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Con ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, desde la Fundación Secretariado Gitano (FSG) en este año 2023 queremos destacar los recientes progresos en la lucha contra el antigitanismo, tanto en España como en Europa, y señalar las principales asignaturas pendientes.
En el caso de España queremos valorar la aprobación en julio de 2022 de la Ley Integral para la Igualdad de Trato y la No Discriminación. La aprobación de esta ley, por la que luchamos durante años desde la FSG, supone un importante avance para la protección del derecho a la igualdad, y su aplicación efectiva tendrá un impacto muy especial en la comunidad gitana, uno de los grupos que enfrenta más situaciones de discriminación. Entre otros aspectos positivos, la ley incorpora un régimen sancionador administrativo para aquellos incidentes discriminatorios que no constituyen delito, incluyendo los casos de discriminación interseccional, que se tienen en cuenta para la aplicación de medidas de reparación y sanciones. Además, esta ley también supone un hito importante al incorporar, a través de una disposición final, el antigitanismo en el código penal, como uno de los motivos específicos que pueden dar lugar a un delito de odio.
No obstante, lamentamos que aún no se haya creado la Autoridad Independiente que contempla esta Ley, y que la misma preveía crear antes del pasado 14 de enero para proteger y promover la igualdad de trato y la no discriminación. Para cumplir con esta finalidad se le otorgó competencias, entre otras, de asistencia a víctimas, investigación, mediación, ejercicio de acciones judiciales o emisión de dictámenes instando a las administraciones competentes la imposición de sanciones. Sin este organismo, y así lo hemos podido constatar en nuestro trabajo de asistencia a las víctimas de racismo y antigitanismo, la Ley de Igualdad de Trato no se puede aplicar de manera efectiva en la mayoría de los casos, quedando como un papel mojado para muchas víctimas. Por ello, y tal y como hemos solicitado en el marco de la Alianza por la Igualdad de Trato, urgimos al Gobierno a crear este organismo a la menor dilación.
En cuanto al discurso de odio y las redes sociales, constatamos que internet sigue siendo uno de los espacios principales para la difusión de discursos racistas. Precisamente hoy 21M firmamos un Pacto Social contra el discurso de odio junto con otras entidades sociales de toda España para promover un compromiso más decidido de las instituciones contra este tipo de discursos, y para alcanzar en el futuro un Pacto de Estado en la lucha contra el discurso de odio.
En el ámbito europeo hay que recordar que en el año 2020 se aprobó el Plan de acción de la UE contra el racismo 2020-2025, que establece una serie de medidas para luchar contra el racismo y que incluye el antigitanismo como uno de los tipos de racismo que deben abordar tanto las instituciones europeas como los Estados miembros. Este Plan instaba a los Estados miembros a elaborar y aprobar antes del fin de 2022 planes nacionales contra el racismo. Lamentamos que en el caso de España aún no se haya aprobado dicho Plan, que nos parece imprescindible para implementar medidas concretas contra el racismo en todas sus formas.
Este Plan europeo supuso un avance importante al reconocer por primera vez en un instrumento europeo de este calado la existencia del racismo estructural. Nuestra opinión es que el racismo estructural exige soluciones estructurales. Más allá de los casos individuales de discriminación y antigitanismo, donde es imprescindible la atención personalizada y la respuesta adecuada de las instituciones y agentes clave, existen situaciones estructurales que precisan de un abordaje más complejo: la segregación escolar, que afecta desproporcionadamente al alumnado gitano, y la existencia de numerosos asentamientos de infravivienda y chabolismo, donde la mayoría de sus habitantes son personas gitanas, son ejemplos de situaciones de antigitanismo estructural que necesitan un abordaje integral, con planes concretos a largo plazo, una inversión económica importante, recursos humanos y una implicación coordinada de las autoridades locales, autonómicas y estatales.
Por ello hacemos un llamamiento al Gobierno para que continúe su compromiso en la lucha contra el antigitanismo, como una forma específica de racismo, con una mirada interseccional, y con un abordaje estructural, teniendo en cuenta las situaciones de antigitanismo que todavía hoy sufren muchas personas gitanas.
Naciones Unidas
El tema del Día Internacional de 2023 se centra en la urgencia de combatir el racismo y la discriminación racial, 75 años después de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH).
Hace 75 años, por primera vez, la comunidad internacional acordó un conjunto de valores comunes y reconoció que los derechos son inherentes a todo ser humano y no los concede el Estado. Estos derechos están consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un modelo para las normas internacionales de derechos humanos. La Declaración establece que toda persona tiene todos los derechos y libertades, sin distinción de ningún tipo, como la raza y el color, entre otras. Sin embargo, el racismo y la discriminación racial siguen afectando a personas de todo el mundo.
La conmemoración del 75 aniversario de la adopción de la Declaración debe dar a los Estados un impulso para adoptar medidas rápidas y enérgicas, en la ley y en la práctica, para promover la igualdad y combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha invitado a todos los Estados, en el marco de la iniciativa Human Rights 75, a luchar contra la discriminación racial comprometiéndose a adoptar medidas concretas y urgentes.