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El pasado viernes, 30 de septiembre, en la Delegación Territorial de la Junta de Andalucía en Málaga, el alhaurino Francisco Rueda Rueda recogió el primer premio de poesía, categoría de mayores, del I Certamen Literario “Versos y Relatos por un Buen Trato”, con su obra ‘Vivencias’. Este certamen, organizado por la Junta de Andalucía, tiene el objetivo de recopilar en un libro, del mismo nombre que el concurso, las poesías y microrrelatos de las obras ganadoras con la mirada desde varias generaciones en torno a los buenos tratos hacia las personas mayores.
Además de los géneros del Certamen, microrrelato y poesía, se divide en dos categorías, personas mayores adultas a partir de 55 años y personas jóvenes de entre 14 y 20 años. Por otro lado, los concursantes debían pertenecer a los Centros y Entidades detallados en las bases. Francisco Rueda concursó por ser miembro del Centro de Participación Activa de La Chaparra de Alhaurín el Grande. “El Sr. Juan, director del centro de mayores La Chaparra me dijo que si yo quería participar en este certamen, yo acepté y compuse el poema”, cuenta Francisco Rueda a Revista Lugar de Encuentro.
‘Vivencias’, de Francisco Rueda, concursó en el género de poesía, y obtuvo el primer premio. El segundo fue para Josefa Guerrero López, y Rafael Gutiérrez Díaz el tercero. En la categoría de jóvenes del género de poesía resultaron premiados Sofía Carmona Gambús, Sandra Ruíz Mulas y Alicia Conde Lebrón, primer, segundo y tercer premio respectivamente.
El jurado del certamen estuvo compuesto por Laura Valle Carmona, secretaria general provincial de la Delegación Territorial de Igualdad, Políticas Social y Conciliación en Málaga; Belén Moreno Albarracín, doctorada por la UMA y finalista del Premio Planeta 2020 con su obra ‘El caso Almenara’ y, Fernando Jiménez Guerra, director del programa de Clubes de Lectura del Centro Andaluz de las Letras.
VIVENCIAS
Francisco Rueda Rueda
C.P..A. La Chaparra, Alhaurín el Grande
Primer Premio de Poesía
categoría de Mayores
En este tiempo de mi mente fría
recordando los momentos de mi infancia
anhelo como duendes por mi casa
aquellos años de la voz dormida.
Éramos zagales que por suerte
no sufrimos los acosos de una guerra
pero vivimos cruzadas sin sabores
de una dictadura severa y seca.
Los años nos han hecho más humanos
y a pesar de los temores confundidos
vivimos tiernamente equivocados
dejándonos atrás los años en olvido.
Aunque esta luna blanca nos separa
confusa a veces por temores afligidos
nuestra mente en impulsos te reclama
recordar aquellos momentos tan divinos.
Qué suerte llegar a viejo con los años
y poder contar tantas historias acaecidas
ver a los nietos que te dicen con cariño
“abuelo”… cuenta otra historia de la vida.
Como en un río quieto y con papel al frente
quisiera evocar mi vida en un poema
pero el tiempo se nos va y está presente
esta lucha por vivir que nos espera.
