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La consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles López, ha avanzado que el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) está elaborando una nueva herramienta para la valoración del riesgo social y psicológico en materia de violencia de género dirigido a los Centros Provinciales de la Mujer, los Centros Municipales de Información a la Mujer (CMIM) y los programas de atención psicológica del IAM, así como un catálogo que recoja todos los servicios de la Junta de Andalucía sobre violencia machista. López ha subrayado que «el propósito es tener un instrumento común que pueda hacer aflorar posibles casos de violencia de género que aún no son visibles y tratar de prevenirlos«. La consejera ha realizado estas declaraciones tras la reunión que ha mantenido con la directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Olga Carrión, y las coordinadoras provinciales para analizar las Comisiones de seguimiento contra la violencia de género que se han celebrado recientemente en toda Andalucía.
Loles López ha explicado con este instrumento, que estará terminado en el primer trimestre del año, se realizará una valoración diferente a las forenses o policiales, que ya existen; o a los informes de vulnerabilidad que actualmente realizan los Servicios de Asistencia a Víctimas de Andalucía (SAVA), ya que muchas mujeres que sufren malos tratos no llegan a presentar denuncia y solo acuden a los servicios sociales especializados, como el Instituto Andaluz de la Mujer. «Actualmente nos encontramos en el proceso de elaboración de esta herramienta, recogiendo y analizando los diferentes indicadores de riesgo individual. Y es que es fundamental abordar la violencia de género desde todos los ángulos posibles para ayudar a todas las mujeres que lo necesiten«, ha incidido.
En este sentido, esta herramienta recogerá diferentes indicadores de riesgo individual, tanto en la víctima como de la información que se tenga del agresor; así como a nivel social y comunitario, con variables familiares, laborales o del entorno que pueden aumentar la vulnerabilidad de la víctima, y, por tanto, el riesgo. Y, de esta manera, el personal técnico especializado decidir si derivar a una casa de acogida, a un determinado programa de atención psicológica o jurídica e incluso si hay que informar a un juzgado o la Policía de una situación de riesgo para las víctimas. La idea es que sea una herramienta web y que también tenga un formato impreso de fácil acceso para las y los profesionales del Instituto Andaluz de la Mujer, los Centros Municipales de Información a la Mujer, así como de los programas de atención.
Paralelamente, se va a elaborar un catálogo donde se recogerán todos los servicios, recursos, programas y ayudas en materia de violencia de género de la Junta de Andalucía y que coordinará el Instituto Andaluz de la Mujer para que todo los y las profesionales que atienden a las víctimas en Andalucía sepan y conozcan de manera ágil y eficaz todas las medidas y recursos a su disposición.
Nuevos protocolos
La nueva herramienta de valoración del riesgo forma parte de los nuevos protocolos que está elaborando el Instituto Andaluz de la Mujer para abordar la violencia de género desde todos los ángulos posibles. Así, entre los nuevos protocolos se abordará la detección e intervención para víctimas de ciberviolencia de género para dar respuesta a una realidad que ha ido tomando cada vez más espacio dentro de la forma de ejercer la violencia machista ya que sigue siendo el mismo tipo de violencia, pero ejercida por distintos medios, los cuales son muy accesibles por parte de los que la ejercen y al mismo tiempo les facilita el anonimato y, por tanto, la sensación de impunidad. Al mismo tiempo, los medios tecnológicos agravan el daño de la víctima por la repercusión que puede llegar a alcanzar en redes llegando a ser permanente.
Asimismo, se está trabajando en un documento para la atención integral para mujeres con problemas relacionados con la salud mental, donde se busca abordar la violencia de género ejercida hacia unas mujeres para las que es generalizada la falta de atención y recursos especializados, lo que resta credibilidad a la víctima impidiéndose así la detección y la atención especializada. Es frecuente que la enfermedad mental no sea asumida por la propia mujer o su entorno, lo que se convierte también en un obstáculo para pedir ayuda. La interseccionalidad cobra especial importancia a la hora de enfrentar tanto el estudio, la planificación e intervención con las víctimas de violencia de género que tienen problemas de salud mental.
Mientras tanto, en el protocolo de atención integral para mujeres rurales se analiza la violencia de género ejercida en un medio con características propias en los que, si bien las redes de apoyo son más cercanas a las víctimas, esta cercanía puede traducirse en una limitación y ejercicio de control para el mantenimiento de la situación de violencia. A ello se une la dificultad de acceso a recursos de forma anónima en un entorno más propicio al mantenimiento de unos roles más tradicionales.
Y, finalmente, en el documento para la asistencia integral a mujeres migrantes se hace frente a la violencia de género ejercida hacia unas mujeres fuera de su país y redes de apoyo, con unas diferencias culturales que van más allá de la barrera fundamental del idioma, que las llevan a tener una desconfianza en las instituciones, así como en los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado no percibiéndolos como mecanismos de apoyo para poder protegerlas y ayudarlas a salir de la violencia ejercida sobre ellas.
Evaluación de las comisiones provinciales
Por otra parte, la consejera ha valorado «muy positivamente» las reuniones de las Comisiones provinciales de seguimiento contra la violencia de género que se han puesto en marcha en tiempo récord en todas las provincias andaluzas entre finales de diciembre y los primeros días de enero. «Quiero mostrar mi total agradecimiento tanto por la participación como por el compromiso de todas las administraciones e instituciones participantes en estos encuentros», ha manifestado.
«Es crucial analizar la situación son seriedad y rigor, evaluar todas las medidas para ganar en eficacia, eficiencia y, sobre todo, ajustarnos a la realidad de las mujeres que sufren esta violencia», ha valorado. Estas comisiones se seguirán celebrando durante 2023 con un carácter semestral, aunque también se podrán convocar cada vez que sea pertinente. El objetivo es ampliar los colectivos asistentes en las próximas citas, además de los que marca el reglamento, a los Colegios Profesionales de Abogacía, Psicología, Procuradores, Centros Municipales de Información a la Mujer y asociaciones de mujeres.