El párroco Pepe Planas y la activista social Maribel Martín Hijos Adoptivos de Alhaurín de la Torre

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La ceremonia se ha celebrado esta tarde-noche en el Salón de Usos Múltiples de la Casa de la Juventud, donde se han vivido momentos muy emotivos

El alcalde, Joaquín Villanova, y numerosos miembros de la Corporación Municipal y del tejido cívico y cultural de la localidad

(Prensa Ayto Alh Torre) El Salón de Usos Múltiples de la Casa de la Juventud ha acogido esta tarde-noche de sábado, en un acto multitudinario, la solemne ceremonia de entrega del título de Hijo Adoptivo de Alhaurín de la Torre del párroco Pepe Planas y la activista social y presidenta de la ONG Fundación Coprodeli (Comunión, Promoción, Desarrollo y Liberación) en Andalucía, Maribel Martín.

Dichos galardones fueron aprobados por unanimidad por el Pleno de la Corporación Municipal el pasado mes de diciembre y se han materializado en la gala oficial que se ha llevado a cabo hoy.

En la ceremonia, presentada por el funcionario Manuel Guerado, se ha procedido a la lectura del acta de aprobación del nombramiento de cada uno: el concejal de Cultura y Fiestas, Andrés García, ha leído el del sacerdote, mientras que la edil de Asuntos Sociales e Igualdad, María del Carmen Molina, se ha encargado del documento acreditativo del nombramiento de Martín. Ambos, muy emocionados y llenos de gratitud, han recogido sus distinciones.

Al acto ha acudido el alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, acompañado por los miembros de la Corporación Municipal. También se han sumado numerosos colectivos, la jueza de paz, el director del Centro Penitenciario y otras personalidades públicas. No han faltado asociaciones y hermandades alhaurinas, que también apoyaron esta moción.

El alcalde ha querido dedicar unas emotivas palabras a los nuevos Hijos Adoptivos de la localidad. De Pepe Planas aseguró que ayudó a la juventud de los ochenta a «tomar el buen camino» ya que estos conectó perfectamente con él por su personalidad «vibrante». De Maribel Martín ha hecho hincapié en que es una persona «humilde y generosa» y alabó su cometido en la parroquia y en la Fundación Coprodeli y la felicitó por su «talento y dedicación».

Los homenajeados han expresado palabras de agradecimiento para la Corporación y han demostrado todo el cariño y afecto que profesan por Alhaurín de la Torre, cada uno desde su ámbito. Los dos han mostrado gran orgullo por la recepción de estas condecoraciones, que suponen la máxima distinción institucional, de acuerdo al Reglamento de Honores y Distinciones. y dedicaron unos discursos muy sentidos llenos de fe y esperanza, la misma que transmiten.

SEMBLANZA DE LOS HOMENAJEADOS

Maribel Martín

Maribel, como es conocida desde niña, es natural de Romilla, pedanía de Chauchina, Granada. Es hija de agricultores de la vega granadina, siendo la mayor de cuatro hermanos. Desde pequeña tuvo mucha afición por la lectura, siendo los cuentos ilustrados y más tarde los libros sus regalos preferidos. Sus estudios primarios los realizó en el colegio de la Compañía de María en Santa Fe y el bachillerato en el Instituto Padre Manjón de Granada.

Se graduó como auxiliar de clínica en el Colegio Jesuita la Blanca Paloma, también de Granada y estuvo trabajando cinco años en el laboratorio de microbiología de la Facultad de Medicina. Estando trabajando en Granada conoció al que hoy es su marido, Fernando, que en esas fechas estudiaba en la Escuela de Aparejadores. Tras casarse en 1984 se vinieron a vivir a Alhaurín de la Torre.

Maribel dice que en este pueblo las personas que la empezaron a acoger la acogieron muy bien y por ello siempre dice que Alhaurín de la Torre es un pueblo muy hospitalario. En el pueblo nacieron sus dos hijos Maribel y Fernando, los dos muy vinculados también al municipio.

La principal relación social de Maribel con Alhaurín de la Torre y más concretamente con la parroquia se inicia en el año 1992 cuando su hija se inicia en la Catequesis. Es entonces cuando asume que no solo debe instruir a su hija sino que, junto a otras madres, forman unos grupos para impartir la formación Cristiana para la Comunión al resto de los niños del pueblo. Esta labor ya la conocía anteriormente pues había sido catequista en su pueblo natal.

Comienza con un grupo de niños y simultáneamente empieza a formarse como agente de pastoral y en teología, cursos que ahora se imparten en nuestra parroquia: En aquellos tiempos tenía que desplazarse todas las semanas a Coín y a Málaga. Toma las riendas de la coordinadora de catequesis de primer ciclo, formando parte de la coordinadora del arciprestazgo desde 1992, también se incorpora al consejo parroquial y la junta económica, labor que está desempeñando hasta el día de hoy.

En el año 2000, con motivo de la pintura del templo, contactó con la Fundación Coprodeli, a la cual conocía con anterioridad a través de Manos Unidas. La Fundación Coprodeli tiene como principal objetivo la ayuda a la infancia de países en vías de desarrollo.

Todos los proyectos que realizan van destinados prioritariamente a los niños, proporcionándoles primero sustento, sanidad, educación y formación académica y humana. En el caso del Comercio Justo, ayuda a los artesanos del Perú para que obtengan un salario justo y puedan criar a sus hijos, desarrollarse como niños y no tener que estar trabajando con sus padres.

Es en este mismo año 2000 cuando se realiza en la Finca el Portón la primera exposición y venta de productos artesanales andinos que, salvo el año de la pandemia, se viene realizando todos los años hasta
el presente.

Para la organización de este mercadillo se cuenta con la inestimable labor solidaria de los voluntarios locales y los resultados son muy satisfactorios gracias a la generosidad del pueblo de Alhaurín de la Torre. Este mercadillo se hace a finales de noviembre, principios de diciembre, como dicen algunos dando comienzo a la Navidad local. En el año 2004 se le ofrece ser la presidenta del comité de Alhaurín de la Torre, para así no ser un grupo solo que realiza una exposición anual, sino formar parte de la Fundación. Así se crea el Comité de Alhaurín de la Torre de la Fundación Coprodeli.

En el año 2014 se le asigna la Delegación de la Fundación Coprodeli en Andalucía. En este mismo año, en Lima, Perú, su hijo Fernando recoge un reconocimiento por su labor de sensibilización y voluntariado realizado en esta Comunidad andaluza. También en 2014 la Diputación Provincial de Málaga concede a la Fundación Coprodeli el Premio Provincial de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos. Como delegada de la Fundación en Andalucía participa impartiendo charlas y talleres sobre sensibilización del Comercio Justo en el Centro Penitenciario de Córdoba.

Desde el 2015 forma parte del Patronato Nacional de la Fundación Coprodeli como vocal y en el año 2019 recibe a título personal la medalla de oro de la Asociación de Ayuda al Mérito Humanitario de Andalucía.

A finales de 2022 ha sido designada vocal de la Orden al Mérito Humanitario de Andalucía.
Sin embargo, una de las máximas de Maribel es que los logros conseguidos no hubieran sido posibles sin la ayuda de los muchos voluntarios que han colaborado durante todo este tiempo.

Sin duda el carisma, la personalidad y buen hacer de Maribel, ha calado hondamente en nuestro pueblo, haciéndola toda una referente en el mismo, participando activamente en su vida social, cultural o educativa. Con una excelente relación con colectivos, asociaciones, cofradías. Mujer afable y conversadora, es además de una gran profesional y una excelente persona en todos los ámbitos.

Pepe Planas

José Planas Moreno, con apenas 23 años, llega a Alhaurín de la Torre, en 1971. Lo hace acompañado de diversos compañeros que como él formaban parte de los Misioneros de la Esperanza, para integrarse en la Iglesia de San Sebastián que por aquel entonces tenía como Párroco D. Antonio Sánchez García. Lo primero que hizo fue hacerse presente en la Parroquia, ofreciéndose al Sacerdote para dar catequesis a niños, jóvenes y adultos. Después de unos meses de participación activa en la vida de la Iglesia, se dio cuenta de que si quería hacer algo realmente bueno por los niños, jóvenes y adultos, tendría que ir allí todos los días, jugar con esos niños en la calle, acercarse a los jóvenes generando confianza y ofreciéndose en la parroquia a los adultos.

Para estar cerca de esos colectivos, como la entonces Parroquia no tenía salones, cuenta el Padre Planas que hablaron con una vecina del pueblo, Mari Pepa Carrasco, para que les alquilara una casa que tenía en la Calle Cantarranas. Allí estuvieron un tiempo y como cada día acudían allí más niños y jóvenes, tuvieron también que alquilar una casa antigua en la calle Albaicín. Allí jugaban y en una de aquellas habitaciones convertida en Capilla, oraban al finalizar la jornada. Conectó enseguida con la población joven del pueblo, trabajando incansablemente en la lucha contra la drogadicción que tanto azotaba a muchos jóvenes de la localidad. Creó grupos de jóvenes con los que se reunía en diferentes actividades, sembró la esperanza predicando la palabra y reuniendo en torno a la Parroquia a muchas personas que hoy, más de cincuenta años después, añoran a la vez que reconocen. Reconocimiento a aquella labor callada, incansable, pasando muchas penalidades, pero recibiendo también la ayuda de muchos vecinos de aquel Alhaurín de la Torre.

Aquella casa, recuerda el Padre Planas, fue el hogar para muchos niños y jóvenes, pues allí todos eran una gran familia. Posiblemente y sin exagerar, es posible que por aquella casa pasaran todos los niños y jóvenes del pueblo. Y allí muchos de ellos descubrieron su fe, ya que se formaban en torno a ella.

Organizaron muchas actividades dedicadas a los niños y jóvenes: recuerda D. José Planas las que se realizaban a Sierra Nevada donde lo normal era que llegaran a ir hasta cuatro autocares. Estuvo en nuestro pueblo desde 1.971 hasta 1.986. Quince años de trabajo inagotable, voluntarioso, siempre en pro de los demás, sembrando la alegría y la esperanza allá donde predicaba y ayudaba. Sin duda alguna, puso los cimientos de esa gran Parroquia en la que se convirtió San Sebastián y la Inmaculada Concepción con el paso de los años.

Pero no solo se quedó en la incansable labor de ayuda a los jóvenes. El Padre Planas, que aún en aquella época no era Sacerdote, organizó las primeras campañas de Navidad en la historia del pueblo.

Recogida de juguetes, de alimentos y productos de primera necesidad para la población más desfavorecida de Alhaurín de la Torre, fueron los pilares del Cáritas Parroquial que tenemos en la actualidad.

No se conformó D. José Planas con todo lo narrado. Llevó el espíritu de la solidaridad a muchos hogares de Alhaurín de la Torre. Personas hasta entonces reacias a ello, se involucraron en la ayuda a los más desfavorecidos, en la lucha contra la drogadicción, en las campañas de navidad y hasta en llenar los salones parroquiales entonces ínfimos o la cafetería más conocida de aquella época como era Las Palmeras, para aquellas reuniones de jóvenes y no tan jóvenes que sacaron del camino equivocado a tantos y tantos alhaurinos y alhaurinas.

Confiesa que no iba para Sacerdote. Pero un día recibió la llamada del entonces Obispo de Málaga, D. Ramón Buxarráis Ventura, que le propuso ir a una localidad del interior de la provincia de Málaga y repetir allí la experiencia que había puesto en práctica en Alhaurín de la Torre. Y en ese pueblo, comienza su etapa pastoral. Tal es así, que cuando de nuevo es llamado por el Obispo para otra responsabilidad, los vecinos se niegan a dejarle marchar. Es D. Ramón Buxarráis el que le propone ser ordenado Sacerdote. Y tras su ordenación de nuevo es destinado a esa localidad no ya por reclamo, sino por aclamación de sus vecinos. Cercano, conversador, bondadoso, simpático hasta límites extraordinarios, la peculiar manera del Padre Planas de ejercer su Ministerio han hecho que en todas las Parroquias por las que ha pasado desde Villanueva de la Concepción, Madre de Dios, Bonaire y La Luz en Málaga, la de Campanillas, la de San Juan de Antequera o ahora en la de Nuestra Señora de los Ángeles en la popular barriada malagueña de Miraflores de los Ángeles, hayan visto los templos llenos de personas de todas las edades que han sabido en muchos casos cambiar su modo de vida gracias a él.

Cuando se le pregunta por Alhaurín de la Torre su respuesta es breve pero concisa: “A ese pueblo se lo debo todo”. Quizá por ello su familia viva aquí y esta sea su segunda residencia, lugar en el que se encuentra con aquellos jóvenes de antaño que hoy le hablan con el cariño y la admiración con la que se le pueda hablar a un padre, un hermano o un amigo.