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Las lavadoras son imprescindibles en las viviendas, de forma que trabajan bastante, sobre todo en los hogares en los que hay varios niños, los cuales son poco cuidadosos con la ropa.
Con este trabajo intenso, no es extraño que con el paso del tiempo se rompan, aunque por suerte cada vez es más sencillo encontrar repuestos electrodomésticos, incluso sin la necesidad de salir de casa.
La lavadora no desagua
Una de las averías más frecuentes es que la lavadora no desagua, en cuyo caso la culpable puede ser la bomba de vaciado, que ya no puede más y se ha roto por el uso.
En esta situación, ponemos la lavadora como siempre y cuando vamos a abrir la puerta nos damos cuenta de que hay mucha agua dentro, ya que esta bomba no se ha puesto a funcionar y el agua del lavado sigue ahí. No es complicado cambiarla, e incluso la podemos comprar y hacerlo nosotros mismos si nos atrevemos.
No entra agua a la lavadora
Esta es una avería que se puede decir que es contraria a la anterior y sucede cuando la electrovalvula deja de funcionar, puesto que en este caso no entra agua a la máquina.
Encendemos la lavadora, la programamos y se pone a realizar sus ruidos de siempre, pero notamos que no tiene agua y no inicia el lavado o lo comienza sin esta, lo que no sirve de nada.
Antes de cambiar este componente, debemos mirar si la presión del agua es la adecuada y si tenemos el grifo abierto. Si todo está correcto, lo más normal es que la válvula se haya roto, pues es la que se encarga de dejar pasar el agua y de cortarla cuando ya hay suficiente.
La puerta no abre bien
Entre las zonas más expuestas de una lavadora está la puerta. En concreto, la maneta puerta es la parte de la máquina que más accionamos y además siempre se lleva algún golpe a la hora de meter y sacar la ropa.
El resultado es que, cualquier día, el choque es algo más fuerte o tiramos con demasiada energía, así que se rompe y la lavadora deja de funcionar, pues si no detecta que la puerta se ha cerrado bien no arranca, con el fin de evitar inundaciones.
Este es un repuesto económico y fácil de cambiar siempre que no hayamos roto también el sitio en el que se ancla, aunque en este caso podemos pedir esta zona e incluso otras partes de la puerta o todo el conjunto si se ha roto.
El cajón del detergente se ha partido
Hay pequeñas averías que parecen insignificantes, pero que nos impiden lavar. Una de ellas es la del cajón del detergente y el suavizante, que en muchas ocasiones no es de la mejor calidad y se termina partiendo.
Por suerte, se puede comprar uno de repuesto y colocarlo es muy sencillo, pues se suele poner apretando una pestaña y metiendo el nuevo.
Que la lavadora se rompa con el paso de los años no es nada raro, lo bueno es que ahora comprar repuestos es muy sencillo, puesto que existen tiendas online que nos los ofrecen a precios muy económicos y con envío a casa.