El alquiler de vivienda, el empleo y el aprendizaje del idioma, principales retos para las familias ucranianas que se encuentran en Andalucía

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 25 segundos

  • Cruz Roja ha atendido a más de 125.000 personas ucranianas en el último año en nuestro país, a las que ha ofrecido acogida, asesoramiento jurídico y social, ayuda psicosocial y actividades para su integración en la sociedad española.
  • La Organización humanitaria ha triplicado en tiempo récord el número de plazas de acogida en Andalucía para personas refugiadas para dar respuesta a la llegada masiva

(Comunicación Cruz Roja Málaga) Desde el inicio del conflicto de Ucrania, hace ahora un año, el Movimiento de la Cruz Roja ha apoyado a más de 14,5 millones de personas en Ucrania y en los países vecinos, así como en otros países de Europa. Este apoyo incluye desde la asistencia humanitaria en Ucrania y en sus fronteras, al acompañamiento para facilitar la integración en los países de acogida como España, donde 125.000 personas ucranianas han sido atendidas por Cruz Roja. El 70% de estas personas son mujeres, en su mayoría de 31 a 40 años. Y una de cada tres es menor de edad

Para dar respuesta a la llegada masiva de personas ucranianas, Cruz Roja ha realizado un enorme esfuerzo para reforzar en tiempo record el programa de acogida y de protección internacional que la organización desarrolla desde hace años en coordinación con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. En Andalucía, el número de plazas de acogida de Cruz Roja se ha llegado a triplicar, pasando de las 625 que estaban activas en febrero de 2022 a las 1.842 actuales. En algunos momentos se ha llegado a alcanzar las 2.142 plazas (entre las de primera acogida, de emergencia y primera fase).

“En Cruz Roja ofrecemos una ayuda integral dentro de este programa de protección internacional, que incluye desde alojamiento, a asistencia legal, atención psicológica, aprendizaje del idioma, acompañamiento social y educativo y mejora de la empleabilidad. En una primera fase, las personas que participan en este programa residen en alguno de nuestros centros de acogida. Después, entran en una fase de autonomía, en la que las personas alquilan una vivienda, aunque seguimos apoyándolas”, explica Paqui Castillo, directora autonómica del programa de Personas Refugiadas de Cruz Roja en Andalucía.

Beli Páez, directora provincial de Intervención Social en Cruz Roja Málaga, apunta que “en el caso de Málaga, nos encontramos con la dificultad una baja oferta de viviendas en alquiler y un alto coste de aquellas existentes. Por ello hemos llevado a cabo un cambio sobre la intervención que veníamos realizando, apostando por ubicaciones para los centros y pasos a 2ª fase en localidades de la provincia y zonas rurales, fuera del centro urbano”.

Polina es una de las miles de personas que han encontrado en Andalucía su nuevo hogar y han recibido el apoyo de Cruz Roja. Llegó a Granada en marzo de 2022 con su hermana de 12 años, después de una semana de viaje desde Jarkov, su ciudad en Ucrania, donde dejó a sus padres y a sus abuelos. Ahora, con su madre junto a ellas, reside en la provincia de Cádiz donde Cruz Roja les ofreció acogida en un centro para personas refugiadas, además de apoyo y acompañamiento en el difícil proceso de integrarse en la sociedad española. “Quiero estudiar en la Universidad, pero aún no he podido matricularme. Ahora estoy buscando trabajo, pero está resultando complicado”, afirma esta joven de 19 años, que en pocos meses habla español de manera casi perfecta.

Precisamente el empleo y el alquiler de vivienda son dos de las principales dificultades a las que se enfrentan, un año después, las personas que huyeron de la violencia y del conflicto en Ucrania.

“Muchas veces nos encontramos con rechazo y dificultades a la hora de alquilarles una vivienda”, explica Paqui Castillo. “Todavía hay un volumen alto de personas que se encuentran en fase de acogida y que pasarán a la fase de autonomía. Por eso es fundamental encontrar el apoyo social para facilitar el acceso a viviendas. Además, estamos trabajando mucho en el aprendizaje del idioma, porque es clave para la mejora la empleabilidad de estas personas”, explica Paqui Castillo.

Aparte de las personas acogidas por Cruz Roja, también hay muchas familias ucranianas que se alojaron con amigos, familiares y compatriotas que han recibido el apoyo de la Organización Humanitaria en materia laboral, social y jurídica, además de clases de español y otras acciones de integración, a las que se ha ayudado gracias a la solidaridad de la sociedad española y andaluza que respondieron al llamamiento de donaciones lanzado por Cruz Roja para apoyar a esta población.

Precisamente este colectivo -de personas ucranianas fuera de la red de acogida- es al que se dirige el último paquete de ayudas económicas que ha lanzado la Junta de Andalucía con fondos del Gobierno central, y que Cruz Roja se encargará de gestionar en Andalucía a partir de febrero. Las ayudas contemplan la entrega directa de 400 euros mensuales durante seis meses a aquellas personas ucranianas empadronadas en Andalucía que no cuenten con recursos económicos o que perciban ingresos por debajo del IMV (Ingreso Mínimo Vital). Esta cantidad se amplía en 100 euros por cada menor a su cargo. El presupuesto total de ayudas es de 6,1 millones de euros.

En la primera semana de gestión de estas ayudas, ya se han tramitado más de 1.178 solicitudes de personas ucranianas que tienen derecho a ellas en Andalucía.

 

Respuesta internacional

La cooperación internacional es otra de las vías en las que Cruz Roja Española está prestando ayuda relacionada con este conflicto. Actualmente, Cruz Roja Española tiene tres delegados desplazados a Ucrania: un coordinador, una delegada de medios de vida y un delegado para apoyar la gestión de voluntariado. Cruz Roja Española trabaja para apoyar a Cruz Roja Ucraniana, que cuenta con personal voluntario y laboral que ha intervenido desde el primer momento en todo el país.

 

También se apoya a las sociedades nacionales de Cruz Roja en países vecinos, como Polonia donde también hay una delegada. Desde el inicio del conflicto, se han desplegado 36 delegados y delegadas a Ucrania y países vecinos, de distintos perfiles (salud, logística, distribución de ayuda humanitaria, coordinación de operaciones, medios de vida, voluntariado, etc.).