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Cristóbal Ortega subraya la mejora paisajística que puede suponer para los municipios el hecho de recuperar suelos degradados por haber albergado un vertedero
La Diputación de Málaga ha realizado un estudio sobre el estado de vertederos y escombreras selladas en la provincia para avanzar en posibles infraestructuras verdes que pueden llevarse a cabo para recuperar esos espacios. En total se han analizado 142 puntos repartidos por 83 municipios de la provincia.
El vicepresidente de Infraestructuras y Territorio Sostenible de la Diputación de Málaga y diputado de Medio Ambiente, Turismo Interior y Cambio Climático, Cristóbal Ortega, ha explicado que «este estudio, realizado a través del programa de cambio climático Málaga Viva, está a disposición de los ayuntamientos y puede ser muy útil para conocer el estado actual de estos enclaves y planificar posibles aprovechamientos».
Igualmente, ha destacado la mejora paisajística que supondría para los municipios poder recuperar esos terrenos tan degradados por haber albergado escombreras o vertederos.
Los 83 municipios de la provincia con vertederos analizados se encuentran en las comarcas de la Axarquía, Guadalhorce, Serranía de Ronda, Antequera, Sierra Norte, Sierra de las Nieves y Guadalteba. Este estudio ha permitido la actualización de datos de esos terrenos, ya que el anterior informe databa de 2012.
«En el análisis de cada enclave -ha añadido Ortega- se han realizado fotografías del estado de la escombrera y del acceso a la misma, así como el análisis sobre la vegetación presente, el cerramiento, la vigilancia, la composición o el estado general del espacio».
El informe incluye también los datos catastrales, la descripción de la localización, la litología, la pluviometría, la hidrología, la hidrogeología, las afecciones referidas al núcleo urbano, montes públicos, vías pecuarias, vías de comunicación o espacios protegidos, las incidencias visuales, la calidad paisajística y otros aspectos. Además, en el documento se han incluido mapas cartográficos referentes a la localización de la parcela, el relieve y la evolución histórica de cada una hasta la actualidad.
Por último, cada estudio incluye una propuesta de medidas de gestión sobre los terrenos con la finalidad de mejorar el entorno en el ámbito de influencia de estos vertederos. Además de la propuesta, se añade un presupuesto aproximado de la intervención.