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El Castillo Monumento Colomares se encuentra en Benalmádena, un pueblo de la Costa del Sol malagueña. Conforme se adentra y pasea por este singular Castillo de cuentos, el visitante es testigo de una narración, sin igual, del la llegada de la expedición de Colón a América, el 12 de octubre de 1942.
De cuento, impresionante, curioso o raro son algunos de los adjetivos con los que las personas que lo visitan describen este castillo-monumento a Colón. Si Colón tuvo el sueño de “viajar hacia poniente para alcanzar las Indias”, el Dr. Esteban Martín Martín, soñó con contar el Descubrimiento de América de forma arquitectónica. En un puro trabajo artesanal de piedra, ladrillo y cemento, tal hazaña duró siete años (1987-1994) y contó con la sola ayuda de dos albañiles.
Cuenta con dos récords Guinness, uno por albergar una iglesia, dedicada a Santa Isabel de Hungría, y ser la más pequeña del mundo, 1,96 m² y, otro por tener el edificio mayor y más completo tratando a Cristóbal Colón “desde una hipótesis de sus orígenes distinto”, explica el hijo del constructor y actual propietario.
Una proa alusiva a la nave Santa María, a la entrada de las instalaciones; la Pinta y la Niña; Fernando e Isabel o, los hermanos Pinzón, están representados en este singular monumento que, además, cuenta con un mausoleo en el que el constructor soñaba que algún día guardaría los restos del descubridor.