Historia de los vinos en Andalucía

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Antonio Rueda García / Gerente Almacenes Rueda García S.L. Con este título, el 19 de agosto en la casa de la cultura de Alhaurín el Grande, hice una presentación ante unos 120 invitados, dentro de las Terrazas con Arte organizadas por el área de cultura del Ayuntamiento.

Como imagino que no todos habéis sido invitados quiero en estas líneas hacer un resumen de lo expuesto. Será a grosso modo ya que es difícil en un artículo explicar lo que duró una hora.

Como dije en la charla, el objetivo es que a los oyentes (lectores) les pique la curiosidad de indagar en la historia, la cultura, el arte y el mundo del vino. Por algo la humanidad lleva haciendo y consumiendo vino desde hace más de 6.000 años.

Los primeros indicios de vino se encontraron en oriente medio, lo que hoy es Georgia, pero fueron los fenicios como buenos comerciantes y navegantes los que lo trajeron a la península y nos enseñaron a plantar, cultivar la vid y a hacer el vino, que ellos usaban en ceremonias religiosas, como forma de conectar con los dioses.

Sobre el siglo II a.C. los romanos llegan conquistando la península desde los pirineos por la costa mediterránea, ellos ya conocían el vino y lo gastaban en abundancia por lo que venían plantando viñas por doquier.
Aprovechando la ocasión los musulmanes del norte de África entraron y conquistaron la península y aunque el Corán no acepta el consumo del vino, no todos los Califas dejan de usar las uvas, ya sea para comer como fruta, para desecarla o para preparar Arrope (reducción del mosto de la uva) usado como alimento, y golosina para niños y mayores, o como zumo (mosto) aunque a la semana de ponerlo en la tinaja ya fuera vino.

Con la reconquista vuelven a plantarse viñas, sobre todo en las tierras cedidas a los soldados conquistadores.
Después de 1492 con el descubrimiento de las indias (América) y siendo Sevilla la capital más importante del mundo de la época, todos los barcos cargan vinos andaluces con destino a América y el resto del mundo.

En estas circunstancias la zona de Jerez (Cádiz), Córdoba, Huelva y Málaga reciben negociantes de todo el mundo, con una gran inversión en bodegas, en las que para que el vino soporte los largos viajes, son fortificados (añadiéndoles alcohol), Es aquí donde nacen los vinos Generosos.

Como consecuencia de la espera para embarcar y la necesidad que el vino sea siempre igual, se iban mezclando las añadas y tenemos el Sistema de Soleras y Criaderas típico de Montilla-Moriles, Jerez y Condado de Huelva.

Por azar en algunos barriles (botas) aparece un velo de levadura que impide la oxidación del vino
Esto da pie a los vinos finos, amontillados y palo cortado.

En Málaga doscientos años más tarde por la reconquista el sistema de fortificación es distinto y se añade alcohol solo para parar la fermentación lo que nos da que los vinos sean dulces. Espero que os interese conocer este apasionante mundo del vino.