Charlas Conmigo Misma: «Volver a empezar»

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Bueno, Esperanza. Ahora tienes que empezar una nueva andadura sin la persona que más querías. Ya sé que no es lo mismo, pero la vida siempre sigue su curso y tú tienes que acostumbrarte a su ausencia. ¡Ya sé que te va a costar mucho! Toda una vida juntos, y ahora su ausencia duele mucho. Pero piensa en lo que él hubiera querido para ti. Jamás consentiría que tú te quedaras llorando. Él bien sabía cómo eras, lo que te gustaba, tus poemas y tus charlas, y ayudar a los demás. Así que sigue adelante y solo piensa lo más hermoso que viviste junto a él, porque eso siempre quedará en tu corazón. Nunca olvides esa tarde de primavera, cuando él se cruzo en tu camino, y desde entonces juntos caminasteis en lo bueno y en lo malo, porque así lo deseasteis. No importa que no esté a tu lado como antes, porque siempre estará en tu corazón. Dicen que el tiempo todo lo cura, pero jamás podrá borrar su imagen. Siempre lo verás en esas pequeñas cosas cotidianas que los dos vivisteis y conseguisteis a lo largo de toda una vida juntos. Quédate con ese recuerdo.

MI TREMENDA  SOLEDAD

Al fin te llegó la hora,
y al cielo tú te marchaste.
Dejándome mil heridas
difíciles de curarse.

Siempre, mi fiel compañero,
los dos juntos caminamos,
el uno pegado al otro;
nadie pudo separarnos.

Solo la muerte traidora
ha esgrimido su guadaña
y cortó de mi jardín
la rosa que más amaba.

Tantas cosas me enseñaste,
pero a ti se te olvidó
enseñarme cómo puedo
ya vivir sin ti, mi amor.

Por eso, tú espérame
en el Lucero del Alba
junto a esa luna radiante
que una noche en primavera
nos hizo a los dos amantes.