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Si algo hemos aprendido y aprehendido del siglo veinte, de las debacles que hubo, una de las razones, no la única, fue que la selección de los altos cargos quizás no fue la adecuada y racional.
Por supuesto, en todo pueden existir excepciones, pero este capítulo del poder político, a nivel máximo, no se ha estudiado y analizado de forma conveniente. Es necesario que entre en la discusión de la Academia y de la Universidad, pero también, del pueblo en general, de los medios de comunicación, etc. Aquí, aquí dejamos una paloma para que vuele por los vientos de la dialéctica y de los argumentos y datos y razones. En ningún momento, me estoy fijando en las posturas actuales en los máximos órganos del poder político del mundo, sino quiero, que cuando analicen piensen en los grandes potentados políticos del siglo veinte. Aunque como es normal y lógico en mi caso, nunca pondré nombres. Rellenen ustedes, si desean rellenen los huecos…
-Salvo excepción de excepciones, pienso que las Máximas Autoridades de Gobierno, -aquí, no incluyo las Monarquías, que tienen otros parámetros-, deben tener una edad mínima. Es más, cada nivel de responsabilidad política, debe irse ascendiendo con una edad mínima, sea a nivel de autoridad local, regional, nacional, de una institución o de otra. Salvo excepción de excepción, debe plantearse esta norma, siguiendo la tradición confuciana, en la cual, la carrera política, la carrera honorum, de los romanos. Pienso que un presidente de Gobierno, no puede tener menos de cincuenta años, por ejemplo…
– Salvo excepción de excepciones, los Altos cargos máximos de un Gobierno o Estado, algo similar como ocurre en el resto de las realidades sociales y humanas, se va ascendiendo poco a poco. Con eso se va consiguiendo que las personas vayan madurando, vayan haciendo agenda, vayan teniendo experiencia, vayan conociendo a los hombres, vayan conociéndose a sí mismos. En todos los niveles de cargos y cargas de la sociedad, existe una escala o una carrera, sea en el mundo de la economía, de la universidad, de cualquier oficio y profesión. En la carrera política, de alto nivel de responsabilidad, debería irse ascendiendo, poco a poco, desde responsabilidades menores a superiores. Pasando por distintas escalas. Y, los candidatos que quieran ocupar los cargos máximos, que empiecen a caminar y andar…
– Salvo excepción de excepciones, los cargos máximos de las responsabilidades políticas, según niveles, deben tener una titulación académica mínima y suficiente. Al menos, los máximos cargos políticos, o que aspiran a ellos, deben ser graduados o licenciados. Además, los altísimos cargos, deben, en lenguaje de hoy, realizar master especializado. Deben existir Master de Alta Política, dónde a los alumnos se les enseña, principios esenciales de la Política, Economía, Defensa, etc. Estos master tengan esa función y finalidad para estas realidades de responsabilidades de Alta Política, pero también, para los mandos intermedios, y, otros fines académicos…
– Salvo excepción de excepciones, los máximos cargos políticos de una sociedad y un Estado, además de ser elegidos, según los órganos internos y sus legislaciones, además de ser elegidos por los sistemas democráticos de sus sociedades y Estados deben, al menos, los que aspiran a los cargos máximos. Deben, aunque sea una cuestión muy poliédrica, y que su materialización puede resultar compleja, y, se puede utilizar con distintos fines. Pienso que mirando la experiencia del siglo veinte, «deben pasar un estudio interno de sus organizaciones política, un estudio psicológico de esa persona si podrá soportar los grandes complejidades y presiones de la vida política y social y económica». Que, van a ser capaces de racionalidad y prudencia y eficiencia, tomar las decisiones políticas, sin que se desmoronen psicológica y moralmente, y, ante enormes presiones, no tomarán, decisiones erróneas, porque sus personalidad de principio, pueden tener, algunos graves rasgos de personalidad. Ya, pongan ustedes nombres si desean, aspectos, concreciones, etc., mirando los siglos anteriores…
No parece lógico y racional, que para cualquier puesto en la Administración, sea jardinero, sea en la enseñanza, sea en la universidad, sea en la vida económica empresarial, a las personas, se les obliga a tener multitud de requisitos, incluso, para aprobar una simple plaza, sea de jardinero o de profesor de secundaria, se les exija multitud de condiciones, a veces, años y años para obtenerla, y, para los Altos Cargos de la Responsabilidad Política, apenas, existen normas intermedias para ir ascendiendo en esas altas responsabilidades. No parece lógico y racional, en las sociedades y Estados de hoy. Puede que en el pasado, existieran otras condiciones, y la sociedad, estaba en otra situación a y en todos los niveles.
Esta paloma de sugerencias, en forma de pájaro, en ningún momento, busca la polémica, ni menos aún, que nadie del hoy, del presente político, sea en un nivel o en otro, se sienta afectado. Pero, pienso que la experiencia del siglo veinte, obliga a la reflexión seria y profunda, académica y del pueblo en general, a reflexionar sobre estos aspectos, estas condiciones que he indicado y, otras, que no señalo aquí, pero que también espero tengan su lugar. Aquí dejo este guante. Paz y bien.
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Fin artículo 2.958º: «Condiciones para las altas instancias del poder político».
