“Hay futuro para las nuevas generaciones de la Axarquía en la uva pasa moscatel”

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Entrevista a José Manuel Moreno, secretario del Consejo Regulador Denominación de Origen Vinos Málaga, Sierras y Pasas de Málaga, con motivo de la campaña ‘Comemos pasas de la Axarquía”

El objetivo del Sipam de la uva pasa moscatel es revolver inteligencias y dar a comprender que si un cultivo mantiene un territorio y a su población, no debe caer en el olvido”

La Mancomunidad Axarquía Costa del Sol junto al Ministerio de Consumo ha activado una campaña para promover las pasas en los comercios, hogares y establecimientos de restauración, ¿Qué destacaría de este cultivo autóctono de Málaga?

Hablamos de un cultivo ancestral con muchísimos valores estratégicos para el territorio. Uno de ellos es que ancla a la población al territorio ya que está muy vinculada a este cultivo. Su valor paisajístico otorga al territorio una expresión muy diferenciada; otra particularidad es que es un cultivo de secano que requiere de poco agua en contraposición con otros. La vid se adapta, y así lo ha hecho durante siglos en este territorio: Es un cultivo artesanal, natural que no requiere de imputs diferentes a los que se les ha aplicado hasta ahora. Contiene altos valores nutricionales. Y todo ello es lo que ha hecho que tenga el reconocimiento Sipam por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

También está considerado un superalimento por sus propiedades nutricionales. De hecho, el Consejo Regulador publicó un estudio con datos científicos. ¿Puede comentar algunas de sus ventajas saludables?

El libro “Pasas de Málaga: Estudio Nutricional, Denominación de Origen y Sistema Importante de Patrimonio Agrícola Mundial’ en el que participé junto a Ingrid Mateo técnico de Microambiental Análisis y Consultoría Javier Aranda Bautista, director de Calidad del Consejo Regulador de las DOP Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga, tenía una parte enfocada a sus valores nutricionales. En sus páginas podemos comprobar que es un superalimento mediterráneo: tiene un alto contenido en fibras, vitaminas B1 y tiene importantes aportes de potasio que lo convierten en un aliado para la práctica deportiva. Por tanto es beficioso para nuestro metabolismo, limpia toxinas, va bien para el sistema digestivo, circulatorio, nervioso y como es sabido, los rabillos de pasas para la memoria. Tienen también un índice glucométrico muy bajo, de forma que durante los ejercicios físicos inyecta al cuerpo el azúcar de forma progresiva.

El Consejo Regulador tiene una de las vocalías de la Asociación Sipam de la uva pasa, ¿cree que la consecución del Sipam puede ser un revulsivo para el mantenimiento de la moscatel?

La pasa es un revulsivo en sí misma, y la consecución del Sipam tiene como aspiración principal revolver inteligencias y dar a comprender que si un cultivo mantiene un territorio y a su población, no debe caer en el olvido. Si la FAO puso el ojo en este cultivo, las administraciones tienen que estar atentas a qué se está haciendo en otros países donde tienen sistemas reconocidos. Deben involucrase como lo hicieron con los Dólmenes de Antequera cuando fueron reconocidos Patrimonio de la Humanidad. Es lo mismo pero en el mundo agrario. Requiere de protección y para ello, es necesario un esfuerzo colectivo.

¿En qué acciones hay que incidir?

Lo que tenemos que conseguir es una transformación del producto empezando porque sea más competitivo para los viñeros, de forma que les genere una economía que les permita vivir de este producto. Hay que transmitir su calidad, su producción artesanal y lo qué significa desde el punto de vista nutricional. Es conservadora de un paisaje y atrae turismo. Por todo ello, las pasas tienen que ser un producto que tenga retorno, si no, no tendría sentido.

Actualmente, ¿cuántas hectáreas de moscatel de Alejandría hay destinadas a la producción de pasas o vinos?

En la Axarquía hay aproximadamente 1.170 hectáreas de una pasa moscatel incluidas en la D.O. Origen Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga. No obstante es un dato móvil, no es estático.

Este año con la sequía la producción de ambos productos se ha visto mermada, ¿en cuántos litros se ha visto reducida y kilos de pasas?

Este año hemos obtenido alrededor de 100.000 kilogramos de pasas, lo que supone un 50 por ciento menos, con motivo de la sequía. No se pueden llevar al mercado si no tienen calibre suficiente. Para vía todavía no tenemos los datos cerrados pero han podido reducirse entre un 15 y un 20 por ciento con respecto a 2021.

¿Considera que para el manteniemiento de la moscatel es necesario apostar también por el enoturismo?

La producción de pasas es un referente cultural y genera una diferencia única en el mundo con respecto a otras: el asoleo es la que la hace singular. No existe otro lugar donde se trate la uva de esta forma para producir pasas. Y eso es lo que busca el turista de experiencias. Busca algo personal, diferente. Y a eso también aspira el Sipam, a que la gene prospere ya sea con el producto final o con otros productos turísticos como hoteles, restaurantes o actividades. Lo que tenemos que dar a conocer es la antigüedad de un proceso, que sigue ahí, y que se sigue haciendo igual que siglos atrás, con el mismo criterio. De hecho, todos los Sipam que hay en el mundo son receptores de turismo. En Europa se están articulando entorno al Valsipam que ya tiene logotipo propio y que está avanzando en líneas de actuación relacionadas con la comercialización y el turismo. Por tanto, hay que propiciar, desde el punto de vista asociativo e institucional, que el turismo sea un instrumento de desarrollo basado en su calidad y autenticidad, La población en su conjunto tiene que saber que hemos heredado un patrimonio que hay que cuidar. Nos va a diferenciar el detalle, hay que mejorarlo pero no super explotarlo. Pero estoy convencido de que se pueden crear experiencias muy atractivas

¿Confía en qué puedan vivir las nuevas generaciones de la Axarquía de la uva pasa moscatel?

Partimos de la base de que todos los padres quieren que sus hijos mejoren la posición que ellos tuvieron y hablamos de un cultivo muy difícil para el que hay que hacer un esfuerzo muy grande. Para que tenga futuro tiene que haber un compromiso importante, y ello pasa por la formación en la producción de pasas y en la vitivinícola. También hay que tener una buena concepción turística del territorio, de sus recursos medio ambientales, de un equilibrio en el paisaje, y por supuesto que los precios estén acordes al coste de producción. Seguro que hay futuro para las nuevas generaciones porque también están saliendo iniciativas muy valiosas.