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BlackRock en todo el Ibex35, Blackstone en el sector de la vivienda, hay una España ocultada, una España que es un agujero negro. Una España que no es española sino extranjera. Son los fondos financieros estadounidenses que absorben toda la riqueza -nuestra riqueza- que pueden y que ahora es, cada vez, más.
BlackRock -el mayor fondo de inversión del planeta- ha avisado al gran capital estadounidense que “España está en venta” y que su precio es barato. El cada vez mayor control del gran capital extranjero sobre la economía española, aumenta nuestra dependencia y multiplica el atraco que sufrimos la mayoría de la población.
Todavía resuenan las palabras, a mediados de los ochenta, del entonces presidente francés, François Mitterrand, a los grandes capitalistas galos: “España está en venta, comprénla”. Ahora, Larry Fink le dice lo mismo al gran capital norteamericano.
Larry Fink -CEO de BlackRock- anuncia que “España está infravalorada por los inversores mundiales. Es uno de los líderes en energía solar y eólica, pero tiene mucho más potencial”. Si Fink despliega tales comentarios laudatorios hacia la economía española -llamando a invertir en un país que “va a ser uno de los líderes en la transición energética, especialmente en la europea”- se debe a que -como el mismo se encargó de aclarar- “defendemos la inversión sostenible no porque seamos ecologistas sino porque somos capitalistas”.
Y en las energías “verdes” hay un gigantesco negocio, y el gran capital estadounidense quiere copar sus ganancias. Y además sale barato, en comparación con las expectativas de beneficios. Aprovechando las dificultades creadas por la pandemia, y ahora las generadas por la crisis energética, y beneficiándose de un dólar fortalecido en relación al euro, la banca y los fondos de inversión estadounidenses dan nuevos bocados a la economía nacional, en un atraco tan enorme como silenciado.
El agujero negro que arranca nuestra riqueza
BlackRock extiende sus tentáculos a las principales empresas del Ibex-35. Y no sólo BlackRock sino que los inversores internacionales poseen ya cerca del 50%. Desde el inicio de este siglo, los inversores extranjeros han aumentado en más de 14,5 puntos su penetración en la economía española desde el 34,3% en 1999 al 48,8% en 2021.
Desde luego destaca BlackRock -con participaciones en el Ibex-35 de casi 17.000 millones de euros, es decir, el 3,9% de la capitalización total, estando presente en más de dos tercios de las empresas del Ibex-35. Por supuesto, sus buques insignia son el dominio de los grandes bancos -con el 5,9% en el BBVA y el 5,4% en el Banco Santander; y del oligopolio energético -con el 5,55% en Iberdrola (en realidad es ya USAdrola) y el 5,47% en Repsol- a los que siguen el sector de construcción e infraestructuras -con el 6,55% en ACS- y el de viajes -con el 6,15% en Amadeus- y así hasta totalizar 22 empresas en el Ibex-35.
Y hay que sumar el resto de inversores estadounidenses -y sus aliados anglosajones como CVC que posee el 20,41% de Naturgy- y una larga lista -Vanguard, Fidelity, Capital Group, etc., y otras muchos que invierten fundamentalmente a través de fondos de inversión tradicionales, fondos de capital riesgo y fondos cotizados.
Saquean en todos los sectores
EEUU se ha convertido este año en el primer suministrador de gas en España y en el conjunto de Europa. Sustituyendo al gas ruso, o en nuestro país al argelino. Hace un año el norteamericano suponía solo el 14% de nuestras importaciones, ahora representa ya el 35,7%. Un gigantesco negocio, y una nueva forma de dependencia hacia Washington, que Larry Fink defiende con uñas y dientes.
En los próximos diez años se duplicará la potencia eólica instalada en nuestro país, y se cuadruplicará la de la fotovoltaica. Un negocio muy rentable, subvencionado además con fondos europeos, en el que el gran capital estadounidense está tomando posiciones aceleradamente. El fondo Sonnedix -dependiente del mayor banco de Estados Unidos, JP Morgan- se ha convertido en el líder fotovoltaico en España. Según fuentes del sector el 50% de la energía solar en España está ya en manos de empresas foráneas, especialmente grandes fondos estadounidenses.
Lo mismo sucede en el sector de la vivienda. El 91% de las operaciones inmobiliarias en España las lleva a cabo el capital extranjero. Grandes fondos de EEUU, como Blackstone, Hines, Cerberus y Lone Star son ya los mayores “caseros” del país.
Telefónica ya no es el principal operador de telecomunicaciones de España. La fusión entre MasMovil y Orange ha dado lugar a un líder extranjero en un sector estratégico, en beneficio de grandes fondos anglonorteamericanos -como KKR, Cinven y Providence, propietarios de MasMovil- y del Estado francés, el primer accionista de Orange.
Los grandes medios de comunicación en España están en manos del gran capital extranjero, que controla los dos grandes grupos televisivos, Atresmedia y Mediaset. Atresmedia -Antena 3 y La Sexta- está en manos de DeAgostini, RTL Group, Norges Bank y Vanguard. Y los dueños de Mediaset -Telecinco y Cuatro- son MediaForEurope, DWS, Credit Suisse. Y con el omnipresente BlackRock acaparando una destacada participación en ambos grupos.
En PRISA -la cadena SER, líder de la radio y el periódico El País- ya no mandan sus fundadores, la familia Polanco. Su principal accionista es desde hace varios años el capital estadounidense, con fondos como CVC Partners y Amber Capital.
Tenemos un agujero negro -una BlackSpain- que determina nuestras vidas. El cada vez mayor control sobre la economía nacional por el gran capital extranjero -especialmente el de Estados Unidos- aumenta nuestra dependencia y multiplica el grado de atraco que sufrimos la mayoría.