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A más libertades de las mujeres, libertades dignas y honestas y necesarias, no solo las mujeres vivirán mejor, la mitad de la humanidad, sino también los hombres…
Creo en el principio, un derecho equis otorgado al hombre, ese mismo derecho debe ser dado a la mujer. Un derecho aplicado a la mujer, ese mismo derecho debe ser aplicado al hombre –no entramos en las diferencias biológicas claras, es decir, por ejemplo, la reproducción…-.
La notable periodista Soledad Gallego-Díaz, redacta un artículo en la Cadena Ser, del 01 de mayo del 2023, que titula: Una discusión viva, refiriéndose que el 30 de abril fue y es el aniversario del fallecimiento de Clara Campoamor.
Si miramos hacia atrás, y, nos fijamos en sus reivindicaciones, en aquellos tiempos, raras y singulares, quizás, no admitidas por una gran parte de la sociedad y de todos los estratos sociales y de casi todos los grupos ideológicos. Si miramos hacia atrás, todas esas reivindicaciones, nos parecen hoy de sentido común y con sentido común, incluso, como derechos morales ineludibles, como derechos morales naturales, como derechos humanos, como derechos de convivencia esenciales, como normas de sentido común…
Pero debemos no ser ilusos, ni ingenuos, ni idealistas en media humanidad, muchos de esos derechos no son respetados, ni refrendados, unos no son aprobados o no están aprobados en las letras de oro en los cinceles de las leyes y de los sistemas jurídicos, otros no son admitidos por las tradiciones culturales y sociales de sus sociedades y culturas, otros, no son bien vistos por las interpretaciones culturales, ideológicas, religiosas, filosóficas, políticas, económicas; otros, no son admitidos, porque se piensan que son una ventaja táctica y estratégica para que sus sociedades sean más competitivas contra otras sociedades, «eso de que los vientres de nuestras mujeres acabarán ganando la batalla…», otros, por simples egoísmos, inmoralidades, amoralidades, antimoralidades fragantes, o, quizás, porque los hombres caen en alguno de los siete pecados capitales, pero estos los adornan como virtud o como costumbre o como personalidad colectiva o como tradición o… Otros…
Dentro de la moralidad y ética correcta. Y, cuándo hablo de ética correcta y moralidad, me refiero que la moralidad aplicada al hombre, debe ser aplicada a la mujer, la ética aplicada a la mujer debe ser aplicada al hombre, al hombre general y a la mujer general, y, al hombre concreto y a la mujer concreta –no negamos, ya que la vida, acarrea enormes circunstancias y situaciones, que toda moral, siempre tiene que ser aplicada materialmente a concreciones, pero ese asunto, supera las ochocientas palabras de un modesto artículo como éste-.
Si a la mitad de la humanidad la tenemos atada, con correas e hierros injustos y equivocados, no éticos, no morales, no correctos, por leyes o tradiciones incorrectas, es como si tuviésemos atada a toda la humanidad, incluso a los hombres… Por tanto, siempre con prudencia y equidad y justicia y sentido común y racionalidad hay que en las leyes jurídicas de todas las sociedades y Estados y culturas ir aprobando leyes de defensa de la mujer, que son solo leyes iguales a hombres y mujeres… si los hombres pueden comer aceitunas, las mujeres también pueden comer aceitunas, si las mujeres no pueden comer aceitunas, los hombres no pueden comer aceitunas. Es así, de simple y sencillo…
E, igualdad de leyes sociales de hombres y mujeres, igualdad de leyes y costumbres de hombres y mujeres. Igualdad de normas religiosas para hombres y para mujeres… Igualdad, que es semejanza e interpretación racional y prudente y moral y justa y equitativa de todo… si un hombre puede estudiar, una mujer también, si un hombre puede trabajar una mujer también, si un hombre puede conducir un coche una mujer también, si un hombre puede jugar al futbol una mujer también, si un hombre puede bañarse en la playa una mujer también, si un hombre puede equis, una mujer también puede equis…
Si existe Dios, el Buen Dios, le agradará enormemente, que una niña sea tratada de forma correcta igual que un niño, que una anciana sea tratada de forma correcta igual que un anciano, que una mujer sea tratada de forma correcta igual que un hombre. Si existe Dios, Dios sonreirá cuándo un hombre-niño-anciano es tratado bien, igual, que una mujer-niña-anciana… Si existe Dios, Dios sonreirá cuándo una mujer-niña-anciana es tratada bien, igual que cuándo es tratado bien un hombre-niño-anciano…
Nunca he entendido, ni comprendido, lo que sea racional y moral, lo que es de sentido común y prudencia, nunca he entendido y comprendido, que media humanidad no esté con una serie de derechos necesarios y suficientes y mínimos, derechos de las mujeres y en las mujeres, que son derechos de la humanidad, que son derechos también para los hombres.
Nunca he entendido, porque media humanidad, no quieren otorgarles los mismos derechos que ellos tienen, los hombres, a las mujeres. Pero las mujeres no son seres o entes que no conocen, sino que son sus madres, sus abuelas, sus tías, sus hijas, sus hermanas, sus nietas, sus biznietas… No es que solo niegue media humanidad, los derechos a otra media humanidad, es que se los niegan a sus madres y a sus hijas, a sus abuelas y a sus nietas… ¡Hay tantas cosas que no entiendo, hay tantas cosas que no comprendo…!
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (17-28 junio 2023 cr).
Fin artículo 3.650º: «A más libertades de/para las mujeres…».