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El ex presidente de la Junta y el que fuera alcalde de Málaga, dos históricos de la política andaluza, protagonizaron en la Biblioteca Municipal una interesante charla con visiones contrapuestas en algunos puntos y centrada en los 40 años de autonomía de la comunidad
Los 40 años de autonomía de Andalucía han sido el tema epicentro de la última charla del ciclo ‘Diálogos en Alhaurín’ en su X edición. El coloquio, organizado por la Concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre dirigida por el edil Manuel López, ha contado con la presencia de José Rodríguez de la Borbolla y Luis Merino Bayona. El expresidente socialista de la Junta de Andalucía entre 1984 y 1990 y el exalcalde de Málaga entre 1977 y 1979 han abordado en una charla muy trabajada y con brillantez las cuatro décadas de autonomía de los que disfruta nuestra comunidad desde el año 1981, cuando los andaluces votaron en referéndum la aprobación del Estatuto de Autonomía.
Al acto, celebrado como los dos anteriores en la Biblioteca Pública Municipal ‘Antonio Garrido Moraga’, asistió el concejal de Patrimonio Histórico y diputado provincial de Cultura, Manuel López, así como otros miembros de la Corporación Municipal que quisieron interesarse en el tema abordado por ambos ponentes.
Con puntos de vista diferentes, dado también el ideal político distinto de cada uno, se han puesto sobre la mesa temas como el origen de la autonomía andaluza, la integración de Andalucía dentro del mapa español o la trascendencia de la Transición y sus protagonistas.
Ambos ensalzaron el papel de todos los protagonistas de la Transición española tras la dictadura franquista y el pase a la democracia. De la Borbolla enfatizó en que esa transición «la hicimos los hijos de aquellos padres que vivieron la Guerra Civil pero que nunca quisieron venganza», lo que llevó a «una construcción favorecedora para todos del estado». Mientras, Luis Merino afirmó que «la gente aportó lo mejor que tenía para llegar a un acuerdo beneficioso para todos los españoles».
Respecto a la aprobación de la autonomía andaluza, Merino, por entonces parlamentario de UCD, afirmó que esa primera etapa autonómica fue «enriquecedora y muy productiva», con gente muy preparada, y lo más importante, ha dicho, es que «se puso el acento en Andalucía». El expresidente recalcó que «hacíamos política pensando en la gente» y se hizo pensando en «una identidad andaluza y no una nacionalidad andaluza».
El paso de los años hizo, según el exalcalde de Málaga, que la política andaluza se «anclara en Sevilla», a lo que el expresidente andaluz replicó diciendo que «Sevilla es la capital andaluza y por tanto debía acoger las estructuras de la Junta», a la vez que defendió que «nadie regaló nada a la Junta en Sevilla» y hubo de construir muchos edificios para albergar instituciones.
El punto de encuentro de ambos para finalizar fue coincidir en que el gran reto de Andalucía es reconquistar su lugar en el mundo.