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El alcalde anuncia la inauguración para septiembre. El objetivo es convertir La Palmilla en un espacio más amable y accesible para peatones y residentes. Se instalarán bolardos y macetones y se habilitarán aparcamientos para personas con problemas de movilidad
(Prensa Ayto Alh Torre) El alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, ha visitado la avenida Miguel de Cervantes, donde recientemente han finalizado las obras de la última fase de la reurbanización de la barriada de La Palmilla que ha ejecutado el Consistorio. Villanova ha charlado con los vecinos y ha recordado que este proyecto que ahora culmina está pensado precisamente para convertir la zona en un espacio más amable para el peatón, que mejore la accesibilidad de los residentes y acabe con las molestias y ruidos de los coches.
Para ello, en fases anteriores se habilitó un aparcamiento gratuito y videovigilado en superficie en la cercana urbanización de La Huertecilla, situado a apenas unos minutos andando y al que se accede a través de las escaleras o el ascensor de la nueva plaza escalonada del Mirador del mismo nombre. No obstante, Villanova ha recordado que se crearán plazas de estacionamiento reservadas para los vehículos de los vecinos con problemas de movilidad que viven en la zona.
Dichas plazas se señalizarán en las calles aledañas a la avenida Miguel de Cervantes, donde se han invertido más de 153.000 euros en su reurbanización. Esta actuación supone la última fase del plan del Ayuntamiento para la reforma y transformación de esta zona histórica del casco urbano, con más de 40 años de antigüedad, con la finalidad de mejorar su estética y accesibilidad, y dotarla de una imagen más moderna.
El diseño es similar al del resto de calles cuya reforma finalizó el pasado mes de octubre, incluyendo la calle Real y los callejones que comunican con la propia Miguel de Cervantes, algunos de ellos con salida a la nueva plaza del Mirador de la Huertecilla. La superficie de asfalto y de aceras muy estrechas se ha reemplazado por una con pavimento de hormigón impreso a un único nivel, con diferentes colores y tonalidades para distinguir la franja de paso de vehículos y aquella destinada a los viandantes, con prioridad siempre para estos últimos. El conjunto tiene un espesor de 22 centímetros.
Por otro lado, se ha cambiado toda la red de acometidas de agua potable desde el actual tubo de distribución, y se han construido rejillas-sumidero en la calzada para evacuar las pluviales de las lluvias. Otra medida ha sido el soterramiento de la canalización de la red de alumbrado público mediante tuberías de PVC. El Consistorio tiene un proyecto para abrir una nueva calle que comunique esta barriada con el Camino del Portón, ganando espacio también para más plazas de aparcamiento.
No obstante, todavía está pendiente la instalación de más bolardos y macetones en la avenida, como se ha hecho en los callejones cercanos, con la intención tanto de embellecer el conjunto como de evitar el aparcamiento de los coches frente a las puertas y ventanas de las viviendas, lo que anteriormente ocasionaba numerosos problemas de ruidos, humos y accesibilidad. En este sentido, Villanova ha solicitado respeto y civismo a la ciudadanía: “Por fin se va a poder disfrutar de la tranquilidad en estas calles y vamos a acabar con las molestias. Hemos hecho una gran inversión y no vamos a permitir que los coches invadan la calzada para los peatones y rompan los macetones”, ha advertido. El alcalde prevé que la inauguración tenga lugar en septiembre.