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El presidente señala que estas infraestructuras dan servicio a 35.000 personas y afirma que estas actuaciones son fundamentales para paliar el desgaste que sufren estas infraestructuras
«Con aguas limpias y depuradas será más fácil abordar futuros problemas de riego y planificar el desarrollo urbanístico y turístico de los municipios de la provincia», asegura Francisco Salado
El informe final de las redes de distribución de agua revela que se pierden 7,45 hectómetros cúbicos al año, con lo que se podría abastecer a una población de 100.000 habitantes
(Prensa Diputación) La Diputación de Málaga tiene en marcha obras y proyectos que suman una inversión de 10,6 millones de euros para la reparación y modernización de 24 depuradoras de la provincia, que dan servicio a 35.000 habitantes.
El presidente, Francisco Salado, ha explicado que estas actuaciones son fundamentales para paliar el desgaste que sufren estas infraestructuras. «Son obras costosas, quizás poco vistosas para los ciudadanos, pero que hay que hacer», ha manifestado, al tiempo que ha añadido que «con aguas limpias y depuradas será más fácil abordar futuros problemas de riego y planificar el desarrollo urbanístico y turístico de los municipios de la provincia».
Las EDAR se encuentran en los siguientes municipios: Alameda, Alcaucín, Frigiliana, Cuevas de San Marcos, Sayalonga, Sedella, Archidona, Comares, Totalán, Villanueva del Trabuco, Cañete la Real, Cútar, Colmenar, Casabermeja, Villanueva de Tapia, El Burgo, Ardales, Teba, Serrato, Cuevas del Becerro, Parauta, Gaucín y Montecorto. Además, en El Chorro se invertirán 171.000 euros en la redacción del proyecto de un colector.
Los trabajos ya han empezado en 15 depuradoras (Canillas de Albaida, Cuevas de San Marcos, Frigiliana, Alcaucín, Alameda, Sayalonga, Comares, Totalán, Sedella, Cañete la Real, Villanueva del Trabuco, Casabermeja, Cútar, El Burgo y Atajate, esta última, que es de nueva construcción, cuenta con un presupuesto de 1,2 millones de euros); la de Ardales lo hará próximamente y están pendientes de redactar los proyectos de otras 8 (Colmenar, Villanueva de Tapia, Teba, Serrato, Cuevas del Becerro, Parauta, Gaucín y Montecorto). El Consorcio Provincial del Agua gestiona un total de 45 depuradoras, por lo que se está actuando prácticamente en la mitad.
Las propuestas han sido aprobadas en los ayuntamientos, a los que la Diputación concede las subvenciones. Este programa de actuaciones comenzó a principios del año pasado y la previsión es que todas estas obras estén listas antes de que acabe 2023.
El presidente ha explicado que las actuaciones, encargadas a Tragsa, consisten básicamente en la sustitución, renovación y mejora de equipos y sistemas que se han ido deteriorando. «En estas plantas se lleva a cabo una tarea fundamental, de un alto valor medioambiental: reducir la carga contaminante de las aguas residuales producidas por la actividad humana», ha apuntado.
Salado ha indicado que «la gestión del agua que hacemos va mucho más allá» y ha recordado que el primer plan de asistencia económica municipal para 2023 contempla 17,5 millones de euros para financiar obras relacionadas con infraestructuras hidráulicas y con la mejora del abastecimiento domiciliario de agua potable en todos los municipios de la provincia.
Análisis de las redes de distribución
El presidente, quien ha asegurado que «la gestión del agua es uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos las instituciones públicas», ha expuesto también las conclusiones del exhaustivo informe que se ha realizado para analizar las redes de distribución de agua en municipios de la provincia menores de 20.000 habitantes.
En total se han analizado 74 municipios, en los que se han detectado que se pierden 20.500 metros cúbicos al día, lo que supone 7,45 hectómetros cúbicos al año, con los que se podría abastecer durante todo un año a una población de 100.000 habitantes.
Los caudales mínimos nocturnos registrados llegan a suponer más del 50% del agua regulada en los depósitos de almacenamiento. Además, se han detectado un total de 452 fugas en la red municipal en la mayor parte de los núcleos estudiados –en algunos se han encontrado hasta 45- y las fugas detectadas son de distinta naturaleza y envergadura. Algunas están en la red, otras en las acometidas o en los collarines, e incluso en el interior de viviendas. También se ha constatado la ausencia de contadores en algunos casos.
Por otra parte, se ha constatado que, cuando se acometen reparaciones, rápidamente se aprecian descensos en los caudales mínimos nocturnos, lo que se traduce en ahorro de agua. El presidente, en este punto, ha advertido de que no todo el caudal mínimo nocturno sea achacable a fugas, ya que también puede haber posibles tomas fraudulentas o no controladas. Otro problema es que algunos municipios no cuentan con contadores para riego, pero se permite, por lo que es complicado saber qué cantidad se destina a ese fin.
Ahora, ha explicado el presidente, se estudiarán las posibles soluciones, que pasarán por planes de fugas anuales, la reparación inmediata de averías, la renovación de redes en mal estado y la instalación de sistemas de control domiciliario con telelecturas.
Coordinación institucional
Salado ha apuntado que «Málaga arrastra muchas necesidades hídricas y nos alegra que la Junta de Andalucía se esté tomando este tema muy en serio», con la inversión de 304 millones de euros, con los que se conseguirá aportar más de una treintena de hectómetros cúbicos de agua en 2023 a los recursos hídricos de la provincia.
En cuanto al Gobiern central, ha apuntado que «debe planificar y ejecutar nuevas infraestructuras, como la desaladora de la Axarquía, que está incluida en el Plan de Hidrológico Nacional, o ampliar la de Marbella. «Tenemos que trabajar, coordinados, para contrarrestar los efectos de la sequía, porque de ellos depende el bienestar de los ciudadanos y la economía de nuestra tierra», ha finalizado.