hay otra excelente información resumida clave:   podemos conocer cuáles son las asociaciones ideales en el huerto, a fin de que las plantas se desarrollen en armonía y sin competencia desleal por sustrato y otros elementos claves para un crecimiento saludable.

En el caso de la berenjena, se evidencia que esta versátil hortaliza hace buena liga con muchas especies como espinacas, coles, rábanos, ajos, cebollas y zanahorias, pero no se lleva bien con pepinos y cultivos de calabacín.

Los guisantes, por ejemplo, son todoterreno, no tienen contraindicación y pueden tolerar la cercanía con cualquier otro vegetal, salvo ajos y cebollas.

¡Anímate a tener en casa tu propio huerto! Tu organismo sabrá agradecerlo.