CSIF reclama al SAS que evalúe los riesgos ergonómicos a los que se exponen los celadores de los hospitales de Málaga

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  • Los trastornos musculo-esqueléticos encabezan las dolencias de origen laboral y están presentes en todas las modalidades de trabajo y sectores, con especial incidencia entre el personal sanitario, sociosanitario y de limpieza
  • Uno de cada cuatro accidentes laborales con baja son provocados por este tipo de trastornos, resultado de una exposición constante a cargas más o menos pesadas durante un periodo de tiempo prolongado, a movimientos repetitivos, a posturas inadecuadas y a sedentarismo

(Comunicación CSIF Málaga) La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, primera fuerza sindical multiprofesional en la Mesa Sectorial del Servicio Andaluz de Salud, ha reclamado a la Administración sanitaria que realice evaluaciones de los riesgos ergonómicos a los que están expuestos los trabajadores del SAS, especialmente el colectivo de celadores.

En sendas comunicaciones de riesgo dirigidas a las gerencias del Hospital Regional de Málaga y del Hospital Clínico Universitario ‘Virgen de la Victoria’, CSIF ha pedido que se identifiquen estos riesgos, así como que se adopten las medidas necesarias para solventar las deficiencias, que afectan directamente a alrededor de 750 celadores y celadoras de los hospitales malagueños. El sindicato defiende que es necesario aplicar medidas preventivas ergonómicas y de control para mejorar la seguridad y salud de los trabajadores y las trabajadoras.

Con motivo de la Semana Europea de la Seguridad y Salud en el Trabajo, que se celebra del 24 al 28 de octubre, CSIF recuerda su campaña ‘Haz una pausa activa y suelta tu carga’ para sensibilizar sobre los trastornos músculo-esqueléticos (TME), que encabezan la lista de problemas de salud relacionados con el empleo, reduciendo la calidad de vida y la capacidad de trabajo de las personas.

El colectivo de celadores está especialmente expuesto a sufrir este tipo de trastornos como consecuencia de su actividad laboral. Los TME de origen laboral son alteraciones que sufren las estructuras corporales como los músculos, las articulaciones, los tendones, los ligamentos, los nervios y los huesos, causadas o agravadas fundamentalmente por el trabajo. Afectan principalmente a espalda, cuello, hombros y extremidades superiores, aunque también pueden detectarse en las inferiores.

Este tipo de dolencias de origen laboral son las más habituales y están presentes en todas las modalidades de trabajo y sectores, destacando entre el personal sanitario, sociosanitario, administrativo, peones, transportistas, bomberos, policías, profesionales de limpieza, hostelería y construcción. Constituyen una de las principales causas de baja y jubilación anticipada en Europa.

La mayor parte de los TME son trastornos acumulativos, resultado de una exposición constante a cargas más o menos pesadas durante un periodo de tiempo prolongado, a movimientos repetitivos, a posturas inadecuadas y a sedentarismo. Pero también han aparecido nuevos factores que agravan estas dolencias: la pandemia, el teletrabajo, el sedentarismo, así como el síndrome de la Covid persistente están provocando un impacto notable sobre los trastornos musculo esqueléticos.

CSIF ha pedido en diversas ocasiones que se dote al personal afectado de equipos de trabajo que eliminen o minimicen la manipulación manual de cargas, ya que, además de la carga en sí, también influye en estas dolencias la edad de los profesionales y su especial sensibilidad a los TME, así como su cada vez más complicada adaptación del puesto de trabajo

Accidentes de trabajo en aumento

Según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, de enero a agosto de 2022 se comunicaron en España 105.092 accidentes de trabajo en jornada con baja por sobreesfuerzo en el sistema musculoesquelético -un 4,1% más que el año anterior- y 144.548 accidentes de trabajo en jornada con baja por dislocaciones, esguinces y distensiones -un 5% más que en el mismo periodo del año anterior-. En concreto, un 25,29% de los accidentes laborales con baja son provocados por TME.

Entre los colectivos profesionales con mayor índice de incidencia de TME destacan los relacionados con actividades sanitarias y de servicios sociales, industria manufacturera, educación y actividades de administración pública y seguridad social.

Según los datos del Observatorio de Enfermedades Profesionales (CEPROSS) y de enfermedades causadas o agravadas por el trabajo (PANOTRATSS) publicados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, 2021 se cerró con 17.048 partes comunicados de enfermedad profesional de grupo 2, concretamente por TME, siendo el 83,65% del total. Además, los procesos con propuesta de invalidez del grupo 2 de enfermedades profesionales causadas por agentes físicos llegaron a un 37,66% del total en 2021 siendo mayor en mujeres.

En 2021, entre las enfermedades causadas o agravadas por el trabajo según el PANOTRATSS, las enfermedades del aparato locomotor continúan siendo de las más frecuentes: 1.002 partes comunicados por enfermedades causadas por el trabajo y 336 partes de enfermedades agravadas por el trabajo, siendo el 36% del total.

Plan de acción para reducir los TME

Por todo ello, CSIF considera urgente desarrollar un plan de acción para la reducción de los TME, objetivo pendiente desde la anterior Estrategia de Seguridad y Salud Nacional 2015-2020, así como mejorar la vigilancia de la salud, la calidad del servicio de rehabilitación en las mutuas, el diseño y la ergonomía de los puestos de trabajo, puesto que las cifras revelan que este tipo de dolencias siguen en aumento.

CSIF propone una batería de medidas para reducir el riesgo de estos trastornos, como campañas de promoción de la Salud en el Trabajo orientada a la prevención; evaluación de riesgos ergonómica valorando la participación de las personas trabajadoras y su experiencia; adaptación de los puestos de trabajo a través de la ergonomía; vigilancia de la salud específica; promoción de una mejora organizativa; abordaje de los riesgos de TME y su posible relación con los factores psicosociales; más formación e información; medidas técnicas que ayuden a manipular cargas y a la movilización de personas; creación de escuelas de espalda para los profesionales; y promover la pausa activa durante la jornada laboral para evitar la aparición de estos trastornos.