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La urna fenicia del siglo VII a.C. localizada en el yacimiento hace unas semanas sorprende a los investigadores en su microexcavación al no contener los restos del difunto como suele ser habitual en este tipo de recipiente funerario
(Prensa Ayto Mijas) El yacimiento del Cortijo de Acebedo sigue avanzando en su proyecto de investigación. Durante estos días, tres investigadores de la Universidad de Cádiz se han desplazado hasta el lugar para continuar examinando sobre el terreno este yacimiento mijeño que hace tan solo unas semanas regaló un hallazgo histórico para la provincia: una urna funeraria fenicia del siglo VII a.C. en perfectas condiciones, cuyos estudios preeliminares están sorprendiendo a sus investigadores.
«El patrimonio que guarda este yacimiento histórico es incalculable, es por ello que desde el Ayuntamiento de Mijas estamos impulsando su estudio a través de un proyecto que esta misma semana ha contado con la visita de un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz. A través de distintas exploraciones con un magentómetro y un tomógrafo digital queremos seguir perfilando el mapa del subsuelo de Acebedo para poder saber con exactitud dónde debemos excavar para seguir reconstruyendo la historia de nuestro municipio», detalla el regidor mijeño, quien ha puesto en valor cómo Acebedo «es un referente en la provincia gracias a hallazos únicos como el de la urna funeraria fenicia del siglo VII a.C. encontrada hace tan solo unas semanas y cuya microexcavación ya ha dado comienzo y está arrojando unos resultados preliminares sorprendentes para todos al no contener los restos del difunto como suele ser habitual en este tipo de recipientes funerarios».
En este sentido, la concejala de Patrimonio Histórico, Laura Moreno, ha detallado que la microexcavación de esta urna funeraria fenicia única en la provincia, «tiene una duración aproximada de tres días entre el trabajo de microexcavación por estratos y la recogida de información y documentación de todos los elementos encontrados» y añade que es un trabajo minucioso «que nos ayudará a saber si el pequeño elemento metálico encontrado fuera de esta urna está relacionada con los elementos metálicos detectados en el TAC que se realizó a la urna hace tan solo unas semanas en la clínica Xanit de Benalmádena en colaboración con la Universidad de Málaga».
Así, este elemento metálico es la clave para descifrar uno de los enigmas de esta urna fenicia, el porqué no contiene los restos del difunto. «Suponíamos que dentro de la urna estaban los huesos del difunto, que es lo habitual en este tipo de urnas llamadas cruz del negro, pero los huesos encontrado hasta el momento, de un adulto, apuntaría a una mujer, estaban debajo de la misma. Este pequeño elemento metálico encontrado fuera nos permitiría asociar los huesos de fuera con el interior de la urna. Por ahora es una incógnita saber por qué esta urna no es el contenedor principal de los huesos. Barajamos varias hipótesis, una de ellas es que esta urna sirviese como elemento de ajuar o contenedor de algún líquido que fuese parte del ritual, aunque estamos sorprendidos porque no es lo habitual. Sin duda es una oportunidad de conocer otros usos de este contenedor que aún no están documentado», añade Victoria Peña, arqueoantropóloga del Centro de Estudios Fenicios y Púnicos responsable del estudio de este hallazgo de Acebedo.
Cabe recordar que el yacimiento de Acebedo es, a día de hoy, la necrópolis fenicia localizada más occidental de la provincia de Málaga, situada a los pies del antiguo estuario marino, que actualmente ocupa el río Fuengirola, y amplía las estructuras localizadas hasta la fecha en el yacimiento de Acebedo, confirmando los datos ya conocidos sobre la cronología del mismo que se remonta a los siglos VII-VI a.C. y abarca hasta el VI d.C., más de mil años de historia de Mijas. Un periodo histórico que esta misma semana vuelve a analizarse a pie de campo con la presencia de investigadores de la Universidad de Cádiz.
«Nosotros venimos colaborando con el proyecto de la villa de Acebedo desde hace algunos años y hemos hecho con anterioridad algunas exploraciones con georadar para detectar estructuras arqueológicas, que son coincidentes con lo que se está viendo en las excavaciones que se han hecho a posteriori. En esta ocasión traemos dos equipos distintos, un magentómetro y un tomógrafo digital con los que se obtiene un perfil del subsuelo hasta 8 metros de profundidad», afirma Lázaro Lagóstena, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Cádiz y miembro del equipo de investigación del Proyecto General Investigación Arqueológica que ayudará a seguir descifrando los secretos de uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la provincia de Málaga.