Conferencia de Manuel Moreno sobre El Lignum Crucis de Alhaurín de la Torre: Una mirada histórica a la verdadera cruz de Cristo

Manuel Moreno Díaz en su intervención en el pregón y presentación del cartel del Viernes Santo 2023 de los Verdes de Alhaurín de la Torre

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Manuel Moreno, seglar franciscano de Huelva, impartió recientemente una conferencia sobre El Lignum Crucis de Alhaurín de la Torre, dentro de las intervenciones en el pregón y presentación del cartel del Viernes Santo 2023 de la  Real, Antigua y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Vera+Cruz y Ntra. Sra. de la Soledad. Revista Lugar de Encuentro agradece a Moreno que haya  proporcionado la conferencia completa.

Conferencia El Lignum Crucis de Alhaurín de la Torre

Señores Hermanos Mayores y Juntas de Gobierno de las distintas Hermandades de Penitencia y Gloria de la ciudad. Señoras. Señores, buenas tardes. Paz y Bien.

Todo comenzó cuando Jesucristo muere clavado en una cruz aquel día 14 de Nisán, viernes 7 de abril del año 30. Así se puede deducir del análisis crítico de los relatos evangélicos, contrastados con las alusiones a su muerte trasmitidas en el Talmud (cfr. TB, Sanhedrin VI,1; fol. 43a).

La crucifixión era una pena de muerte que los romanos aplicaban a esclavos y a sediciosos. Tenía un carácter infamante, por tanto no podía ser aplicada a un ciudadano romano, sino solo a los extranjeros. El martirio de la crucifixión estaba designado como el castigo más ignominioso y cruel de todos. Los Judíos consideraban a los crucificados como «maldito de Dios» e intocables. Por este especial concepto religioso, los Sanedritas exigieron para Cristo, precisamente la muerte en Cruz.

Así pues, al ser el reo un maldito o un intocable, tras la crucifixión de Jesús, todos los instrumentos del martirio, según ordenaban las leyes judías, fueron arrojados a un pozo o cisterna y olvidados allí para siempre.

Hemos de remontarnos hasta el día 28 de Octubre del año 312, cuando el emperador Constantino se enfrentaba en una batalla contra su rival, Majencio. Esta batalla fue librada a las puertas de Roma, en el Puente Milvio. Constantino, se encontraba corto de soldados antes las tropas enemigas mayores en numero. La noche previa a la misma, Constantino afirmó haber tenido una visión en la que una cruz de fuego, se le aparecía en el cielo mientras oía una voz que decía «IN HOC SIGNO VINCES». (con este signo vencerás).

Constantino, ordena poner en todas las armas, escudos y carros de sus soldados el signo de la cruz. Al día siguiente, esta batalla fue una gran victoria para Constantino, quien agradecido al Dios de los cristianos, promulga en el año 313, el famoso edicto de Milán, cesando las persecuciones contra ellos, concediéndoles la libertad de culto y la restitución de los bienes que les habían sido confiscados. Desde este momento, la Cruz, instrumento de suplicio para los romanos, se convierte en causa de libertad y en el signo de los cristianos.

Según la Leyenda dorada de Santiago de la Vorágine, la Emperatriz, Santa Elena, madre del emperador Constantino, a la edad de ochenta años, viaja hasta Jerusalén, para buscar los lugares donde vivió y murió Cristo. Allí, interroga a los judíos más sabios del lugar, para que dijeran cuanto sabían sobre el sitio donde Cristo había sido crucificado. Tras conseguir esta información, la llevaron hasta las inmediaciones del Monte de la calavera o Gólgota, a un lugar donde el emperador Adriano 200 años antes, había mandado erigir un templo dedicado a la diosa Venus.

Se cree que el Gólgota era una antigua cantera abandonada en un macizo rocoso, poco útil para la construcción, la cual quedó sin utilizar, sirviendo posteriormente de patíbulo donde colocaban las cruces de los ajusticiados por Roma. Esta cantera estaba fuera de las murallas de la ciudad, pero cercana a la misma. Santa Elena ordena derribar el templo y excavar en aquel lugar. Según la tradición, en la mañana del 3 de Mayo del año 325, en un pozo o cisterna se hallaron sepultadas las tres cruces. La de Jesús y las de los dos ladrones que le acompañaron. Para saber cuál de las tres cruces era la de Jesús, Santa Elena, aconsejada por Macario, Obispo de Jerusalén, hizo traer el cadáver de un hombre, el cual, al entrar en contacto con la cruz de Jesucristo, resucitó, manifestándose públicamente cual era la Vera Cruz, es decir la Verdadera Cruz de Cristo.

La emperatriz y su hijo Constantino ordenan construir en el lugar del hallazgo un fastuoso templo, conocido como Basílica del Santo Sepulcro, en el que guardó gran parte del árbol de la Cruz, llevándose el resto de la mismo hasta Roma, junto con las demás reliquias halladas de la pasión de Cristo.

Desde aquellos tiempos la Cruz es venerada públicamente por considerarla el lugar donde Cristo muere y también porque dicho madero estuvo en contacto con su cuerpo y con su sangre.

Del santo madero de la Cruz de Cristo, se fueron extrayendo múltiples trozos o reliquias, denominadas Lignum Crucis, es decir, leños de la cruz, las cuales fueron enviadas a distintos lugares de la cristiandad, especialmente a los templos de Roma, para la pública veneración de los fieles.

Las reliquias se solían dividir por muy diversos motivos, considerando siempre que cada fragmento conservaba las virtudes de la reliquia original. A título de ejemplo baste citar una partición documentada que realiza el patriarca Sofronio I en el año 638 de un trozo de la reliquia en 19 partes, dispersándolas por varias ciudades para evitar que los musulmanes la destruyeran. O la dispersión de pequeñas astillas de la reliquia con motivo de las entregas que durante siglos hicieron varios Pontífices a diversas personas y comunidades religiosas.

Históricamente ha habido muchas falsificaciones y reproducciones de las reliquias de la Vera Cruz, hasta el punto que la Iglesia impuso estrictas reglas para determinar su autenticidad y evitar en lo posible su tráfico y falsificación. De otro lado, se ha especulado acerca del volumen de la cruz de Cristo que pudo conservarse. Contamos con el estudio del año 1870 de Charles Rohault de Fleury, quien llegó a la conclusión de que la suma de todas las reliquias existentes alcanzan a sólo un tercio de una cruz de tres metros de altura.

El motivo y la razón de ser, por la que se fundan, en toda la geografía nacional, las Hermandades y Cofradías de disciplinantes y de sangre, también denominadas cofradías de la Vera+Cruz, fue la devoción y adoración a la Cruz de Cristo, es decir al madero donde dio su vida por nosotros.

En la segunda mitad del siglo XV comienzan a fundarse las cofradías de la Santa Vera Cruz, por toda España, en la mayoría de los casos de la mano de los Franciscanos. Estas Cofradías procesionaban en la noche del Jueves al Viernes Santo con una simple cruz o crucifijo, llevado por un fraile o un clérigo, seguido de un pequeño número de hermanos disciplinantes.

Eran procesiones serias, austeras, devotas y penitenciales, sin lujo ni boato alguno, saliendo de sus capillas, ermitas u hospitales, se dirigían por los caminos, rezando el santo Via Crucis, hasta el campo, donde generalmente había un humilladero o un altar con una Cruz.

Estas hermandades de la Santa Vera Cruz se vieron favorecidas por multitud de gracias e indulgencias que les otorgaron los papas Julio II, en 1508, y León X, en 1515.

Un acontecimiento trascendental para la vitalidad de estas Cofradías penitenciales de la Santa Vera Cruz es el «Vivae Vocis Oráculo» del papa Paulo III, de fecha 7 de enero de 1536, por el que concede a los cofrades de estas hermandades amplias gracias e indulgencias, similares a las que se ganaban cuando se visitaban personalmente las iglesias de Roma, el Viernes Santo.

DESCRIPCIÓN DEL LIGNUM CRUCIS de Alhaurin de la Torre.

Lignum Crucis Verdes Alhaurín de la Torre
Lignum Crucis «Verdes» Alhaurín de la Torre

El motivo y la razón de ser, por la que se fundan especialmente las Hermandades y Cofradías de la Vera+Cruz, fue la devoción a la Cruz de Cristo, que promovida por la orden franciscana, se extendió por toda la geografía española. La mayor parte de dichas Hermandades se fundan entre los años 1550 a 1650, todas ellas, en torno a un convento o cenobio franciscano, en cumplimiento de esa labor difusora, de San Francisco de Asís en su amor a Cristo pobre y crucificado.

Cuando las Hermandades de la Vera Cruz, empiezan a tener una cierta relevancia y peso económico, todas anhelan poseer una reliquia del Lignum Crucis, con el objetivo de darle culto y veneración como elemento primordial por ser la causa y el motivo de su fundación, el amor a Cristo crucificado y el amor a la Santa y Vera Cruz de Cristo.

Con el paso de los años y ante la creciente picaresca popular, surgieron cientos de reliquias falsas del Lignum Crucis, que eran distribuidas y vendidas, en el mercado negro por muchos lugares de Europa.

La Iglesia para poner fin a estos desmanes, obliga a que las reliquias sagradas, vayan acompañadas de una carta que certifique su autenticidad, denominada Carta de Autentica. Este escrito describe la reliquia y su teca o caja que la contienes a la vez que confirma oficialmente la autenticidad de la misma.

Estas cartas de autenticidad eran expedidas por los Obispos o Cardenales que, personalmente, preparaban dichas reliquias, las cuales iban protegidas dentro de una “teca” que en su parte anterior, cerraban con un cristal sencillo y en su parte posterior, sellaban, y ataban con hilo de seda rojo, los cuales precintaban con lacre en el que ponían el sello con su escudo heráldico.
Este escudo era el mismo que imprimían en la carta de autenticidad e incluso era marcado en relieve sobre ella, para una mejor y mayor fiabilidad del documento.

Hasta nuestros días han llegado esas antiguas y veneradas reliquias sagradas del santo madero donde murió Cristo. Cada vez que una Hermandad de Vera+Cruz, consigue una Reliquia de Lignum Crucis, es cuando se convierte en una “autentica Vera Cruz”, pues logra uno de sus objetivos fundacionales, el dar culto al madero donde fue martirizado nuestro redentor.

EL SANTO LIGNUM CRUCIS DEL ALHAURIN DE LA TORRE aparece dentro de una ESTAUROTECA, es decir una Cruz de Cristal de Roca, con filigranas en hilo de plata, que contiene en su interior dos fragmentos antiguos de madera en forma de cruz. Todo ello, cerrado y atado con un hilo de seda rojo, quedando el conjunto precintado y sellado con lacre, para asegurar la integridad de la reliquia. Los hilos de seda que sellan el relicario se hallan intactos.

El escudo eclesiástico grabado sobre el sello de lacre corresponde al escudo de armas del Obispo Diego AndrÉs Tomacelli y que coincide con el sobre grabado en relieve impreso en el documento de autenticidad. Dicha reliquia viene acompañada de un antiguo pergamino en Latín, que traducido al castellano dice así.
Diego Andrés Tomacelli, Sagrado Doctor Teologal del Magistral Colegio de Teología de Nápoles. Por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de Marcia y Grumenti.

A todos cuántos lean y revisen las presentes letras, damos fe y atestiguamos que las sagradas reliquias de las sagradas astillas del Santo Arbol de la Cruz de Nuestro Señor Jesu Cristo, fueron extraídas de su lugar autenticamente documentado, por el Excelentísimo, Reverendísimo y Eminentísimo Cardenal Don Francisco Rignategllo, Arzobispo de Napoles, decano de este sagrado Colegio Episcopal, siendo verificadas y reconocidas por su persona, según consta en los documentos que custodia este Episcopado, las cuales son autenticas para su veneración.

Estas reliquias fueron colocadas dentro de una cruz de cristal de roca, rodeada con una filigrana de hilo de plata y cerrada con un hilo de seda de color rojo, el cual atamos y sellamos con nuestro sello en lacre, para mejor seguridad e identidad de la reliquia.

A la mayor gloria de Dios omnipotente, dictamos y concedemos que esta sagrada reliquia pueda ser retenida o donada y pueda ser trasladada a cualquier Iglesia, Oratorio o Capilla, para ser expuesta a la publica veneración de los fieles.

Para que las futuras generaciones no duden de la autenticidad de esta reliquia, firmamos y suscribimos este documento el cual sellamos con nuestro sello episcopal al agua y ordenamos expedir el presente escrito.

Dado en el Palacio Episcopal de Marcia, el día 21 de Mayo de 1756. Registrada en el nuevo registro al folio numero 43.

De mandato del Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Obispo. Firmado Sacerdote Nicolas Rosello, Profesor.

BREVE EXPLICACION DEL CULTO AL LIGNUM CRUCIS

El Lignum Crucis recibirá culto de adoración en grado de Latría, al ser parte del madero que estuvo en contacto con el cuerpo de Cristo. Por tanto, ante esta sagrada Reliquia, como símbolo de adoración a Dios, se debe realizar el acto de genuflexión.

Así mismo, se le dará un culto parecido al Santísimo Sacramento, pues dichas astillas del madero, donde murió Jesús, han estado en contacto con su cuerpo o bien conservar en ellas partículas con restos de sangre o demás fluidos corporales de Cristo. Para ello, el Santo Lignum Crucis, deberá ser portado bajo palio, escoltado por cera de color verde, siendo siempre expuesto en un lugar preeminente del altar.

POEMA FINAL A LA CRUZ

LA MUERTE Y LA VIDA
PERDON Y PECADO
LA NOCHE Y EL DIA
LA SOMBRA Y LA LUZ.

ERES, CRUZ BENDITA,
COMPENDIO DE HONORES.
ERES, CRUZ DIVINA,
ESENCIA DE AMORES.

ERES, CRUZ DE CRISTO,
CAMINO HACIA EL CIELO,
PORTICO CELESTE,
MADERO Y SENDERO
DE LOS PENITENTES,
DE LOS COSTALEROS,
DE LA BUENA GENTE.

TUS BRAZOS ABIERTOS
NOS MARCAN LA GUIA,
LA FORMA DE VIDA
DEL HOMBRE CRUCERO.

ABIERTAS LAS PUERTAS
DE LOS SENTIMIENTOS,
ABIERTO AL AMIGO,
LIMPIO PENSAMIENTO,
LA MANO EXTENDIDA,
SONRIENTE EL ROSTRO.

EL HOMBRE CRUCERO
SE SIENTE ORGULLOSO,
DE SER TU, SU GUIA,
DE SER TU, SU TRONO,
SU ESPEJO, SU MIRA,
SU EJEMPLO, SU APOYO.

AYUDA EN LAS PENAS,
RELIQUIA EN LO HONDO,
CONSUELO DE MALES,
REMEDIO DE TODOS.

TUS BRAZOS ABIERTOS,
ENSEÑAN AL HOMBRE,
A DAR DE SI MISMO
LO MUCHO Y LO POCO.

Y APUNTAS AL CIELO,
MIRAS A LO ALTO,
NOS MARCAS EL RUMBO,
EL CAMINO EXACTO.

ARRIBA ESTA CRISTO,
ESTA EL PADRE ETERNO,
NOS MARCAS EL NORTE,
NOS DICTAS EJEMPLO.

EL HOMBRE CRUCERO
MIRARA HASTA EL CIELO,
PARA HALLAR A DIOS,
ENTRE ESTRELLAS ALBAS
EN SU REDENCION.

LA MIRADA ALTA,
LA PUPILA CIERTA,
LA RODILLA EN TIERRA,
LA PALABRA CLARA,
LA SONRISA ABIERTA,
LA MANO EXTENDIDA,
SIMBOLO Y AMIGA.

TODA TÚ, COMPENDIO
DE LAS MARAVILLAS.

PORQUE DE MIS PADRES,
APRENDI YO, UN DIA,
A INVOCAR TÚ NOMBRE
ANTE LAS DESDICHAS.

Y EL DIA DE MI MUERTE,
MORIRE DICIENDO,
TE QUIERO, TE ADORO,
TE ADORO Y TE QUIERO.

BENDITO CAMINO,
DONDE CRISTO AMADO
NOS DEJO CLAVADO
SU AMOR, TAN DIVINO.

!SALVE, LIGNUM CRUCIS,
MILAGRO PRESENTE
QUE SIEMPRE ESTARAS
SALVANDO A TU GENTE.

SALVE VERA+CRUZ,
QUE BONITO NOMBRE,
SALVE LUMINOSA
ESTRELLA DEL HOMBRE.

¡SALVE CRUZ SAGRARIO,
EJEMPLO Y CONSUELO!,
¡SALVE RELICARIO,
DE ALHAURIN, AL CIELO!.

Muchas gracias a todos. Paz y Bien.

Manuel Moreno Díaz
Alhaurin de la Torre, a 18 de Marzo de 2023