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Según los expertos de este proyecto, la mejor opción de prevenirla es evitarla por lo que insisten en hábitos saludables frente al sol y ofrecen e insisten en este documento con consejos de prevención
(Prensa Junta Andalucía) En verano es probable sufrir una quemadura solar. Se pasa mucho tiempo al aire libre y, por alguna que otra razón, se olvida la protección frente a las radiaciones. Éstas pueden producir lesiones en la piel, hasta destruir las células, ya que la piel tiene memoria. Cada quemadura solar provoca un daño en el ADN de las células quemadas que puede derivar con el tiempo en desarrollo de diversos tipos de cáncer de piel. La quemadura más frecuente es la causada por la radiación UVB. Ésta aparece 4-6 horas después de la exposición, llega a su máximo después de 12-24 horas y empieza a desaparecer pasadas 72 horas.
En este sentido, el ‘Proyecto Soludable’ ha preparado una guía con recomendaciones sobre cómo tratar una quemadura solar en la que también se recoge, qué son, por qué se producen, cuáles son sus manifestaciones clínicas y las principales recomendaciones para su tratamiento una vez que se producen. En este documento los expertos del equipo Soludable recuerdan, además, que la mejor opción de prevención es evitarlas por lo que también insisten en los hábitos saludables frente al sol, recogiendo las principales medidas y consejos de prevención.
La quemadura solar se produce por la reacción aguda de la piel normal frente a la exposición a la luz del sol. Esa inflamación es la respuesta de la piel por su incapacidad de producir más melanina. Es conocido que las radiaciones UV estimulan la síntesis de melanina que, a su vez, es la responsable principal de la pigmentación y el oscurecimiento de la piel. Dependiendo de factores como el fototipo de la persona, la edad o el grado de pigmentación previa, ese límite se alcanza en más o menos tiempo. Además, la cantidad de las radiaciones UV tiene una relación estrecha con el horario de exposición. La mayor dosis de radiación llega a la tierra entre las 12h y 16h. Asimismo, la latitud y la altura, o el mismo espesor de la capa de ozono, son factores que influyen.
Son, por tanto, una respuesta de la piel auna sobreexposición solar que puede originar eritema, inflamación, ampollas, exfoliación, pigmentación, fotosensibilidad o inmunosupresión sistémica. Además, la piel tiene memoria por lo que las quemaduras pueden tener efectos crónicos. Esos son, por ejemplo, el fotoenvejecimiento (arrugas), la alteración en la pigmentación o las lesiones del ADN que pueden causar cáncer de piel.
Las manifestaciones clínicas para saber si se está produciendo una quemadura solar son: percibir un intenso enrojecimiento cutáneo y sentimiento de calor. También pueden aparecer vesículas y ampollas. Si se trata de una quemadura más intensa, es posible tener un malestar acompañado por fiebre, mareos o vómito. Además, como se ha mencionado, el fototipo influye en la gravedad de la quemadura solar. Por eso, las personas de piel clara pueden sufrir peladuras en la zona lesionada. Esa descamación deja ver una piel nueva que es más sensible a las radiaciones ultravioleta en las primeras semanas. Por lo tanto, es imprescindible reforzar la protección en esas zonas.
El equipo de expertos de Soludable ha incluido en esta guía todas las recomendaciones para tratar las quemaduras solares, tanto métodos naturales, como fármacos y, además, recogen el resumen de diferentes artículos validados por la comunidad científica que tratan el tema. También recuerdan que es imprescindible ser consciente de que una quemadura solar grave debe consultarse con un especialista para recibir tratamiento médico.
El principal objetivo de la cura es aliviar el dolor, prevenir las infecciones y la deshidratación cutánea. Por lo tanto, las medidas más apropiadas son: darse un baño frío o aplicar compresas de agua fría (utilizar hielo solo puede agravar la situación); lavarse con jabón para eliminar las partículas que puedan causar infección; dejar transpirar la piel; aplicar lociones que contienen zinc o aloe vera que han demostrado su eficacia; hidratación abundante; evitar el contacto con sustancias irritantes: benzocaína, difenhidramina, alcohol, perfumes o la vaselina; evitar también el contacto con la radiación ultravioleta; si aparecen ampollas, no explotarlas; y, finalmente, se puede calmar el dolor con medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno.
Ésta y otras guías están disponibles en la página web del Proyecto Soludable soludable.hcs.es, en concreto, en el apartado de recursos educativos, folletos éste es el enlace: https://soludable.hcs.es/recursos/folletos-educativos/, https://soludable.hcs.es/wp-content/uploads/2022/08/Folleto_Quemadura_Solar.pdf